El área de Medio Ambiente del Cabildo de Tenerife está evaluando los informes presentados tanto por un agente forestal del Parque Rural de Anaga, como por la Policía local de Santa Cruz de Tenerife, en relación a la posible afección provocada en la zona de Anaga durante el rodaje de la película Oro, que tuvo lugar en el mes de marzo pasado.
En concreto, agentes de la Policía local en Anaga levantaron acta el pasado 28 de marzo por infracción administrativa cometida en la zona de Barranco de Ijuana por dañar ejemplares de flora silvestre y por abandono en el lugar de especies de flora exótica, en la Reserva Integral de El Pijaral, según fuentes municipales consultadas por DIARIO DE AVISOS.
Este expediente, acompañado de diversas fotografías alusivas, fue remitido al área de Medio Ambiente del Ayuntamiento capitalino y del Cabildo de Tenerife, con fecha de 5 de abril de este año. En el documento, según las fuentes consultadas, se detalla que la zona que acogió la grabación ha sufrido un “grave impacto”, en un ámbito de alrededor de entre 300 y 400 metros cuadrados, afectando a varias especies catalogadas.
A este documento, se le suma el informe elaborado por un agente de Medio Ambiente en relación a la mencionada actividad cinematográfica, que tuvo lugar entre los días 29 de marzo y 4 de abril de este año, que fue recibido en la Institución insular el 15 de marzo. El texto refleja que “el lugar, con una formación de monteverde hidrófilo de vaguada extremadamente delicado según diversos autores, se ha visto notablemente afectado, en especial en aquellos puntos donde se concentró la actividad propia de la filmación observándose daños importantes (muerte y mutilación) de muchos ejemplares”.
“Cabe recordar que zonas como esta -consideradas en un principio, de exclusión o de acceso prohibido, constituidas por aquellas superficies de mayor calidad biológica o que contengan en su interior elementos bióticos o abióticos más frágiles, amenazados o representativos- se encuentran sometidas a un acceso regulado y atendiendo a fines científicos, de conservación o emergencia. La actuación autorizada dista mucho de los fines o criterios citados, hecho que puede obedecer a una modificación reciente en la ordenación”. Asimismo, el texto del agente forestal recomienda como condicionante, ante futuras actividades similares, “establecer la adopción de medidas necesarias que garanticen el buen estado fitosanitario de las especies alóctonas a utilizar así como asegurar que sus contenedores o mecetas no contengan semillas que se puedan propagar, a fin de no alterar la pureza genética o los equilibrios ecológicos de los ecosistemas”.
Sin fianzas
Estas prácticas, supuestamente dañinas para el entorno, han sido también denunciadas por ATAN, colectivo ecologista que asegura que tomarán medidas al respecto. Critican que “esta actividad -como las múltiples que se realizan en los espacios protegidos de Tenerife-, no repercute directamente en la conservación del Parque Rural de Anaga ni en el mantenimiento de los Servicios del Parque y tampoco se establecen fianzas a estas actividades para garantizar el buen orden y ejecución de las mismas, o para garantizar la limpieza y conservación de los espacios utilizados”.
Ahora, el área de Medio Ambiente del Cabildo de Tenerife deberá analizar al detalle los informes emitidos, y comprobar la posible afección, para emitir un dictamen y, en caso de que proceda, posibles sanciones.
ATAN asegura que hubo daños en seis variedades catalogadas
Desde ATAN sostienen que se ha afectado un total de seis especies protegidas, incluidas algunas en el Catálogo Canario de Especies Protegidas o similares listados. Se trata de Diplazium caudatum , Woodwardia radicans , das, Dryopteris guanchica, Asplenium hemionitis, Vandenboschia speciosa y Pteris incompleta.
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