microalgas en canarias

El experto del Banco de Algas que habló de “estupidez letal”

El que fuera director del Banco Español de Algas, Guillermo García Reina, ya fallecido, criticó públicamente en 2011 la reacción de la clase dirigente ante otro caso de microalgas
Microalgas en Radazul. DA
Una saturación de cianobacterias acaecida en Radazul a finales del mes pasado. ANDRÉS GUTIÉRREZ

Aunque realmente ha sido este verano cuando la enorme preocupación ciudadana ha convertido la proliferación de blooms de las llamadas microalgas (en realidad, cianobacterias), en el tema prioritario por excelencia en el Archipiélago, no es la primera vez que en estas Islas se habla del tema públicamente. Uno de estos precedentes, harto significativo, es un artículo publicado en Canarias7 allá por 2011, cuando el entonces director del Banco Español de Algas, el malogrado Guillermo García Reina (fallecido un año después) reflexionaba públicamente sobre lo acaecido tras la aparición de este fenómeno en Canarias. Lo más llamativo de su texto es que, aparte de un buen puñado de consejos al respecto, García Reina no dudó en calificar como “estupidez letal” la respuesta dada por las autoridades ante este fenómeno. Más de uno pensará hoy que aquel texto era, en realidad, premonitorio…

El artículo de opinión firmado por este experto desprende nítidamente que su autor es un científico, cuyos razonamientos son propios del carácter inherente a la ciencia. Explicaba entonces García Reina que, cuando los periódicos empezaron a informar en octubre de 2011 sobre esas “manchas marrones” y el cierre preventivo de varias playas de Gran Canaria, no dudaron en actuar en consecuencia.

“Trabajamos con anticipación, en días festivos, sin tener obligación ni ser requeridos para ello, ni disponer de financiación para pagar los costes, pero pudimos dar la información verificada y justificada científicamente, el domingo, a primera hora, en tiempo real, al que consideramos era el Servicio de Emergencias más adecuado y eficiente (el 1-1-2). Lo fue y mucho”. Todo un compendio del experto que se busca la vida para cumplir con su trabajo, sea mucho o nulo el respaldo con el que pueda contar.

Continuaba García Reina explicando que “el jefe de Sala del Servicio de Emergencias del Gobierno Regional también reaccionó con rapidez. Pero luego se han sucedido silencios, descoordinaciones, mensajes de políticos ofendidos, puenteos, duplicaciones, rumores descalificadores, acusaciones de generar ‘alarma’, etc”.

Aunque ahora hay dudas al respecto, para García Reina era lamentable que “en Canarias se comienza a asociar el término algas con el de toxicidad, lo cual es contrario a nuestros objetivos tecnológicos,… y al interés general. Pero también es cierto que ‘estupideces silenciadas’ han tenido como consecuencia que poblaciones canarias estén en los primeros puestos mundiales de incidencia de cierto tipo de cánceres y, también, que no es la primera vez que Canarias sufre un bloom de microalgas nocivas”. Porque, como contaba hace ya más de un lustro García Reina, los profesionales hicieron su trabajo, pero luego aparecieron intereses distintos a los públicos. “Como una cosa es crear alarmismo con las algas tóxicas y otra cosa es, no ya el desconocimiento, sino la ‘estupidez letal del no querer hacer, ni saber… ni que se sepa’, consideramos necesario exponer a la opinión pública los siguientes hechos y propuestas”, para a continuación detallar una serie de consejos sobre cómo reaccionar ante este fenómeno que hoy, como predecía, ha retornado y con más fuerza que nunca en la historia reciente de las Islas.

Resta añadir que solo subrayó un consejo: crear un protocolo de actuación que sigue por llegar.

GUILLERMO GARCÍA REINA

Nacido en Gran canaria en 1958 y fallecido en 2012, fue catedrático de Biología vegetal de la Universidad de Las Palmas y director del banco español de Aguas. Alcanzó prestigio internacional.

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