Los fiscales federales de Estados Unidos implican directamente al presidente Donald Trump en los pagos ilegales realizados a dos mujeres para silenciar posibles escándalos sexuales extramatrimoniales que, de salir a la luz, podrían haber perjudicado su campaña a las elecciones presidenciales que finalmente ganó frente a la demócrata Hillary Clinton.
Según informa hoy El País, la fiscalía ha dado por buena la versión presentada por Michael Cohen, exabogado del presidente y persona entonces de su máxima confianza. Según esa versión, el propio Cohen pagó, por lealtad a su jefe, a dos mujeres para que no aireasen supuestas relaciones extramatrimoniales con el entonces candidato. Ahora, en un escrito presentado hoy en los juzgados, la fiscalía da por válido el testimonio de Cohen, por lo que el Departamento de Justicia hace suya la acusación contra él.
En otro escrito separado, presentado también este viernes, la fiscalía especial de Robert Mueller, encargada de la investigación de la trama rusa, menciona un contacto previamente desconocido de Michael Cohen con un ciudadano ruso en noviembre de 2015, cinco meses después de que arrancara oficialmente la campaña presidencial de Trump. Dicha persona dijo ser alguien “de confianza” en Moscú y ofreció a la campaña del magnate inmobiliario una “sinergia política”.
Según indica El País, estos dos escritos constituyen lo más parecido hasta la fecha a una acusación al presidente de Estados Unidos de conductas potencialmente delictivas.