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Tenerife contará en 2020 con una de las mayores plantas fotovoltaicas del mundo

El megaproyecto del ITER, de 350 megavatios, unido al resto de instalaciones de energías limpias, permitirá cubrir la demanda de más de la mitad de la Isla; su alto coste, 300 millones de euros, obliga a buscar socios
Planta fotovoltaica
Planta fotovoltaica

El sur de Tenerife, una de las zonas de Europa con más horas de sol al año, albergará una de las mayores plantas de energía fotovoltaica del planeta, que colocará a la Isla en la vanguardia internacional de producción de electricidad obtenida a partir de la radiación solar. El proyecto estrella del Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER), que depende del Cabildo, será capaz de producir hasta 350 megavatios, una cantidad que a fecha de hoy colocaría esta instalación en el décimo puesto de las centrales fotovoltaicas más importantes del mundo -ranking que dominan India, China y Estados Unidos- y el primero de Europa, por delante de la central francesa de Cestas, de 300 megavatios, hoy la primera del continente.

La planta, que se construirá previsiblemente al norte del Polígono Industrial de Granadilla, en una zona de terrenos improductivos próxima al límite con el municipio de San Miguel de Abona, estará instalada en el año 2020, según las previsiones del Cabildo. El elevado coste del proyecto, 300 millones de euros (similar a la obra del cierre del anillo insular), obligará a buscar inversores. La financiación y la negociación con los propietarios de los terrenos son los escollos más complicados que la Institución insular quiere resolver a lo largo de 2018 para cumplir con los plazos marcados.

El consejero de Innovación, Educación, Cultura y Deportes del Cabildo, Antonio García Marichal, reconoció a este periódico que el desarrollo del proyecto son “palabras mayores”, ya que, indicó, “350 megavatios, sumados a la energía limpia que ya genera el ITER y el resto de productores, supone cubrir la demanda de más de la mitad de la Isla”. El responsable del Área de Tenerife 2030 destacó que la “gran apuesta” por la sostenibilidad y la huella de carbono del Cabildo se traducirá en que “prácticamente la mitad del gigavatio de consumo de la Isla lo generará el Instituto Tecnológico y de Energías Renovables”.

Antonio García Marichal

“Si el próximo año resolvemos el suelo y la financiación, lo que seguramente nos llevará a buscar socios a través de los procedimientos de licitación y concursos públicos, calculamos que tardaríamos dos años en implantar la central, por lo que, si todo va como esperamos, antes de que finalice 2020 la planta estaría concluida”, explicó García Marichal, quien subrayó que la instalación ocupará “unas cuantas hectáreas de terreno”.

Almacenamiento

El consejero manifestó que la gran planta fotovoltaica será un proyecto con “capacidad de acumulación”, es decir, además de producir electricidad durante el día, un sistema de baterías permitirá acumular energía, de tal forma que esta irá entrando en el sistema en función de las necesidades. “Eso significa que la planta puede generar energía por la noche, cuando no hay producción solar, gracias al almacenamiento en las baterías, con lo cual conseguimos que la red se estabilice, lo que a su vez contribuye positivamente, además de a una mayor rentabilidad, a la estabilidad del sistema insular”, apuntó el responsable de Innovación del Cabildo.

La instalación de esta gran central de módulos fotovoltaicos de 350 megavatios supondrá un salto de calidad sin precedentes en la Isla. Hasta ahora, la mayor planta en funcionamiento es de 20 megavatios, es decir, casi 18 veces inferior al megaproyecto del ITER.

Además, el Instituto Tecnológico y de Energías Renovables instalará en emplazamientos ya definidos del Polígono Industrial de Granadilla y del Complejo Ambiental de Arico otros 55 megavatios en tres parques eólicos, con una inversión prevista de 60 millones de euros. Ya está en marcha el proceso de licitación de los aerogeneradores, de última generación, que estarán funcionando a finales del próximo año, según adelantó Antonio García Marichal. No serán los únicos proyectos que verán la luz en 2018 como consecuencia del concurso eólico convocado por el Gobierno de Canarias. También está prevista otra planta de generación de energía solar de 5 megavatios en el Polígono Industrial de Granadilla, actualmente en fase de desarrollo.

El capítulo de proyectos de energías renovables se completa con la investigación en marcha, financiada con fondos del ITER, para hallar recursos geotérmicos en el subsuelo de la Isla, es decir, aprovechar el calor residual del vulcanismo. García Marichal indicó que “se están acotando todos los lugares de la Isla para localizar nuevas fuentes de producción. A partir de ahí pincharemos el terreno para ver si hay reservorios de energía geotérmica almacenada en el subsuelo”. Las impresiones son, en principio, positivas, lo que aumentaría aún más el protagonismo de las energías limpias en el futuro. “Con el aporte solar, eólico y volcánico podríamos cubrir la demanda de todo Tenerife entre 2025 y 2030. Tendremos una isla prácticamente renovable”.

La transformación directa de radiación solar en electricidad

La energía fotovoltaica es una de las grandes fuentes renovables que producen electricidad y que, tras el parón en España en 2012 tras suspender el Gobierno central los incentivos económicos para su instalación y los procedimientos de preasignación de distribución, vuelve a coger impulso. La transformación directa de radiación solar en electricidad se realiza a través de unos paneles sobre los que inciden los fotones, creándose un campo de electricidad y generándose un circuito eléctrico.

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