Ni sí ni no

El pleno del Congreso de los Diputados ha rechazado la moción presentada por el ahora denominado Partido de los Demócratas de Cataluña en el sentido de respetar -aceptar- la convocatoria del referéndum independentista anunciado para el próximo primero de octubre

El pleno del Congreso de los Diputados ha rechazado la moción presentada por el ahora denominado Partido de los Demócratas de Cataluña en el sentido de respetar -aceptar- la convocatoria del referéndum independentista anunciado para el próximo primero de octubre. La moción fue rechazada por los partidos constitucionalistas, incluyendo Nueva Canarias, y, como era de esperar, estuvo apoyada por Podemos y Compromís, el PNV, Bildu y los independentistas catalanes. La sorpresa -para algunos- estuvo en la abstención de Coalición Canaria y su equidistancia entre la legalidad constitucional y la destrucción de la Constitución y la Ley. Una abstención que parece contradictoria con anteriores posicionamientos de esa formación en la Cámara y que colisiona con su acercamiento al Partido Popular con el horizonte de incorporarlo al Gobierno.

Las razones aducidas por la representante canaria no parecen tener demasiada consistencia. Argumenta la diputada Ana Oramas que su partido suele abstenerse en los asuntos que afectan a Cataluña y que siempre han defendido que el referéndum sea pactado entre los Gobiernos catalán y español. Pero esa posición es insostenible. Para empezar, no se trata de un asunto que afecta a Cataluña, sino que afecta -negativamente- a todos los españoles, a la soberanía nacional y a la Constitución. Y el pacto -que todos los demócratas queremos siempre- cabe en temas estatutarios, de competencias o de financiación, pero, en ningún caso, el Gobierno puede pactar desconocer la Constitución. Como la diputada sabe perfectamente, ese pacto destruiría la democracia y el Estado de derecho. Añade Ana Oramas que su partido no apoya el referéndum (su abstención logra disimularlo muy bien), pero que hay que seguir apostando por el diálogo. Pero lo que se dirimía en el Congreso no era el diálogo, sino la aceptación del referéndum. El diálogo y el pacto contra legem cabe en repúblicas bananeras y en Estados fallidos, pero no en España.

Desde nuestro punto de vista, la sorpresa por la abstención ha sido relativa. Y lo ha sido porque, tanto Coalición como su base fundamental que es ATI, han practicado siempre un particular populismo consistente en la indefinición ideológica, en concreto respecto al independentismo, con el que intercambia guiños de complicidad y de ahora no toca. El partido ha aceptado la bandera de las siete estrellas verdes, que sus Juventudes enarbolan orgullosamente desde el independentismo, y alberga en su seno un numeroso sector independentista, nunca desautorizado. Es muy revelador que Nueva Canarias no se abstuviera en la votación que comentamos y votara con los constitucionalistas, mientras Coalición se abstenía.

¿Es constitucionalista el nacionalismo de Coalición Canaria? La respuesta correcta es: ni sí ni no ni todo lo contrario. Y si no le gusta la respuesta, querido lector, tenga en cuenta que muchos canarios la compran. Y, además, la votan.

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