Tontos y comunistas

Un montón de gente dejó de ser comunista el pasado día 22. El premio gordo de la lotería dejó 56 millones entre miembros del Partido Comunista, si es que existe y no está fagocitado por Izquierda Unida, que a su vez sobrevive integrada en Podemos. Dios los cría y ellos se juntan, ya se sabe. Pero Dios, o el diablo, premiaron con 56 millones de euros a los habitantes de un pueblo de Granada, dicen las crónicas que todos comunistas. Ahora ex comunistas porque tienen algo que perder. Yo jugaba décimos de Motril, que me trajo mi lotero de cabecera, Manolito Gutiérrez, pero se ve que allí, en Motril, hay menos comunistas que en ese pueblo, del que no recuerdo el nombre, ni lo voy a mirar en la Internet. Estos que he citado son los listos. Ahora les voy a hablar de los tontos, los del PSOE. A su sede central de Ferraz, en Madrid, llegaron cinco décimos del gordo de Navidad, regalados por una Administración de Loterías generosa. Algunos fueron repartidos en participaciones, otro se lo quedó el gerente, otro se lo regaló no sé quién a su mujer y el gerente se lo cambió a un amigo por otro número. El amigo dice que si te vi no me acuerdo, que el décimo es mío; y los empleados de Ferraz se están peleando como putas, a ver si trincan algo de la morterada, porque unos resultaron agraciados y otros no. Maldito parné, que no conoce ideologías ni puñetas en este país de pícaros, en donde el más tolete te hace un reloj. España se nos muere poco a poco en este crepúsculo ideológico que nos ha cubierto por completo. Sólo la lotería será capaz de alegrarnos la vida, aunque Montoro siga trincando el 20% y luego Hacienda te cobre, además, los rendimientos del dinero. Qué pena, ¿no?