superconfidencial

Saida

Saida Prieto no merecía esta decisión, sino un reconocimiento público a su valentía y a su tenacidad

Saida Prieto paseó su cuerpo hermoso sobre el escenario del Carnaval, pero la organización no le perdonó a la brava chicharrera su minuto de exceso. Un minuto más sobre el escenario de un tiempo que ni siquiera ella controlaba. Y fue descalificada. Me gustaría saber qué sabio estuvo detrás de la decisión de dejar en el monte del olvido a la heroína carnavalera que honra la fiesta, después de un suceso aterrador que tuvo que vivir en el pasado. Saida no merecía esta decisión, sino un reconocimiento público a su valentía y a su tenacidad. Pero este es un pueblo olvidadizo, por un lado, y por otro, el Ayuntamiento muchas veces es insensible a la historia y a los sentimientos y se presta a normas tan rígidas que asustan. ¿No habrá detrás algo más? Yo creo que sí. Yo no digo que le dieran el cetro a Saida, pero sí un reconocimiento a su bravura y a su ejemplo. Yo me emocioné cuando la vi desfilar entre las reinas, porque ella era la más reina de todas, o al menos una princesa con adornos mucho más valiosos que un simple traje o un cuerpo de sirena: valiente, tenaz y constante. Saida Prieto está en la historia del Carnaval, lo quiera o no lo quiera el Ayuntamiento. Descalificarla fue injusto, arbitrario y sospechoso. Sólo digo eso. Las emociones no las controla la organización del Carnaval; ni los sentimientos, ni las valentías, ni los esfuerzos. Esta mujer ha hecho un esfuerzo inmenso para estar ahí de nuevo, sobre similar escenario que la vio, literalmente, arder. Salvó su vida con muchos sacrificios y volvió al Carnaval con una gran elegancia. El Ayuntamiento podría haberlo zanjado entregándole una palabra y una flor. Y cometió la gran cagada.

TE PUEDE INTERESAR