tribuna

Zebenzuí ya tiene quien le defienda (y portavoz)

José Alberto Díaz, después de la autoevaluación como abogado que nos brindó en el último Pleno, ya ha asumido -por fin- públicamente el rol que viene desempeñando en los últimos tiempos: me refiero al de abogado defensor y portavoz de Zebenzuí, el concejal de los wasaps machistas

José Alberto Díaz, después de la autoevaluación como abogado que nos brindó en el último Pleno, ya ha asumido -por fin- públicamente el rol que viene desempeñando en los últimos tiempos: me refiero al de abogado defensor y portavoz de Zebenzuí, el concejal de los wasaps machistas.

En una entrevista radiofónica “concedida” a Radio Faycán, efectuó duras acusaciones a la oposición de haber utilizado los wasaps para realizar “una instrumentalización de una campaña con el objeto de generar otra mayoría alternativa”. Es decir, para forzar la dimisión de Zebenzuí y promover una moción de censura que aparte a Coalición Canaria – y, por tanto, al altruista abogado y portavoz de Zebenzuí- de la Alcaldía.

A continuación, ya en funciones netas de portavoz de Zebenzuí, nos trasmite: “otra mayoría alternativa” que él (Zebenzuí) no defiende y que, por lo tanto, no va a dejar el acta, porque sigue convencido que éste es el proyecto y que por lo tanto no va a satisfacer la voluntad de parte de la oposición”. Fantástico.

O sea que -en la argumentación del abogado defensor de Zebenzuí-, la oposición instrumentaliza el “error” de Zebenzuí , como si dicho “error” fuera eso, un simple “error”, sin entidad alguna, y no hubiera sido condenado unánimemente por la ciudadanía del uno al otro confín. Es la oposición. Oposición mala malísima. Dije en el pleno que, en mi opinión, las afirmaciones o las bravuconadas de Zebenzuí tienen mucho de imitación de actitudes y comportamientos que él ha visto, o de las que ha tenido noticias. Tal vez algún día sepamos cuándo, dónde y quiénes han sido sus maestros.

Hasta aquí, el abogado defensor -para defender lo indefendible- acusa; pero solo son meras acusaciones que parten de negar la gravedad de los hechos y de las exigencias de la ciudadanía, y del acuerdo unánime propio de pleno del Ayuntamiento que un alcalde debería representar y que, además, tiene la obligación de ejecutar. Y, si la ejecución no depende de la autoridad de la Alcaldía, al menos, no debería intentar boicotearlo. Lo mejor es cuando el alcalde-defensor-portavoz declara, en nombre de su defendido, que Zebenzuí no defiende otra mayoría y que, por tanto, no va a entregar el acta de concejal “porque sigue convencido de que este es el proyecto”.

Cualquier persona que entienda el idioma castellano llegará a la misma conclusión que uno: que José Alberto Díaz, al venirse arriba como portavoz de Zebenzuí y trasmitirnos la inquebrantable adhesión de este al proyecto (léase régimen de ATI, porfa) no solo está dejando claro quiénes respaldan y por qué la continuidad de Zebenzuí como concejal.

Lo que es simplemente, al tiempo, una confesión del alcalde-defensor-portavoz en toda regla. Las acusaciones contra la oposición tiene que demostrarlas. Le está resultando difícil, porque “los hechos, hechos son”.

Pero, como dice el dicho que sabemos hasta los abogados de menos nivel que José Alberto Díaz, “a confesión de parte, relevo de prueba”. Menuda tropa.

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