“La Orquesta Sinfónica de Tenerife fue la primera en igualarse a las europeas”

Víctor Pablo Pérez (Burgos) es el director que hoy lidera a la Joven Orquesta de Canarias, un proyecto regional que se dio a conocer en noviembre y que se estrenará en los escenarios de las Islas entre el 1 y el 4 de enero. Pérez es un director muy conocido por los tinerfeños, ya que estuvo al frente de la Orquesta Sinfónica de Tenerife entre 1986 y 2006. También ha llevado la batuta ante la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid (hasta la actualidad) y ante la Orquesta Sinfónica de Galicia. En su larga trayectoria como director ha pretendido imprimir dosis de originalidad, sin olvidar la labor pedagógica, en cada proyecto. La sonoridad del grupo y la cohesión del equipo son siempre sus objetivos. Fue Premio Nacional de Música en 1995, Premio Ondas 1992 y 1996, entre otros reconocimientos. Víctor Pablo Pérez vuelve ahora a la isla que le entregó la Medalla de Oro del Gobierno de Canarias y que le hizo Hijo Adoptivo de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife. Así describe su regreso…

-¿Qué significa la Joven Orquesta Sinfónica de Canarias para usted?
“Es un proyecto muy ilusionante para todos: para Canarias en su totalidad; para los jóvenes de las Islas, que por fin ven un proyecto sólido que puede catapultarlos a una experiencia real hacia el mundo profesional; y para mí, ya que es una manera de devolverle a Canarias todo lo que me ha dado durante tantos años. Ahora es el momento de entregarnos a los jóvenes, que necesitan este impulso y este complemento a su formación”.

-La sinfónica compuesta por jóvenes de 18 a 30 años acoge a 94 músicos. ¿Es un reto dirigir a tantos artistas sobre un mismo escenario?
“Todas las jóvenes orquestas son un reto para cualquiera y más si se trata de una formación nueva. Son más de 90 jóvenes de todas las Islas que se van a reunir a lo largo del año en tres encuentros diferentes; uno en Navidad, otro en Semana Santa y otro en verano. En total se harán entre 15 y 16 conciertos anuales”.

-Este proyecto, que se presentó en noviembre, ¿tiene visión de futuro? Recordemos que hace algún tiempo se creó la Joven Orquesta de Tenerife y parece que no cuajó…
“A lo largo de todos estos años se ha intentado crear una orquesta joven, incluso se impulsó un proyecto que pretendía reunir a todos los jóvenes músicos de las Islas liderado por Gonzalo Angulo, pero duró muy poco tiempo. Ahora estamos en posición de tener un proyecto de futuro muy importante poque está avalado por el Gobierno de Canarias y su presidente. Creo que por fin estamos ante un proyecto sólido que va a tener continuación en el tiempo. La Joven Orquesta de Canarias tendrá su presupuesto propio, no estará vinculada a otros organismos, porque hace unos años hubo un intento que fracasó por estar vinculado al Festival de Música de Canarias”.

-¿La Joven Orquesta es la cantera de las sinfónicas de las Islas?
“De las Islas y de todas las orquestas profesionales. De aquí saldrán jóvenes muy preparados para enfrentarse a la vida laboral. El momento también es especialmente adecuado, dentro de unos cinco o seis años van a empezar a producirse jubilaciones y eso significa una oportunidad para ellos. Animo a los jóvenes a que miren esto como una fuente de futuro importante, que hay un horizonte muy claro y ellos están preparados para alcanzarlo”.

-¿Qué le animó a venirse a Tenerife para dirigir la OST en 1986?
“Todo nació después de una llamada de Guillermo González, Agustín Leonara y René de Armas, ellos son los responsables de que yo llegara a Tenerife. En aquel momento yo dirigía la Orquesta Sinfónica de Asturias, había terminado mi trabajo allí y justo llegó esta llamada. Llegué para iniciar un proyecto que en muy poco tiempo se convirtió en un referente nacional. La OST era admirada y envidiada por las demás orquestas españolas porque hacíamos discos, giras internacionales, conciertos al aire libre, porque hacíamos conciertos pedagógicos que nadie hacía. Ha sido la primera orquesta española que se igualó al resto de orquestas europeas. Estuve 20 temporadas construyendo este proyecto. Ahora ya han pasado 30 años de aquello”.

-En estos tiempos se valora, y mucho, a los directores jóvenes ¿Qué opina al respecto?
“En los últimos cinco años ha habido una especie de moda a la hora de poner a directores jóvenes al frente de algunas orquestas. Está bien si están bien formados. No obstante, yo creo que todo director necesita de un tiempo de maduración. Y es que un pianista estudia con un piano, pero un director de orquesta estudia sin orquesta. Lo que quiero decir es que mientras no comience a dirigir con orquesta no comienza su formación real, en este aspecto la madurez del director es fundamental. Dirigir es tener una serie de dotes que se consiguen con la experiencia”.

-A parte de la JOSC y de la Orquesta de Madrid, ¿trabaja en otros proyectos?
“Ahora mismo estoy preparando El Mesías de Haendel en Barcelona, luego iré a preparar la misma obra con la orquesta de Lisboa. Tengo invitaciones para dirigir en todas partes”.