Exigen medidas contra la picaresca de la venta de coches en la calle

Pequeños y medianos empresarios de Arona, Playa de Las Américas y Costa Adeje denuncian “competencia desleal” y el boicot a los aparcamientos de la vía pública en los núcleos turísticos
Varios coches expuestos en los aparcamientos de la avenida principal de Los Cristianos, junto a la rotonda de entrada. DA
Varios coches expuestos en los aparcamientos de la avenida principal de Los Cristianos, junto a la rotonda de entrada. DA
Varios coches expuestos en los aparcamientos de la avenida principal de Los Cristianos, junto a la rotonda de entrada. DA

Los pequeños y medianos empresarios de Arona, Playa de Las Américas y Costa Adeje denuncian la venta, “presuntamente irregular”, de coches de segunda mano en la vía pública de los principales núcleos turísticos del Sur, una práctica que, aseguran, se ha extendido como una mancha de aceite desde principios de 2015 y que, a su juicio, supone una “competencia desleal” para el sector, además de contribuir a agravar el problema de la falta de aparcamientos.

En rotondas y avenidas de Los Cristianos y Las Américas resulta cada vez más visible la presencia de vehículos con letreros de se vende, bien visibles, con similar tipografía y numeración, tal y como pudo comprobar ayer este periódico.

“En las proximidades de la rotonda de Los Cristianos hemos llegado a contabilizar 47 coches aparcados, ¡con la escasez de plazas de estacionamiento que hay en esta zona!”, exclama Antonio Luis González, presidente de la Asociación de Empresarios, Comerciantes y Profesionales de Arona, que denuncia los perjuicios económicos que esta práctica produce en el sector de vehículos de segunda mano “que está regulado y paga sus impuestos”. González va incluso más allá al recordar que con la nueva normativa de limitación de pagos en efectivo, “se supone que no se pueden realizar transacciones superiores a 2.500 euros en metálico, y los importes de los coches, en el 90% de los casos superan esa cantidad”.

Este hecho, a su juicio, supone que “se está desarrollando una economía presuntamente irregular, que estamos cansados de denunciar, sin que los ayuntamientos, la Agencia Tributaria o Tráfico tomen cartas en el asunto”.

“Lo que pedimos es mayor control. Es tan sencillo como que un inspector llame a algunos de los teléfonos que aparecen y comprobará que el mismo operador cogerá varias llamadas. Por otra parte, cada vez que se realiza el traspaso de un vehículo se tiene que dejar constancia de quién es la persona que lo realiza, y suelen ser las mismas”, asegura el presidente de los empresarios aroneros, que advierte de la existencia de la figura del supuesto intermediario para facilitar la venta.

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