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El Volcán Cumbre Vieja ‘respira’ con normalidad

La campaña de Involcan sobre la emisión de dióxido de carbono tras el enjambre sísmico arroja datos dentro de la normalidad
Panorámica del Volcán Cumbre Vieja. | INVOLCAN

Después del enjambre sísmico ocurrido entre el 7 y el 9 de octubre en Cumbre Vieja, considerado uno de los volcanes más activos del mundo, la calma ha regresado bajo esta cordillera de La Palma después de un ligero rebrote que se registró el pasado viernes, con una secuencia de medio centenar de microsismos. El estricto control al que se ha sometido el volcán desde que se registró este fenómeno empieza a arrojar los primeros datos.

El Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), que desplazó a La Palma un equipo científico formado por investigadores de este organismo, el Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER) y la Agencia Insular de la Energía de Tenerife (AIET), que entre otras tareas relacionadas con la vigilancia volcánica ha realizado una nueva campaña sobre la emisión difusa de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera por el volcán Cumbre Vieja.

Los resultados preliminares obtenidos en esta campaña geoquímica reflejan que la actual emisión difusa de dióxido de carbono a la atmósfera por este edificio volcánico es de 788 toneladas diarias. Una tasa que desde Involcan sostienen que “se encuentra dentro del rango de valores que pueden considerarse normales para el volcán Cumbre Vieja”, cifrado entre 170 y 1.200 toneladas diarias.

El estudio de este parámetro geoquímico mediante su monitorización es de “una gran utilidad para el fortalecimiento del sistema de alerta temprana sobre fenómenos volcanológicos adversos”, según explican. Destacan además la importancia de este tipo de campañas científicas a través de toda la superficie del sistema volcánico porque la información generada no se puede obtener a través de redes instrumentales permanentes.

Aclaran que estas emanaciones difusas de CO2 son “silenciosas y dispersas, no son perceptibles a las personas dado que son muy débiles, se diluyen rápidamente en el aire y no son visibles al ojo humano”. Por lo tanto, concluyen que “no representan un peligro para las personas”.

En esta campaña, Involcan, que tiene una sede en el municipio de Fuencaliente, ha realizado centenares medidas in situ del flujo difuso de dióxido de carbono, así como la recogida de más 1.500 muestras de gases en la atmósfera del suelo para su posterior análisis químico e isotópico.

“Estas medidas y toma de muestras de gases se han realizado en aproximadamente 600 puntos de observación distribuidos a lo largo y ancho de los 220 kilómetros cuadrados de superficie del volcán Cumbre Vieja, siguiendo criterios volcano – estructurales y de accesibilidad”, explican.

Involcan ha venido realizando este tipo de campañas científicas con una periodicidad anual, pero como consecuencia de los recientes enjambres sísmicos registrados en La Palma incrementarán la frecuencia y serán semanales.  Desde Involcan destaca que esta tarea es posible gracias al Programa Tenerife Innova; al proyecto Fortalecimiento de las capacidades de I+D+i para la monitorización de la actividad volcánica en la Macaronesia, así como el apoyo del Ayuntamiento de Fuencaliente, el Cabildo de La Palma y el Gobierno de Canarias.

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