Insularismo

Muchos hemos defendido y argumentado desde hace más tiempo del que nos gustaría la creación en el sistema electoral canario de una circunscripción regional, compatible con las siete circunscripciones insulares actuales

Muchos hemos defendido y argumentado desde hace más tiempo del que nos gustaría la creación en el sistema electoral canario de una circunscripción regional, compatible con las siete circunscripciones insulares actuales. Una circunscripción que, además de mejorar la proporcionalidad del sistema, evitaría, en primer lugar, el ámbito exclusivamente insular del discurso político, las campañas electorales y el liderazgo político en el Archipiélago, lo que dificulta el fomento de una cultura política pancanaria y solidaria; y propicia el doble -o séptuple- lenguaje de los partidos y los candidatos. En segundo lugar, esta circunscripción también evitaría la identificación de los presidentes de Gobierno canarios como representantes de una isla determinada, en detrimento de las otras, al ser en la actualidad votados en una lista insular únicamente por los electores de una sola isla. Su presencia en la lista regional permitiría que fueran votados por todos los canarios. El presidente del Gobierno ya se opuso en el Parlamento canario a una propuesta de Podemos en este sentido, lo que nos adelantaba la posición de su formación sobre el particular. Y ahora es la presidenta del Cabildo herreño la que reconoce en una reciente entrevista que una circunscripción regional haría desaparecer a Coalición Canaria o, al menos, provocaría su ruptura.

Sorprende esta afirmación respecto a una fuerza política que, precisamente, se reclama nacionalista, pancanaria y superadora de nuestra secular división y enfrentamiento insulares. Porque es un reconocimiento de que Coalición no pasa de ser una coalición de reinos de taifas y grupos de presión caciquiles atrincherados en sus islas, bajo las riendas tinerfeñas, la colaboración palmera y el pacto herreño. Una coalición que se rompería ante un discurso -y una praxis- auténticamente pancanarios y solidarios. Vamos, ante lo menos que se espera de un nacionalista.

A su vez, durante todos estos años, los socialistas han ido dando bandazos, y en unas ocasiones han defendido la octava circunscripción y en otras no. Ahora parece que la vuelven a asumir, lo cual, por lo que se ve, no deja de ser un problema para sus actuales socios de Gobierno.

En la misma entrevista, la presidenta herreña afirma no ser insularista. Pues si negar la lista electoral regional y entenderla como una amenaza y un peligro políticos no es insularismo, que venga el pleito insular y lo vea.

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