conversaciones en los limoneros

Antonio Castro: “Me llegaron a proponer el retraso en la tramitación de la vía de enlace a Santa Cruz”

Antonio Castro Cordobez, exsenador, exconsejero del Gobierno, expresidente del Parlamento de Canarias, diputado regional
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ANTONIO CASTRO LIMONEROS 1
Antonio Castro Cordobez, exsenador, exconsejero del Gobierno, expresidente del Parlamento de Canarias, diputado regional. SERGIO MÉNDEZ

A pesar de nuestros buenos y largos años de amistad, yo no recuerdo haber entrevistado nunca a Antonio Castro Cordobez (Los Llanos, 1946). Por eso se hace más reto personal este encuentro en Los Limoneros (que, por cierto, desde ahora abre también los domingos). Tiene tantas cosas que decir este hombre. Ha sido senador, ha sido consejero de Agricultura del Gobierno de Canarias durante 12 años, consejero de la Presidencia durante un año y durante 11 titular de Obras Públicas. En dos legislaturas ocupó la Presidencia del Parlamento de Canarias. Y, además, estuvo en la vieja y entrañable Junta de Canarias, en la noche de los tiempos. Y en la UCD, que fue el germen de muchos, entre ellos de los patriotas que fundaron y desarrollaron Coalición Canaria.

-Aquello de los comienzos fue un desparrame. ¿No?

“Eran momentos confusos. La propia UCD fue una coalición electoral. Se integró en ella lo más granado de la política canaria: Alfonso Soriano, Isidoro Sánchez, Juan Feliciano, José Miguel Galván. Este periódico tuvo que ver mucho en la narración de lo que ocurrió en aquella época. Algunos se quedaron, otros no. Victoriano Ríos y Bernardo Cabrera se fueron por otros derroteros, lo mismo que Acuña y José Emilio García Gómez, que fundaron AL. Esta historia está por escribir”.

-Sí, estaban el Partido Popular Canario, el Partido del País Canario, el PNC, unos se quedarían en la UCD, otros irían por libre. Un lío para la memoria.

“Sí, pero siempre hay gente que te influye, unas veces más, y otras veces menos. Yo elijo a dos personajes: José Miguel Galván y Zenón Mascareño; confieso que me ayudaron mucho”.

(Si hubiera que hacer un resumen de su obra, apunten: la red de aguas de La Palma, el puerto de Tazacorte, la red de Carreteras de Canarias, sobre todo la de Gran Canaria, que es extraordinaria; el aeropuerto palmero, previsto para un tráfico de tres millones de pasajeros/año y que hoy utilizan –por el momento- sólo 1,3 millones; miles de viviendas sociales en la Palma).

-Se te acusa de haber tirado para casa. ¿Te declaras culpable?

“¡No y no! Yo he trabajado para todas las islas”.

-Pero Tenerife padece un mal endémico con sus carreteras. Tú has sufrido esas colas.

“Mira, no quiero que esto se convierta en una entrevista agresiva, no es mi estilo. Pero algunos políticos y algunos funcionarios de Tenerife deberían revisar sus actuaciones. Todo eso se guarda en la Consejería”.

-¿Te refieres a que ha podido existir negligencia a la hora de tener listos los proyectos de carreteras en Tenerife?

“Te pongo dos ejemplos. Alguien me propuso retrasar la tramitación de la vía de enlace entre Los Rodeos y Santa Cruz, que hubiera resuelto la situación actual”.

-Eso es grave. ¿Un alcalde, una alcaldesa?¿Y cuál era el pretexto?

“No me vas a sacar nada más. Y el pretexto era proteger la agricultura”.

-Que, por cierto, en esa zona es inexistente. ¿Y el segundo?

