el charco hondo

La boda de mi peor amigo

Algo se nos está escapando. Alguien que conoce a alguien está jugando con una carta escondida debajo de la mesa. Que el fuego amigo protagonizado estos días por algunos actores de Coalición y PP no se deje explicar, que cueste tanto entender lo que ha pasado, obedece a alguna razón que no ha visto la luz. Nos falta una pieza. En Madrid todo estaba listo para la boda del REF económico y, abracadabra, con familia e invitados ya sentados en los bancos de la iglesia, los novios en el altar, las flores en los jarrones y el cura preguntando cansinamente si alguno tiene algo que decir, alguien sentado al fondo, junto a la entrada, advierte de que acaba de incorporarse unilateralmente al proyecto de ley un concepto que deja en el aire la subvención al transporte de residentes, y que se ha hecho con el truco de aplicar el descuento sobre una parte del billete y no sobre el precio de compra. Algo se nos escapa. Cuando en apenas unas horas se juntan en el reloj una sorpresa injustificable (en el país de los 54.000 millones de la alta velocidad, cuestionar la bonificación aérea a los canarios no tiene un pase) con el espectáculo de Coalición y PP aireando los trapos sucios de la falta de proyectos y de la desinversión en carreteras, y con la ventolera de que van a prorrogarse los presupuestos generales del Estado, si así fue, resulta difícil no rumiar que los tres capítulos son extremidades de un solo cuerpo. Sabe el PP que tocar la bonificación aérea es políticamente inasumible para Coalición y NC -y tampoco debería serlo para los diputados de PSOE y PP, por cierto..-. Sabe Coalición que Asier Antona no dispara con lo de las carreteras sin el consentimiento de la dirección de su partido. Y saben unos y otros que si se prorrogan los presupuestos estatales el valor de los escaños 175 y 176 se conjugará en pasado pluscuamperfecto. ¿Acaso el PP ha caído en que ya no los necesita, y de ahí que ahora venga Cristóbal con las rebajas? Estos días iba a celebrarse una boda, y ya no. Algo ha pasado. Algo que se nos escapa. Coalición y PP siguen siendo amigos, sí, pero de los malos.

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