política

“La lengua nos sirve para llegar al conocimiento de la verdad y también para complicarla”

Francisco Javier Pérez es secretario general de la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale)

El profesor y lingüista venezolano Francisco Javier Pérez, secretario general de la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale) para el periodo 2016-2019. / SERGIO MÉNDEZ
Las palabras son las papilas comunicativas del lenguaje humano. Sus vibraciones transmiten informaciones que hablan del significado de las emociones, las intenciones y las decisiones. Las academias hispánicas han programado un encuentro en la tercera frase.

-¿Qué van a hacer estos días aquí, en La Laguna?
“La Asociación de Academias de la Lengua Española viene a La Laguna a hacer un homenaje a la Universidad por su 225 aniversario y hemos querido que esté relacionado con una reunión [martes y miércoles], la primera, del Consejo Científico del Diccionario Fraseológico Panhispánico”.

-¿En qué consiste?
“El proyecto en sí tiene una enorme importancia y nos parecía interesante reunirnos un conjunto de académicos tanto españoles como hispanoamericanos en La Laguna. Vienen el director de la Real Academia Española y presidente de ASALE, Darío Villanueva; tres académicos de la RAE, que son Guillermo Rojo, Ignacio Bosque y Pedro Álvarez de Miranda; el presidente de la Academia chilena, Alfredo Matus, que es el director del diccionario este; Darío Rojas, un numerario de la misma academia; Miguel Ángel Quesada, de Costa Rica, y yo, de Venezuela”.

-Hay dudas sobre si establecer la sede coordinadora en México o en Canarias, ¿no?
“Yo quisiera que la Universidad de La Laguna auspiciara las reuniones de académicos. Estamos a la espera de que eso se concrete y quizá como un saldo de esta convocatoria salga un compromiso para la firma de un convenio con el Gobierno de Canarias. Pensemos que es la primera vez que se va a hacer un diccionario de estas características para la lengua española, que agrupará toda la riqueza fraseológica del español, que es mucha. Va a ser un diccionario digital, lo que habla bien de su futura difusión en todo el ámbito de la lengua. En ese sentido, guarda una conexión muy estrecha con la planta digital del nuevo diccionario de la lengua, en el que se está trabajando desde Madrid. Nunca se ha hecho así para ningún otro proyecto, con una reunión previa del comité científico antes de las comisiones”.

-¿Cuál es la idea maestra?
“Poner sobre la mesa las propuestas y que los académicos formulen sus aportaciones”.

-La primera piedra de coloca en Canarias…
“Sí, eso abrirá una larga relación entre la Universidad de La Laguna, y Canarias en general, con la Real Academia Española y la asociación. Siempre la ha habido, pero ahora se amplía. Me gustaría mencionar la participación de todas las autoridades de La Laguna y del Instituto de Estudios Canarios, y, en particular, de la profesora Dolores Corbella, catedrática de Filología Románica, que es miembro correspondiente de la RAE”.

-Describir cómo hablamos…
“Y cuánto nos parecemos, aunque solemos pensar que nos diferenciamos demasiado”.

-¡Hombre!, hay algunos giros que son susceptibles de causar accidentes gramaticales…
“Confusiones y bromas”.

-Víctor García de la Concha, director de la RAE entre 1998 y 2010, constituye una fuente de divertidos malentendidos…
[Ríe] “En algunos países no se puede decir en voz alta”.

-Pensarán que la famosa playa de San Sebastián es nudista y habrá alguien a quien que se le haga la boca agua imaginando que la Concha de Oro es de un festival erótico o algo así…
“Sí, sí… En el sur del continente americano, don Víctor termina siendo Víctor García para no entrar en problemas”.

-En enero de 1999 ingresó en el Consejo de Estado, el supremo órgano consultivo del Gobierno de España. ¿Qué importancia tiene el lenguaje en la política?
“Muchísima. No olvidemos que la política se hace con lenguaje, para convencer, manipular o lo que fuera. El vínculo es determinante. Los grandes políticos usan la lengua para sumar voluntades. El lenguaje puede ser verdadero o engañoso. Se mueve entre los espacios de lo falaz y de lo cierto”.

-Lo cierto de la posverdad es que existe, está ahí…
“Claro. Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad. Es así. La presencia del lenguaje en la posverdad es muy activa. La lengua nos sirve a los seres humanos para llegar al conocimiento de la verdad y también para complicarla, oscurecerla deliberadamente o con buena intención. La ironía es una herramienta fundamental”.