“En el llamado anillo insular, Adán Martín quería un túnel, que fuera el más grande de la Isla, más de cinco kilómetros, y que está pendiente aún de realizar. Si hubiéramos acometido la obra fuera de ese túnel, ya estaría terminada. Porque luego llegó la crisis económica y los cambios de Gobierno en Madrid y salimos mal parados. Perdimos un tiempo precioso. Ya sé que en la vida hay que tomar decisiones difíciles, aprovechar los momentos, pero los taxistas en Las Palmas no me cobran las carreras porque dicen que yo les construí las mejores carreteras de Canarias. Yo no fui, lo hicimos entre todos, pero son distintas maneras de concebir la gestión”.

-Antonio, con la mano en el corazón. La gestión urbanística en las islas ha sido un desastre; con excepciones, claro.

“Bueno, ha habido de todo. Ahora estoy empeñado en la Ley de Ordenación Territorial para el Desarrollo Turístico, una especie de Ley de las Islas Verdes para La Palma, La Gomera y El Hierro. Si todo va bien se aprobará en el último pleno de la legislatura. Esto va a terminar con todos los problemas existentes ahora y nos basamos en textos legales a los que el Tribunal Constitucional ha dado el visto bueno. Es decir, habrá absoluta tranquilidad para los inversores”.

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Antonio Castro Cordobez, exsenador, exconsejero del Gobierno, expresidente del Parlamento de Canarias, diputado regional. SERGIO MÉNDEZ

-Algunos han bautizado esa ley con tu nombre.

“Es un honor”.

-¿Con qué presidente te has sentido más cómodo?

“Mira, con todos. Llegaron sin experiencia a los cargos, pero rompiendo huevos se aprenden a hacer estupendas tortillas. Todos han aportado grandes cosas a las islas”.

-Alguno de ellos está tan mal económicamente que pide dinero a los amigos para sobrevivir.

“Y no hay derecho. El Parlamento tiene que ser consciente de que la dignidad de quienes han ocupado la más alta magistratura de Canarias debe estar respaldada por un estatus y una posición. Lo demás es cruel”.

-¿En Coalición Canaria Saturno devora a sus hijos? En el PNV los protege.

“En ocasiones da la impresión de que sí”.

-Se rumorea que, aunque no vayas en las listas al Parlamento de Canarias, como así ocurrirá por tu propia voluntad, deberías estar en el Senado representando a la Comunidad Autónoma. Con el nuevo Estatuto es posible.

“No me lo han planteado. Y lo mejor será que no. Quiero dedicarme a trabajar en lo que me dejaron mis padres y a la agricultura, que es mi pasión”.

-¿Es Canarias una sola realidad, o existen parcelas determinadas?

“Ya se contempla a Canarias como cuatro realidades: Lanzarote y Fuerteventura es una; Tenerife, otra; otra Gran Canaria; y la cuarta, la Gomera, La Palma y El Hierro. Esto ha quedado clarísimo, porque las necesidades son distintas. Ahora, la Ley de las Islas Verdes da mucho poder a los cabildos en la organización territorial insular. Y son los cabildos los que conocen mejor las necesidades de cada isla”.

-En La Palma, tu tierra, se produce una renovación política en el partido. Ahí están, por ejemplo, Nieves Lady y Tony Acosta, gente nueva. Se quiere retirar Perestelo. Y nadie olvida a Gregorio Guadalupe y a Daranas, dos grandes políticos palmeros. Ya sé que me falta mucha gente.

“Estoy de acuerdo con la renovación. Ya cumplimos algunos muchos años. Pero no me gusta que se vaya Perestelo, que lo ha dado todo por la isla y por el partido. De acuerdo con los nombres que das de la gente nueva, aunque hay mucha más. Y la tarea que acometieron, en tiempos muy difíciles, Gregorio y Daranas fue extraordinaria. Hicieron una ingente labor en favor de La Palma y de los palmeros”.

-Los palmeros son desagradecidos. Mira lo que hicieron con Blas Pérez González, que era el paño de lágrimas de tus paisanos. Le derribaron hasta el monumento erigido en su honor.

