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Pasaportes a 2.000 dólares

Conseguir un pasaporte venezolano, en Caracas, para poder salir del país, ya sea por avión, ya sea por la frontera con Colombia, cuesta 2.000 dólares de soborno al funcionario

Conseguir un pasaporte venezolano, en Caracas, para poder salir del país, ya sea por avión, ya sea por la frontera con Colombia, cuesta 2.000 dólares de soborno al funcionario. El régimen de Maduro no quiere conceder nuevos pasaportes, los tiene restringidos. Los venezolanos a los que les haya caducado el documento y quieran renovarlo, u obtener uno nuevo, les cuesta esa cantidad. Venezuela es un país sin ley, con un Gobierno que ha perdido los papeles y con grave riesgo de asonada militar. El Ejército chavista tiene 2.000 generales en plantilla, cuando el de los Estados Unidos dispone de unos 900. El camino de Caracas a Maiquetía se ha convertido en un infierno de controles militares y paramilitares. Hay que ir soltando sobornos cada media docena de kilómetros. Si no, no pasas. Varias compañías aéreas, entre ellas la española Iberia y la portuguesa Tap, han decidido suspender algunos vuelos. Y los que llegan al aeropuerto Simón Bolívar lo hacen con las tripulaciones dobladas para no tener que bajarse del avión y llegar hasta Caracas, porque existe riesgo real de que sean atacados en la autopista por los “colectivos” paramilitares chavistas, verdaderos terroristas al servicio del régimen. Hace meses que los consulados generales en el exterior no reciben los fondos asignados por la Cancillería venezolana, que hoy ocupa Jorge Arreaza, hijo de una mujer encantadora que fue vice-cónsul en Tenerife en los tiempos de Jesús Márquez Moreno como cónsul general, de tan grato recuerdo. Arreaza está casado con una hija de Chávez y vive en La Casona, la residencia presidencial (Maduro tiene miedo y está refugiado en dependencias de Fuerte Tiuna, acuartelamiento cercano al palacio de Miraflores). Los consulados no pueden pagar a sus empleados y los gastos de oficina se están cubriendo con el dinero privado de los propios cónsules. Seguiremos hablando de Venezuela.

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