Adiós al artista generoso: Paco Palomino

Su obra Vortex Vórtice, ubicada al lado de DIARIO DE AVISOS, se ha convertido en todo un símbolo en Santa Cruz de Tenerife. / DA

El artista lagunero Paco Palomino falleció ayer a los 64 años, dejando un rico legado de obras escultóricas, cerámicas, pictóricas y fotográficas. Además, fue un destacado animador cultural y comisario de distintas muestras. Un hombre que ha dejado su firma en las calles e instituciones de Canarias y el extranjero. Entre sus propuestas más destacadas se cuenta con la escultura que descansa junto a las taquillas del Teatro Guimerá, o la que se mantiene, a pesar del tiempo, en el Puente Zurita, el Vortex Vórtice. También dejó su legado en el campus de Guajara de la Universidad de La Laguna; una escultura que rindió homenaje al encuentro tricontinental por los derechos humanos que tomó como escenario el municipio de Aguere. Hoy esta obra se ha convertido en todo un símbolo.

El periodista y escritor tinerfeño Agustín Gajate era amigo suyo. Hoy lo describe como un artista completo, “aunque no cabe duda de que siempre destacó como escultor”, apunta a DIARIO DE AVISOS. “Palomino fue siempre un escultor de mucho nivel al que tuve la suerte de conocer personalmente”, señala. Fue el artista el que ilustró uno de sus poemarios y trabajaron juntos en el desarrollo de un catálogo. “Aunque no son tan conocidas, sus fotografías y pinturas también son sobresalientes”, agrega. La piedra y el metal le acompañaron en toda su trayectoria: “Estos materiales eran su mejor compañía, la piedra angular de su obra”, enfatiza el escritor.

Para Gajate, el escultor fue “una persona magnífica, siempre activo, lograba trabar amistad con todo el mundo. Por eso, en La Laguna siempre fue muy querido”. Entre otros detalles biográficos, Gajate alude a su pasión por los viajes. “Le gustaba salir, viajar, para influenciarse de otras culturas y de otras maneras de entender el arte en todo el mundo”. Esa pasión suya le llevó a exponer en varias ocasiones en Estados Unidos, por ejemplo.

Paco Palomino fue un hombre adelantado a su tiempo, buscando siempre impresionar, llamar la atención y realizar obras disruptivas. “Él hacía performances con materiales reciclados. Sus experiencias más alternativas, en la década de los 80, le impulsaron a viajar a Cuba”, concluye Agustín Gajate.

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