“Un disparate, que jamás debió haber ocurrido. No estoy de acuerdo con esa decisión, como creo que no está de acuerdo la mayoría de la gente de la isla. Sobre todo aquella a la que don Blas ayudó, que fueron miles y miles de personas”.

-¿No tienes miedo que alguien se cargue, tribunales incluidos, tu Ley de Islas Verdes?

“No, porque se basa en criterios aprobados por el Tribunal Constitucional, no se derogan las ocho normas que intentaban ordenar el desarrollo urbanístico y medioambiental de las islas de La Palma, la Gomera y El Hierro. Y el Consejo Consultivo ha dado el visto bueno al texto nuevo. Las enmiendas presentadas por algunos partidos van a ser atendidas en lo posible y espero que sea aprobada por unanimidad. La ley unifica criterios, simplifica trámites y ofrece controles eficaces y rigurosos a los cabildos para que se cumpla”.

(Antonio Castro recibió del Gobierno de Felipe González la Gran Cruz del Mérito Agrícola, Pesquero y Alimentario sobre todo por su trabajo de integración agraria de Canarias en los tratados de la Unión, con sus especificidades. Durante su mandado en Obras Públicas se produjo la transferencia de carreteras del Estado a la Comunidad Autónoma, con la financiación adecuada. Durante su presidencia en el Parlamento Autonómico desapareció el papel y se pasó a la informática plena; se transmitieron por un canal propio de televisión todas las sesiones parlamentarias; se aprobaron leyes fundamentalísimas, como las relativas a los transportes)

-Antonio, van a celebrarse elecciones. ¿A ti te gusta la nueva Ley Electoral Canaria que contempla el Estatuto, la ampliación de diputados a 70, la lista regional de “los 9”?

“No”.

-¿Soluciones?

“Bueno, es que, por obligación, el Parlamento de Canarias tiene que legislar sobre su propia Ley Electoral. Estamos ante una norma goda aprobada casi de rebote. Los canarios, cuando toque, pero más pronto que tarde, tienen que redactar su propia Ley Electoral. No queremos normas impuestas”.

-Tú siempre has huido de los líos. Y te estás mojando.

“Es que tampoco me gusta nada la política espectáculo. No soporto la dispersión de los parlamentos regionales en contra de la estabilidad institucional. Hay quien tiene que dar los pasos necesarios en ese sentido”.

-¿Te refieres al PSOE y al PP?

“Sí, ¿por qué no?”.

-¿Hay más inconciencia en los políticos de ahora que en los clásicos?

“Sí, en general. Los grandes partidos se tienen que poner de acuerdo. Vivimos mejor dentro de un orden constitucional, no dentro de una desorganización que ya cansa”.

-Vuelvo a tu ley estrella. Los planeamientos serán sencillos, porque aquí tendemos a complicarlo todo y hasta los jueces —que, en general, no saben de urbanismo– se vuelven locos con tanta ley contradictoria cuando tienen que resolver.

“Lo digo tajantemente; los planeamientos deben ser y serán constructivos y simples. Lo complicado desanima a todos, a las autoridades y a los inversores”.

-¿Por qué entraste en política?

“Hay que estar en ella por vocación. Lo demás no sirve. Tienes que gobernar pensando en tu gente”.

-¿Qué recuerdas con más cariño en tu vida pública?

“No sé, quizá cuando Rajoy y yo redactamos aquel documento que sellaba nuestro pacto, en Madrid. Teníamos cuatro diputados al Congreso, qué maravilla. De ahí surgió una buena amistad con Rajoy”.

-¿Tiene futuro Coalición Canaria?

“Por supuesto. Ha tenido un proceso de estructuración interno y la misión de CC debería ser liderar la confluencia de los nacionalismos. Hemos perdido protagonismo, pero es preciso que se nos respete y eso hay que revertirlo. Aún es posible”.

-Ya lo puedes contar. ¿Cuántas veces te ofrecieron la presidencia del Gobierno?

“Tres, dos ofertas eran inaceptables y una tercera planteaba rupturas. No quise ser presidente”.

-Palabra de Dios.

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