tribuna

Un Gobierno sin proyecto y sin tiempo

En el segundo aniversario del Gobierno que preside Fernando Clavijo hay poco que celebrar

En el segundo aniversario del Gobierno que preside Fernando Clavijo hay poco que celebrar. Pasado el ecuador de la legislatura autonómica es escaso, muy escaso, lo que puede ofrecer el Ejecutivo que dependa de sus propias decisiones propias, no de la coyuntura. Ya han pasado dos años, primero gobernando con el PSOE y ahora en solitario, que han estado marcados por la permanente inestabilidad, la desconfianza, el insularismo, la apuesta desarrollista y el deterioro de los servicios públicos. La falta de planificación, la ausencia de un proyecto común y ambicioso de transformación de una Canarias con una economía escasamente diversificada, con elevados niveles de desempleo y pobreza, con escasa equidad; ha caracterizado esta mitad de la legislatura. Y condicionará gravemente los menos de dos años que quedan para culminarla, sin que las Islas hayan avanzado en la superación de sus grandes problemas.
El primer año y medio de Ejecutivo entre CC y PSOE se caracterizó por las desconfianzas, la ocultación de información entre los socios, las deslealtades, las abiertas discrepancias y las desautorizaciones entre los miembros del Gobierno. A ello se sumaron las frecuentes muestras insularistas por parte del presidente, con la colaboración del titular de algún cabildo, y otros sectores de CC, fuera en el reparto del Fdcan, en las políticas de carreteras y en la imprescindible reforma del injusto sistema electoral canario.
Este último medio año de Ejecutivo en solitario sólo ha servido para, tras la salida de los socialistas, colocar a determinados cargos de CC de distintas islas. Y para que hoy, en las negociaciones para una posible entrada del PP en el Gobierno, la pérdida de sillones por parte de CC se convierta en el principal obstáculo para un acuerdo. Convirtiendo en mercadeo lo que debiera ser una negociación de contenidos y programas. La acción del Gobierno de Canarias deja mucho que desear en aquellos ámbitos donde la comunidad canaria es competente: la sanidad, la educación, los servicios sociales, la lucha contra la pobreza, la gestión de las carreteras y la vivienda. Asuntos que suscitan más que justificadas quejas ciudadanas. En el caso de la sanidad, con más de 220.000 personas en listas de espera, negando el propio titular del Ejecutivo su grave déficit de financiación y convirtiéndola en arma arrojadiza en sus batallas contra el PSOE cuando los socialistas formaban parte del Ejecutivo. Incumpliendo con lo estipulado en la Ley Canaria de Educación. Sin ninguna actuación en el área de vivienda cuando miles de familias perdieron sus casas durante la crisis y cuando hay otras decenas de miles sin poder acceder a una. No se ha hecho una sola vivienda de promoción pública en este período. Asimismo, nuestra comunidad continúa a la cola en la aplicación de la Ley de la Dependencia y en otras áreas de los servicios sociales. Pese al buen contexto económico, con varios años de excelentes datos turísticos y crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB), Canarias no se acerca a la convergencia con España y Europa. El crecimiento del empleo es insuficiente y, además, los puestos de trabajo que se generan son precarios, de muy baja calidad. No se está aprovechando las oportunidades que ofrece la actual coyuntura. En ese marco de crecimiento económico, el único objetivo que se plantea el Gobierno es llevar el desempleo al 21% a final de legislatura, en 2019, fecha en la que el Gobierno estatal calcula un paro del 12,9%, es decir, Canarias estaría ocho puntos por encima de la media, peor que actualmente (siete puntos). Se insiste con leyes, como la de las islas verdes y la del suelo, en la senda del desarrollismo, debilitando el proyecto común de Canarias, más destinadas a regularizar actuaciones prohibidas en suelo rústico y con el “cemento y el ladrillo” como marca característica del desarrollo impulsado por CC a costa del territorio.

Renunciando a una Canarias con un modelo de desarrollo diversificado y sostenible, que apueste por la calidad más que por la cantidad en el sector turístico, donde muy poco se ha hecho en renovación así como en la regulación del alquiler vacacional, que impulse decididamente la I+D+i y las energías renovables, apostando también por los sectores industrial y primario. El Ejecutivo canario dispone este año de una gran oportunidad con los más de 750 millones de euros procedentes de la Ley de Presupuestos Generales del Estado, que corrigen el trato injusto hacia nuestra tierra y que permiten afrontar distintos retos y mejorar la situación de nuestra gente. Del total, 400 millones de euros deben destinarse a sanidad, educación y servicios sociales. El resto, unos 350 millones de euros, al desarrollo de diferentes políticas sectoriales: formación y empleo, costas, carreteras, infraestructuras turísticas, políticas sociales o agricultura.
Desde Nueva Canarias (NC) hemos contribuido, de manera responsable, a esa significativa mejora en los recursos para Canarias de las cuentas públicas estatales al desbloquear la aprobación de los PGE para 2017. Pero somos conscientes de que mucho tendrá que cambiar la acción de gobierno para que esta oportunidad sea realmente aprovechada y posibilite contribuir a transformar la negativa situación económica y social de las Islas. Además, este Gobierno es responsable del deterioro y situación caótica que padece la Radiotelevisión Canaria (RTVC). Convertida en un instrumento de propaganda del Ejecutivo dirigido desde la propia Presidencia, se hace urgente, para evitar su irrelevancia o incluso desaparición, adoptar un modelo profesionalizado y con gestores elegidos por consenso, al servicio de la sociedad canaria y no de los intereses de CC, como se va a comenzar a aplicar en el ámbito estatal en TVE.
Nueva Canarias continuará realizando en el Parlamento una labor de control, crítica, constructiva y con alternativas a la acción del Gobierno. Insistirá en exigir una gestión eficiente y priorizada de los nuevos recursos económicos de los que dispone para que contribuyan a estimular y diversificar la economía, generar empleo, impulsar los servicios públicos, mejorar las infraestructuras y reducir las grandes desigualdades sociales que se padecen en nuestra tierra.

*portavoz parlamentario y presidente
de Nueva Canarias

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