Fue el de ayer un duelo extraño, en el que volvió a demostrar Salva Arco que tiene un sitio en la Liga Endesa y que el CB Canarias haría bien en pensar en el de cara a la próxima campaña, también, como él mismo había indicado, fue un encuentro en el que a Nico Richotti volvieron a pegarle mucho, una barbaridad, y en el que el juego interior valenciano, de los mejores de la Liga Endesa, se comió al visitante.
La intención de los canaristas era la de borrar la mala imagen de los días de Manresa y Fuenlabrada, pero eligió mal día y muy mal escenario. Con el reseñado 22-3 después de un parcial de 11-0 el encuentro no iba a tener demasiada historia. Eso a pesar de que en el primer cuarto el Iberostar Tenerife buscó buenas situaciones de tiro, incluso liberadas, pero no entraban. Los errores canaristas no se deben a mala situaciones para el lanzamiento, pero sí escasa puntería. Solo así se entiende pasar de un 8-2 a un 22-3 que baja la capacidad de competir de cualquiera. En esos primeros 10 minutos los de Vidorreta solo cometieron 3 personales habiendo recibido 26 tantos, por lo que elevar el nivel de agresividad se antojaba vital.
En el segundo cuarto las sensaciones mejoraron algo. Lo cierto es que el Canarias jugaba la pelota con criterio, pero el aro se le hacía pequeño, muy pequeño. En vista de que nadie más era capaz de ser protagonista ofensivo, Salva Arco comenzó su buena serie en triples para acercar a los suyos en el electrónico (33-21) para luego conseguir seguir a rueda del Valencia cuando la bocina señaló el túnel de vestuarios para ambos equipos (41-29).
Pedro Martínez había decidido rotar mucho a los suyos visto lo claro que se veía el encuentro para sus intereses. Así, jugadores no habituales como Sato y Trías participaban del juego de su equipo que cada vez más se concentraba en la zona rival. Hanley y Abromaitis, que dieron minutos de descanso a Jones y Petit, no eran capaces de parar las acometidas del Valencia que vio como un triple de Arco dejaba a los visitantes solo 10 puntos abajo (46-36).
El espejismo duró lo que un parcial de 15-0 que fue suficiente para desarbolar al Iberostar Tenerife. Las cosas se ponían ahora en 57-36, así que solo quedaba tratar de mejorar para regresar de la Fonteta con, al menos, sensaciones positivas.
Y para eso sirvió el 8 de 15 en triples de la segunda mitad, en buena medida gracias a Arco y Richotti, que mantuvieron la amenaza en una canasta rival que no bajaba los brazos y parecía querer siempre más. La mejor muestra de ello fue el tiempo muerto pedido por Pedro Martínez con 76-57 tras otro triple, sí, de Salva Arco, así como el solicitado cuando el Iberostar Tenerife volvió a asomar la cabeza en su último arranque de lucha (84-69).
La dura derrota quedó atenuada en los minutos finales, ya con el equipo pensando en que Sevilla no puede ganar en el Santiago Martín, aunque la enfermería aurinegra esté, a día de hoy, dificultando el rendimiento de un equipo que sigue pensando en el día a día.
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