Don Erre que Erre

No sé si ustedes recordarán -alguna vez las repone la televisión-las películas de Paco Martínez Soria, aquel actor baturro de una gracia indudable. Bueno, pues una de ellas se titulaba Don Erre que Erre y contaba las andanzas de un tipo muy tozudo

No sé si ustedes recordarán -alguna vez las repone la televisión-las películas de Paco Martínez Soria, aquel actor baturro de una gracia indudable. Bueno, pues una de ellas se titulaba Don Erre que Erre y contaba las andanzas de un tipo muy tozudo. El PSOE debería organizarle un pase privado de esta cinta a su candidato, Pedro Sánchez, que sigue diciendo que no va a hablar con el PP después de las elecciones. Yo no sé si a Sánchez le falta un tornillo o es que sufre alguna enfermedad de esas raras, que no se explican. Pero después de haber sido casi el único culpable de que se repitan las elecciones, y de sus consecuencias, sigue con la misma cantinela de odio al PP y a su líder, Mariano Rajoy. Conste que yo no voy a votar a ninguno de los dos, sencillamente porque me voy a quedar en casa el 26J, pero me da que este chico tiene alguna carencia de potasio, de fósforo o de materia gris, porque no es normal su actitud. Primero, porque las encuestas le dan fatal, o sea que a lo mejor no tiene ni siquiera la oportunidad de participar en un Gobierno. Y segundo, porque el espacio de la izquierda se lo están robando al PSOE entre Podemos e Izquierda Unida. Lo mejor que podría hacer Sánchez es tender una mano al PP, por aquello de que son dos partidos constitucionalistas, y no seguir con las hostilidades, de las que, en parte, ha tenido que pedir perdón. No sé lo que piensan los llamados barones del PSOE, aunque me da que nada porque el tal Sánchez tiene vía libre para actuar como si fuera un niño de quince años. Y no es esto, no es esto.

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