-Y el cinismo…
“Es una herramienta esencial del político hoy en día”.

-En los boletines oficiales, una coma puede cambiar el sentido de una disposición. Y surgen conflictos de interpretación…
“Sí, el destino de las cosas”.

-Palabras, frases, sintaxis…
“Las academias reciben constantemente muchas dudas que van por ese camino, no necesariamente ortográficas. A nosotros nos han consultado escritores o abogados sobre cómo interpretar ciertos fragmentos, decisiones. La Academia no puede pronunciarse, porque iría en contra del poder judicial. Es un terreno muy escabroso”.

-¿Se sienten ustedes presionados desde el poder?
“No diría que se reciben presiones directas de los políticos, que llame un ministro o el presidente de la república. No es frecuente. Sí es evidente que la política ejerce una presión. Muchas veces son opiniones que se expresan oralmente y que acaban siendo texto cuando las recoge el periodismo. Las academias intervienen en una suerte de tarea didáctica para hacer comprender que el lenguaje es un contexto: cada frase no significa siempre lo mismo, sino de acuerdo dónde se diga, cómo y con qué intención, con qué énfasis o no. El lenguaje va adquiriendo unos matices. Las academias no son instituciones punitivas. Sin embargo, tampoco están ajenas a lo que ocurre a diario”.

-Todo el tiempo están recopilando novedades…
“Palabras, frases, ideas… Las academias no están anquilosadas, fosilizadas, muertas. Al contrario. En Venezuela, el Gobierno actual ha actuado judicialmente contra algunos políticos por una simple frase que han dicho y han condenado a algunas personas a veinte o treinta años de cárcel por una frase, que está sujeta obviamente a ese ámbito de la interpretación. Si la descontextualizas, puedes decir lo que te propongas: una orientación se transforma en un llamamiento a la sublevación”.

-Hay recursos que se han ganado por la forma en la que está escrita una sentencia…
“Tal cual, exactamente. La gran conclusión de esto que estamos comentando es que la lengua es más importante de lo que creemos. No se trata de un añadido gracioso que poseemos los seres humanos”.

-¡Cuántos problemas familiares, laborales y, especialmente, de pareja, no se han creado por el mal uso de la lengua!
“Pasa en la vida cotidiana, en instancias formalizadas, en la Universidad, en los poderes públicos, en los medios de comunicación, en todas partes”.

-¿Los demagogos disparan con palabras? El populismo, el nacionalismo…
“Todo el populismo, el nacionalismo y similares se sustentan sobre la demagogia, la manipulación del lenguaje, decir que el otro dijo lo que no dijo. Es un debate en ocasiones hasta desquiciante o bipolar. En Venezuela se acusa de golpista, terrorista y todos esos calificativos a cualquiera por hacer cualquier cosa. Es parte de ese gran desconcierto que supone el uso desubicado de la lengua. Se habla incluso de una neolengua para tergiversar el significado del lenguaje”.

-Ciertas personas se envenenan si se muerden la lengua…
“Por supuesto. Soy autor de un libro titulado El insulto en Venezuela, sobre ese tipo de unidad lingüística. Me encontré con maravillas del siglo XIX, de la vida republicana y del presente”.

-En Cataluña se observa una utilización del lenguaje como arma arrojadiza…
“¿Quiénes son los golpistas, unos u otros? Resulta que hay una legalidad, una Constitución y unos compromisos que cumplir. Los cargos públicos asumen una responsabilidad adquirida gracias a una legalidad”.

-Y prometen lealdad…
“Cumplir la Constitución. Entonces, se saltan a la torera todo eso y acusan a los otros de golpistas. Es alucinante”.

-¡De locos!
“En el fondo, esa manera de atacar es para generar una enorme confusión al ciudadano común, que se pregunta: ‘¿Qué es esto, el golpe de Estado quién lo dio?’. No es producto del azar. En Venezuela contamos con al menos veinte años de experiencia en esta materia. Hemos visto cómo el chavismo ha manipulado, ha alterado la realidad a su modo, ha endilgado a los otros sus propios fallos… Y convence a un público desprevenido. Ha habido muchos episodios anteriores. Me asombra que persistan esos recursos. Los agresores son los ofendidos, las víctimas”.

-Se ha instaurado una irreal academia de la lengua, en un universo paralelo…
“¡Perfecto! Lo terrible de todo esto es que divide a la gente, a las sociedades, y trae desgracias. Cataluña se ve en ese espejo”.

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