sucesos

El detenido por el doble crimen de Adeje, con heridas propias de una riña

Se sospecha que Thomas R. H., de 43 años, pudo actuar de forma premeditada, ya que su mujer y dos hijos llegaron el lunes y al día siguiente se los llevó a dar un paseo mortal del que solo escapó el más pequeño
El vehículo de Thomas, precintado ayer frente a la vivienda de la calle Ramón y Cajal donde vivía, en Adeje casco. Juanse Sánchez
El vehículo de Thomas, precintado ayer frente a la vivienda de la calle Ramón y Cajal donde vivía, en Adeje casco. Juanse Sánchez
El vehículo de Thomas, precintado ayer frente a la vivienda de la calle Ramón y Cajal donde vivía, en Adeje casco. Juanse Sánchez

Thomas H. R., de nacionalidad alemana y 43 años de edad, presentaba heridas propias de haber participado en una pelea cuando fue detenido en la noche del pasado martes tras la desaparición de su mujer, Silvia (de 39 años y también alemana), y su hijo mayor, Jacob, de 10 años. Ambos fueron encontrados sin vida en la mañana de ayer como consecuencia de un notable dispositivo de búsqueda. Curiosamente, fue otro alemán, un voluntario que se sumó a las tareas de rescate, quien dio con los dos cuerpos sin vida en una cueva ubicada entre el barranco del Agua y el barranco del Burro. Presentaban, a su vez, señales externas de haber fallecido como consecuencia de los múltiples golpes recibidos. Fuentes cercanas a la investigación apuntaron a este periódico que, desde el momento en que fue arrestado en su vivienda, Thomas H. R. solo ha reconocido que tuvo una discusión con su mujer, pero ni siquiera colaboró en la localización de los cuerpos, para lo cual hasta ya se había solicitado a Madrid un perro especializado en el rastreo de cadáveres, que finalmente no hizo falta, como es sabido.

Las primeras sospechas de los investigadores apuntan a que Thomas, descrito ayer por sus vecinos del casco urbano de Adeje como una persona no integrada en la comunidad que llevaba viviendo en una casa de la calle Ramón y Cajal entre dos y tres años, presuntamente planeó el doble crimen, que si no fue triple es gracias a que el hijo pequeño milagrosamente logró escapar de la cueva maldita.

Tales sospechas se sustentan en que la mujer y los dos hijos (al parecer, estaban separados y por eso solo venían de cuando en cuando de visita a Tenerife) llegaron a la Isla el pasado lunes, y fue el martes por la mañana cuando los vieron salir a los cuatro a dar un paseo que, en realidad, se convirtió en una trampa mortal para los infortunados Silvia y Jacob. Siempre como hipótesis, Thomas habría llevado a su familia en la furgoneta Volkswagen Caddy color oscuro de su propiedad a un paraje recóndito en la zona de La Quinta y, tras dar con la cueva, se desencadenó la violencia. Por las heridas que presenta él, o Silvia o Jacob intentaron hacerle frente, dado que sus lesiones coinciden con las causadas por quien intenta defenderse. En el tumulto, el más pequeño de los dos hijos pudo escapar del lugar y, tras vagar durante horas por el monte, fue encontrado a las cinco de la tarde por unos vecinos en un lógico estado de shock. A duras penas, el pequeño (que no sabe español) habló de una cueva donde su padre había golpeado a su madre, y que había mucha sangre. Cuando llegaron los agentes a su casa para detenerlo, Thomas dormía.

TE PUEDE INTERESAR