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Linares citará en breve a los dueños de la cueva de Bencomo

El representante de la familia asegura que el Ayuntamiento de La Orotava todavía no ha contactado con ellos pese a que son los principales interesados en llegar a un acuerdo para vender los terrenos
La Cueva de Bencomo esta declarada BIC. Sergio Méndez
La Cueva de Bencomo esta declarada BIC. Sergio Méndez
La Cueva de Bencomo esta declarada BIC. Sergio Méndez

El alcalde de La Orotava, Francisco Linares, confirma que en breve citará a los propietarios de la Cueva de Bencomo para llegar a un acuerdo sobre la venta de este Bien de Interés Cultural (BIC), propiedad de los herederos de Juan Hernández Bautista. Este último lo adquirió en 1929 según la escritura de aceptación de herencia y en 1941 se la traspasó a sus hijos.

Ya hace un año que la empresa pública Grafcan confirmó que la cueva, considerada como la morada del penúltimo mencey de Taoro y protagonista destacado en la Conquista de Tenerife, está ubicada en la Villa y no en Santa Úrsula, como se había situado hasta ahora en numerosos documentos públicos, como el Plan Insular de Ordenación del Territorio (PIOT) o las Normas Subsidiarias de este último municipio. Tras las tareas de limpieza y excavación arqueológica, el siguiente paso era que el Consistorio contactara con el portavoz de la familia es Norberto Hernández Lorenzo.

Sin embargo, hasta el momento no ha habido ningún contacto entre este último y los responsables municipales “pese a que hay funcionarios de la administración que saben que soy el portavoz”, recalca a este periódico. De hecho, recuerda que la consejera insular de Patrimonio, Josefa Mesa, le pasó en su momento la documentación a fin de autorizar las tareas de limpieza en el lugar y posteriormente, para comentarle que la ésta y el desbroce de la zona ya estaban terminados. También lo llamó a comienzos del año pasado el alcalde de Santa Úrsula, Juan Acosta, cuando todavía se pensaba que el BIC se situaba en este municipio, para trasladarle a la familia su interés en la parte del barranco en donde están las oquedades y pedirle que propusieran un precio para estudiar su posible adquisición.

Los herederos están dispuestos a vender la finca de 6.500 metros cuadrados para que el BIC se mantenga y no siga olvidado como hasta ahora y para ello es fundamental llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento.

Meses atrás, Francisco Linares también se pronunciaba en la misma línea y confiaba en llegar a un acuerdo de compra para evitar la expropiación, una opción que no se descarta al tratarse de un BIC.

“No sé si están pensando directamente en esta posibilidad, pero creo que sería una falta de respeto llegar a ese procedimiento sin antes haber hablado con la familia, Sobre todo, cuando estamos dispuestos y somos los principales interesados en llegar a un entendimiento”, subraya el portavoz.

Hernández insiste en que la voluntad de diálogo de los herederos “es absoluta”, sobre todo, teniendo en cuenta que la cueva, situada en una finca de 6.500 metros cuadrados, es objeto de un importante proyecto del Gobierno de Canarias para instalar allí un centro de interpretación con un museo de sitio, el primero que tendrá Tenerife.

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