Sempiterna cobardía – Por Cecilio Urgoiti

Qué pasaría si Dios existiese y viviese en Bruselas? Dios en la Tierra es un cobarde, tiene patéticos códigos morales y su conducta con su familia es odiosa

Qué pasaría si Dios existiese y viviese en Bruselas? Dios en la Tierra es un cobarde, tiene patéticos códigos morales y su conducta con su familia es odiosa. Su hija Ea, que se aburre mortalmente en la anodina Bruselas, decide rebelarse contra su padre, entra en su ordenador y desvela a todo el mundo el día de su fallecimiento, con lo que hace que de repente todas las personas reflexionen sobre qué hacer con los días, meses o años que les quedan por vivir. Lo escrito hasta ahora es cine y, por consiguiente, ficción… Este es argumento de la película El nuevo, Nuevo Testamento. Si la mitad de la militancia socialista votó y de ella, el 20% lo hizo negativamente, solo hay un respaldo cierto del 40% de los militantes, que no de los votantes. Visto así, no hay un respaldo a ese insubstancial pacto con la derecha de nuevo cuño. Los datos de la consulta interna del P..E pueden estar anunciando, como en la película antes mencionada, la hora y día de la muerte, eso sí, política, del actual líder.

No me parece mal, en absoluto, el pacto entre el P..E y C’s, es totalmente natural y hasta lógico, además de insigne para la derecha, pero para esa aprobación tengo en cuenta la tendencia histórica de los socialdemócratas, que desde hace décadas ha tendido por ese fatal derrotero, por tanto, no hay ningún problema, han hecho lo único que saben hacer. Colocarse en el espacio político que, por ahora, les ha asignado el capital. Se vive muy bien de las migajas, máxime sin tener en cuenta cuál es el salario de la sufrida población. Las épocas pretéritas han cambiado, ya no pueden tergiversar nada, como consecuencia directa de aquel sorprendente día. El 15M de 2011, en el que se empezó a desmoronar el paradigma del “atado y bien atado”, que tan subyugado ha tenido a la ciudadanía, durante más de ocho décadas. Resumiendo, se está poniendo el punto final de cuando se utilizaba el “yo o la derecha”, del sr. González, pues me permito recordar que tú y la derecha sois lo mismo.

Tal vez la política del bipartidismo y su hundido y hueco devenir esté llevando a toda esta muchedumbre de vividores de forma desesperada a no sé que limbo de ingenuidad paupérrima en ideas, a la hora de mostrar una huída a ninguna parte. Un certero toque de arrebato, donde solo ellos son los que están implicados en un incendio, que solo ellos han provocado y mantienen vivo por propio interés. Se vislumbra cómo de la noche a la mañana se transforman en una especie de conservadores, demasiado cobardes para luchar y muy gordos y pesados, si cabe, para huir. Han entrado en una eterna o sempiterna cobardía.

Lo que hoy conocemos como “casta” son los que nos dicen que son la izquierda o la derecha y van, sin ningún pudor, y aceptan un programa de derechas y dicen “…que lo aceptado es lo que ellos llevan en el suyo”. Los antagonistas de estos son lo mismo de cínicos, vienen diciendo que hay que limpiar y en el momento que se toca la palabra pacto, “le colamos” a los aventajados de la política “el 80% de nuestro programa electoral” y a otra cosa mariposa. Salen corriendo y le cuentan a Mariano lo hecho…

El impudor es tan grande que entendiendo, y lo entiendo perfectamente, que se está en precampaña electoral y, por tanto, se exagera mucho, esta teatralidad de la política, de corte muy yanqui, no deja de ser un ilógico y garrafal asunto que se asemeja al estilo ventajista, propio de las peores películas del oeste americano. Eso sí, emana de ello un corte caciquil y muy dictatorial. Entremos en materia. No se hace referencia a la derogación de la reforma laboral, trazando unas nuevas indemnizaciones, que tan solo corrigen a las 48 horas una de las partes. Cándido Méndez hecha un capotazo y dice que no se debe derogar, pues se crea un vacío jurídico. Cándido, se legisla y luego se deroga. Lo que hay que legislar se legisla y, en la misma ley, la derogación de las anteriores leyes, con un artículo transitorio. Hay un sí al contrato único. No se explicita la derogación de la ley mordaza, no se dice cómo se pagan los 10.000.000.000 de euros que exige la UE por desfase del actual presupuesto, no se menciona la forma de financiación de las ayudas a los desempleados, de lo de las pensiones, nasti de plasti, no se nos da cuenta, a la postre de nada, de lo manifestado en campaña… Y si ese es el 80% del programa de C’s y Sánchez dice que lo escrito estaba en su programa electoral, es que ambos partidos son de corte conservador, vamos, lo más radical de la rancia derecha, y nos tienen engañados con eso de centro derecha y centro izquierda.

Albert Rivera “quiere jubilar políticamente a los no nacidos en democracia”. Si es en España donde quiere hacerlo, serán todos, incluido él mismo, pues aún no ha llegado la democracia. Si la democracia no es participativa, simplemente no la hay, por mucho que se repita.

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