kick boxing

“Ganarle a Kiria es, más que un reto, una cuenta pendiente”

Jonay Risco afronta los últimos días de preparación antes de subirse el sábado al cuadrilátero del Recinto Ferial de Santa Cruz
Risco, a hombros de su entrenador, Moisés Ruibal, después de ganarle a Warren Stevelmans. / Andrés Gutiérrez

Desafío a la vista para Jonay Risco. Haberle ganado a dos de los tres mejores de la historia no le da crédito para relajarse. El de San Miguel vuelve a casa con cuentas pendientes, una con su rival, la otra consigo mismo.

“Me encuentro bien no hemos apenas aflojado desde la ultima pelea que fue apenas hace ocho semanas y estamos en la recta final, que para mí es la peor, pero ya queda la última semana… y luego a disfrutar despues del pesaje”, señalaba ayer mismo tras uno de sus entrenamientos el hombre que el sábado defenderá su cinturón de campeón mundial Enfusion ante Davit Kiria, con el que tiene algo más que un combate.

“Es un gran reto porque tengo una deuda pendiente con él, queremos ganarle y dejarlo claro ya que no quedé muy satisfecho del primer enfrentamiento”, dijo el sanmiguelero acerca de un combate, el de Kunlun Fight, que acabó con triunfo ajustado a los puntos para el georgiano, por lo que Risco reconocía que el pleito de este sábado “más que un reto es una deuda pendiente”.

Algo tiene ganado ya el fajador tinerfeño, el conocimiento directo sobre lo que es capaz de ofrecer su rival encima del cuadrilátero. “Lo conocemos, ya nos enfrentamos con él y tenemos esa espina del primer enfrentamiento, pero sabemos que es un top mundial, un campeón de Glory, un rival que nunca ha perdido antes del límite, que tiene mucho ritmo y se prepara a conciencia las peleas pero que nos va bien y que va bien para el show debido a que será como un cruce de trenes y no pararemos de pegarnos, será una gran pelea”, pronosticaba Risco, que reconocía que hay que variar cosas para ganarle al georgiano como “bloquear los low kick que la otra vez me hizieron daño e intentar meter  más rodillas”.

Jonay Risco vuelve a casa después de muchos meses de ausencia y, sobre todo, tras el brillante triunfo que logró en Abu Dhabi ante Buakaw Banchamek. Haberle ganado al tailandés es un arma de doble filo ahora para el tinerfeño. “La gente se cree que después de ganarle a Buakaw esta pelea será fácil y debo ganar, lo dan por hecho y no es así”, señalaba el pupilo de Moisés Ruibal, que explicaba que “cada pelea es un mundo y este rival es un rival de mucho nivel ante el que cualquier fallo determina el combate”, a la vez que reconocía que sentía “un poco de presión” porque le coloquen como el favorito para retener su cinturón.

TE PUEDE INTERESAR