Es uno de esos proyectos que, año tras año, las administraciones públicas implicadas avanzan que se va a realizar; una de esas grandes obras que supondrán un verdadero cambio de la realidad actual. En Santa Cruz son varias las iniciativas que se ajustan a esta definición, pero, sin duda, la promesa de unir Santa Cruz con el mar, eliminando las barreras que en su día puso el puerto, es de las que más han anhelado los vecinos. El enlace puerto-ciudad arranca de manera definitiva con la publicación, ayer, por parte del Cabildo, de la licitación del proyecto de la obra, con todos los detalles de construcción, materiales, planos y plazos para que esta actuación comience antes de que acabe el año, tal y como han prometido el Cabildo y el Consistorio. También ayer, el pleno del Ayuntamiento de Santa Cruz aprobó de manera definitiva, después de corregir los errores detectados por los servicios jurídicos, el convenio que ambas administraciones han sellado para sacar adelante este importante proyecto para la ciudad.
Los interesados tienen 26 días para presentar las ofertas, en las que el mayor peso, hasta el 50% de la puntuación, lo tienen las mejoras que se puedan ofrecer al proyecto, mientras que la oferta económica supone el 20% de la valoración y la memoria técnica, el 30%. El Cabildo tiene dos meses para adjudicar el proyecto una vez cerrado el plazo.
El espacio en cuestión es el que une la plaza de España con el puerto a la altura del Cabildo. Este espacio será dotado de vegetación, de nueva iluminación, mobiliario urbano, zonas de sombras o espacios de juegos. Tal y como se describe en el proyecto de los arquitectos Herzog y De Meuron, se pretende ofrecer una continuidad de diseño entre las actuaciones ya realizadas y las que se incorporen, todo ello condicionado por los dos túneles que se han construido en la zona y que ha obligado a modificar la propuesta original, ya que los tableros de los túneles se elevaron más de lo previsto. Lo que se obtendrá, según detallan los arquitectos, es una nueva avenida de Anaga, que, siguiendo las sugerencias del Cabildo, se desplaza hacia el mar y se ajusta en su ancho con solo dos vías que aseguran la circulación en el doble sentido, suavizando el encuentro de pendientes con el Ámbito 1 y realzando el carácter peatonal del lugar mediante el uso adecuado de los materiales de acabado, que procuran la continuidad y la fluidez espacial entre cada una de las partes.
El perímetro marítimo de los túneles se asume de manera radical, colocando una barandilla lineal, retrasada del borde a fin de garantizar la seguridad y la ruptura de visuales hacia las zonas no terminadas del Ámbito 3, que posibilita, en todo caso, la mirada sobre el mar y el horizonte a la espera de las futuras actuaciones en el ámbito del puerto que aseguren la deseada transición peatonal hasta la marina y el mar.
Las vastas plataformas sobre los túneles se procuran prácticamente libres, salpicadas en su organización mediante bancos y jardineras circulares, semejantes a los ya ejecutados en el Ámbito 1, que ayudan a organizar y enriquecer los itinerarios y paseos por el frente litoral y el trazado del carril bici. “En definitiva, el proyecto concilia y amolda, desde una aproximación claramente pragmática, responsabilidad espacial y económica para la deseada apertura de la ciudad al mar”, concluyen los arquitectos.
Un área verde como antesala de la visión del mar desde la ciudad
La remodelación de la plaza de España y su entorno organiza un espacio público urbano, mediante el tratamiento y la conformación de un área verde como filtro o antesala de la visión del mar desde la ciudad, bajo la sombra de la vegetación arbórea. La estructura vegetal se organiza para reforzar las características de los espacios, las circulaciones y las vistas. Las condiciones ambientales favorecen la incorporación de las especies vegetales elegidas para conseguir los efectos en la intervención diseñada. “Una delimitación de espacios funcionalmente específicos para el descanso” n
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