Uno de los argumentos que el PSOE esgrimió internamente como causa de la derrota que sufrió Felipe González frente a José María Aznar en el primer debate electoral televisado en España, celebrado en 1993, fue el incidente del vuelo del expresidente socialista entre Las Palmas y Madrid la noche anterior al cara a cara, que le impidió descansar lo suficiente, al aterrizar en la capital de España a las 4 de la madrugada. Manuel Campo Vidal trajo al presente aquella circunstancia en la presentación de su libro La cara oculta de los debates electorales , donde aseguró que aquel día Felipe González estuvo “a punto de morir”.
El periodista conoció aquel suceso años después de producirse el debate. El avión que transportaba a González desde Gran Canaria a Madrid, la noche del 23 de mayo de 1993, tras la tercera jornada de la campaña electoral, había sufrido un problema de despresurización de la cabina y tuvo que regresar a Gando cuando llevaba aproximadamente una hora de vuelo. Campo Vidal hizo público este suceso en el programa La Ventana, de la Cadena SER, en 2008. “Años después, cuando lo supe, le pregunté a un escolta de los que le acompañan: ¿usted estuvo en el avión aquel? Y me dijo: Yo no sé como mi jefe pudo hablar al día siguiente, porque yo estuve una semana sin hablar”, comentó el presentador.
Felipe González había estado aquel domingo previo al debate electoral en Tenerife y luego en Gran Canaria, donde ofreció un mitin por la mañana en la plaza de toros de la capital chicharrera y otro por la tarde en el Estadio Insular de Las Palmas, que congregó a 10.000 personas. Una jornada intensa, a la que se sumó el citado contratiempo del vuelo, que le obligó a esperar que le enviaran un avión para regresar aquella madrugada.
Sea por esta causa o por otros motivos que han apuntado también diversos analistas, como el hecho de que Felipe González apenas se preparó el debate y menospreció a su rival, confiado excesivamente en su capacidad dialéctica y experiencia política, lo cierto es que José María Aznar salió como claro vencedor de aquel primer cara a cara celebrado en Antena 3 y que siguieron algo más de 9,6 millones de espectadores.
Las encuestas que se iban publicando apuntaban a un resultado electoral reñido entre los socialistas y los populares. La corrupción y las dificultades económicas por las que atravesaba el país, que había olvidado ya los grandes fastos del año anterior, como la Exposición Universal de Sevilla o las Olimpiadas de Barcelona, tenían contra las cuerdas al presidente González. Una situación que se agudizó con este debate, en el que los españoles asistieron por la pequeña pantalla a “la primera vez que a Felipe le doblaba alguien”, como dijo en unas declaraciones al periódico El País la entonces directora de informativos de TVE, María Antonia Iglesias.
Pero aquella no fue la única oportunidad que tuvo González de debatir cara a cara ante su contrincante en la campaña electoral de 1993. Como en Gando tuvo un segundo vuelo para regresar a Madrid, González contó también con una segunda oportunidad para resarcirse de la derrota, esta vez ante las cámaras de Telecinco, en un debate moderado por el periodista Luis Mariñas, que falleció en 2010.
Este segundo debate, el de la remontada, como se le conoce, tuvo mayor audiencia que la cadena de la competencia, superando los 10,5 millones de espectadores. Esta vez, Felipe González salió como claro vencedor, lo que sin duda ayudó a conseguir la victoria electoral de los socialistas, con cuatro puntos por encima del PP y una caída de 16 escaños. Pero el PSOE daba claros síntomas de desgaste y perdió la mayoría absoluta que logró en las tres elecciones anteriores. El relevo del PP estaba a las puertas, alcanzándolo tres años después.
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