Poco a poco las aguas del Charco Verde empiezan a cobrar la importancia que tuvieron antaño por sus propiedades terapéuticas. El trabajo científico y que de forma altruista están desarrollando dos investigadores, el palmero Luis Sarbelio Fernández, y Eduardo Navarro García, de la Unidad de Hidrología Médica de la Facultad de Medicina de la Universidad La Laguna, avanza en la dirección de que este recurso que estaba prácticamente olvidado en la costa de Los Llanos de Aridane empiece a revalorizarse.
Prueba de ello es que recientemente han visitado la isla de La Palma los especialistas de la Escuela de Hidrología Médica e Hidroterapia de la Universidad Complutense, Francisco Maraven, Francisco Armijo e Icíar Vázquez, para recoger muestras de este pozo para analizarlas y estudiar la posibilidad de incluirlas en la próxima edición, la tercera, del Vademécum de aguas mineromedicinales españolas.
Este Vademécum es un completo estudio que reúne más de un centenar de aguas mineromedicinales españolas, en el que se analizan sus propiedades físico – químicas , exponiendo además sus características, indicaciones y técnicas de aplicación en los balnearios. En la última edición de este trabajo está incluida la Fuente Santa, aunque los especialistas desplazados a La Palma también tomaron muestras de estas aguas de Fuencaliente.
Pero para que las aguas del Charco Verde consigan entrar en esta especie de enciclopedia de la hidroterapia en España, requiere que obtengan en un plazo razonable de tiempo la declaración oficial de mineromedicinales por parte del Instituto Geológico y Minero de España.
Un proceso para el que los investigadores canarios confían en tener el respaldo de las administraciones palmeras, tanto del Cabildo como del Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane. Sarbelio Fernández se mostró convencido de que si cuentan con el apoyo de las instituciones y “remamos todos en la misma dirección” podrán lograr este reconocimiento y las aguas del Charco Verde aparecerán contempladas en la revisión del Vademécum, que está previsto que se publique a finales de este año.
Los distintos análisis y estudios que han realizado estos dos investigadores a lo largo de los últimos años confirman que las aguas conservan las propiedades mineromedicinales, si bien requieren la certificación oficial de las mismas como de interés público para que puedan ser catalogadas como tal. Las de la Fuente Santa están catalogadas así.
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