Ángel Camacho, teatro y recuerdo

El autor, uno de los dramaturgos más destacados de Canarias, vuelve a convertirse en noticia con la reedición de su obra ‘La consulta’
El escritor, en su despacho, donde pasa las tardes poniendo en orden todas sus obras. / Sergio Méndez

Ángel Camacho (1935) comenzó a escribir teatro de forma profesional en 1959, gracias a unos concursos que convocaba la Universidad de La Laguna. “Ganar el premio me animó a seguir escribiendo”, relata a DIARIO DE AVISOS. El autor es uno de los dramaturgos más importantes de Canarias. Licenciado en Derecho, sus textos están siempre llenos de ironía y humor, que invitan a reflexionar. No había otra manera de construir una obra de teatro durante la dictadura franquista. Obras como La mecedora venían a poner ese punto de sarcasmo y crítica al régimen. “Al principio de la dictadura era muy difícil pasar la censura, pero luego, en la década de los 70, hubo un poco más de libertad de expresión, y ahí fue cuando surgen estas obras un poco más críticas, que invitan a reflexionar”, se sincera.

“Para crear un buen argumento, del género que sea, hace falta imaginación, pero lo más importante es el dominio de la técnica teatral, que nada tiene que ver con la cinematográfica, o al menos, poseer un básico conocimiento de la técnica teatral. No es fácil lograr ese dominio técnico al confeccionar una pieza escénica, pero si se consigue, el público será el primero en apreciarlo y valorarlo”, describe. Camacho significó para la historia del teatro en Canarias lo mismo que hoy significa José Padilla: orgullo, innovación y acento canario que se oye en la Península y también en países fuera de España.

Su primera obra se llamaba La nieve sobre los tejados que, desgraciadamente, se perdió. Ahora son incalculables las piezas que guarda en su despacho, muchas de ellas inéditas, reunidas en cajas. “Desde pequeño siempre me interesó el teatro. Me entusiasmaba, me parecía prodigioso, misterioso; así que, una vez, de pequeño, subí a un escenario, y me sentí tan bien, fue tan extraordinario, que decidí seguir escribiendo”, relata.

Para conocer a este autor habría que leer Herodoto, “esta me abrió las puertas y me trae muchos buenos recuerdos, se representó muchas veces, yo mismo hice la música y obtuvo muchos reconocimientos, muchas representaciones en toda España, esto me incentivó a seguir escribiendo”, apunta. En teatro para adultos, son varias las obras que le han convertido en autor de cabecera: Symposium, Nana para unos ojos sin sueño, La consulta, Los huéspedes o Aleluya por un héroe. “Mi favorita era El gran milagro del hermano Severino, en la que incluso tuve un papel”, rememora el autor. “Tengo varias obras inéditas que está inédita en Canarias, como Dónde vuelan las aves doradas, y ansío que el pueblo canario pueda verlas algunas vez, y que yo pueda volver a recibir sus críticas”. El autor se ha visto desvinculado del mundo del teatro. “Ahora es muy difícil publicar una obra”, concluye. “El teatro es un espejo de la vida, y si ahora hay corrupción, el autor contemporáneo debe mostrar esa realidad, llevarla a las tablas. La censura sigue existiendo, y el que diga que no, miente”, finaliza.

Catorce ediciones de ‘La consulta’, una obra breve de Ángel Camacho

La editorial Everest ha editado ya hasta 13 veces la obra breve del tinerfeño Ángel Camacho La consulta, en un libro en el que también se incluyen las obras Cartas de amor a Mary, de José Luis Alonso de Santos, y Epitafio, de Jorge Díaz. Las tres, reunidas bajo el título de Teatro breve. Recientemente, una editorial valenciana ha tomado el relevo y ha publicado una edición nueva.

“Cuando escribí esta obra no veía en ella nada que la hiciera especial, pero me decidí, y se publicó junto a otras breves en 1992”, puntualiza el autor. Los encargados de poner sobre el escenario las palabras de Camacho fueron los componentes de la compañía de teatro de La Casa de Venezuela. La consulta se estrenó poco tiempo después de ser publicada. “El público se rio mucho, disfrutó de las actuaciones y de los diálogos, y, al final, la ovación fue enorme. En ese momento me di cuenta de que me había equivocado con esa obra”. Luego comenzó a editarse. Y ya van 14 ediciones

TE PUEDE INTERESAR