Gordillo, que este miércoles 13 de julio, imparte en el Centro Cultural Federico García Lorca la conferencia titulada ‘La lucha canaria, una seña de identidad: Ingenio, un pueblo de lucha’, en el marco del Campus de Etnografía y Folklore que se desarrolla en la Villa de Ingenio, iniciativa enmarcada en el XXI Festival Internacional de Folklore Villa de Ingenio “Muestra Solidaria de los pueblos”, organizado por Coros y Danzas de Ingenio, subraya que “deberían modificarse o renovarse algunos aspectos o fundamentos de la Lucha Canaria para que cobrara otra dimensión en el contexto y la manera de entender como espectáculo el deporte que posee hoy la sociedad”.
En este sentido sostiene que “sin intentar quitar o enmascarar aquellas señas que confieren característica de máxima identidad a la práctica de la lucha, habría que revisar aquellos componentes relacionados especialmente con la salud, donde incluimos sin duda el debate claro del peso, pasando por el modelo de lucha y llegando al propio reglamento, que deberían ser profundamente debatidas para valorar su modificación y aceptación”.
Cuando se le pregunta por estado actual de la lucha canaria, Gordillo avanza que “cualquier momento en la historia tiene sus diferentes valoraciones, existiendo siempre balances oscilantes, los ha habido mejores; ahora mismo no es el momento de máximo esplendor, pero nada es fácil para la práctica de deportes minoritarios que tarde o temprano chocan contra la fortaleza de otras modalidades mejor favorecidas y atendidas”.
Gordillo, profesor de Actividad Física y Salud de la ULPGC, médico especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte y director del Departamento de Educación Física de la ULPGC, explica que la lucha canaria “siempre ha tenido un importante componente emocional y de legado histórico relacionado con los pueblos”. En este sentido se referirá en su intervención al papel jugado en Ingenio por el Maninidra: “Desde que aquel sábado 29 de junio de 1946, un nuevo equipo, el Maninidra de Ingenio, se adentra a su práctica deportiva en un terrero de lucha, enfrentándose en su primera luchada con el Adargoma, y recordando la ambición cultural y el espíritu que llevó a su creación, es importante señalar que 70 años después, aunque desde otra perspectiva, se sigue luchando por mantener ese componente emocional y de compromiso con la historia, aunque matizado desde diferentes ángulos, para poder seguir en la brega y no perder los valores no escritos pero si perfectamente trasmitidos que ha realizado el Maninidra con su espíritu de lucha siempre presente a través del tiempo”.