
Es diputado regional desde 1982. Antonio Castro, ingeniero técnico agrícola palmero, lo ha sido casi todo en la política canaria (edil, senador, consejero de Cabildo y del Ejecutivo canario, y presidente del Parlamento). Solo le ha faltado presidir el Gobierno. “A lo mejor un presidente de una isla no capitalina habría fortalecido más CC”, confiesa. Castro insta a una “reflexión profunda” en su partido, ante la caída de votos; se siente “orgulloso” del sistema electoral canario, salvo de los “altísimos topes” y asegura que si hubiera un referéndum en Canarias, la mayoría votaría por el actual modelo autonómico, con máximo autogobierno.
-¿Qué salidas ve usted a la situación politica estatal?
“Lo deseable es que se formara un Gobierno estable, a la altura de este tiempo. Es imprevisible saberlo; es una situación inédita”.
-¿Estamos abocados a unas nuevas elecciones generales?
“No entiendo que vayamos a nuevos comicios para plantear lo mismo y los mismos candidatos”.
-¿Es usted de los que teme un Gobierno de PSOE y Podemos?
“Miro con bastante preocupación lo que ocurre, porque veo mucho personalismo y excesivo interés de partido. Y si entendiera que hay responsabilidad institucional, no me importaría qué partidos estén en ese gobierno”.
-Usted es un líder histórico de CC. ¿Cuáles son las causas de la caída electoral de su partido?
“El partido está padeciendo el elevado coste de gobernar durante muchos años. Junto a eso, ha venido la crisis económica, la globalización… y los problemas que siempre ha tenido el nacionalismo canario. Hace falta un debate profundo, y me consta que lo está habiendo CC en todas las islas y municipios. Espero que del próximo congreso salgamos fortalecidos, ilusionados y con esos problemas superados”.
-¿Cuál es la ideología de CC? ¿Nacionalismo no independentista, aunque resulte contradictorio?
“La mayoría de la gente en Canarias se siente primero canaria y después española, pero las dos cosas a la vez. Y eso se debe tener en cuenta en el modelo nacionalista canario, que para mí está en el marco de la Constitución, pero muy diferenciado de otras comunidades autónomas, incluso por encima del País Vasco, Cataluña o Galicia. Yo el nacionalismo de CC lo veo desde una izquierda moderada hasta una derecha moderada, pasando por un centro; abarcando una socialdemocracia y un liberalismo progresista. En suma, una posición centrada y amplia. Porque los canarios además son así. Creo que si hubiera un referéndum en Canarias la gente optaría por el modelo que tenemos, pero con el máximo autogobierno posible, y definidas y recogidas esas competencias en la Constitución española”.
-Usted tiene mucho poder en La Palma, como impulsor de API y de CC. ¿También su partido en su isla necesita cambios, tras la marcha de miembros de izquierdas?
“No tengo ese poder, sino que lucho por lo que necesitan los palmeros. Ni siquiera tengo ya cargo en el partido. Y las discrepancias sobre asuntos internos las digo donde tengo que decirlas, no en la prensa. Se fueron algunos miembros, sí, y las elecciones pusieron a cada uno en su sitio. Pero yo estoy abierto siempre al reencuentro”.
-¿Cree entonces en la reunificación nacionalista, NC incluida?
“Eso es fácil decirlo y muy difícil hacerlo. Pero los problemas de la división de CC no han sido de idearios ni de programas ni proyectos, sino de personalismos”.
-Usted comentó en cierta ocasión que tuvo la opción de ser presidente del Gobierno canario, pero no logró apoyos suficientes por ser de una isla no capitalina…
“¿A qué canario o canaria no le gustaría presidir el Gobierno de su tierra? No me queda pena ni frustración; sí un cierto sentimiento de que por no haber sido presidente se desilusionara mucha gente de las islas menores y sobre todo de La Palma. Y siempre quedará la duda de si un presidente no de Tenerife ni Gran Canaria no habría contribuido a fortalecer más CC”.
-¿Ve injusto el sistema el electoral canario, como sostienen casi todos los partidos?
“No es injusto porque es igual para todos. Hay mucha ignorancia y mucho interés partidista, y se está olvidando el concepto de lo que es Canarias. Sí son mejorables los topes, pues el insular es alto y el 30% regional altísimo… En la reforma del Estatuto proponemos bajarlos a la mitad. Y punto. Deberíamos estar orgullosos de un sistema electoral justo, equilibrado y que ha dado estabilidad 34 años, en los que ha permitido a Canarias la mayor época de desarrollo, aunque ahora estemos en una crisis, que es mundial. Si se cambia cometemos el riesgo de desestructurar lo que funciona”.