Los números son tozudos y eso debería saberlo la consejera de Hacienda del Gobierno de Canarias, Rosa Dávila (Coalición Canaria). La responsable de la gestión de las arcas públicas en esta comunidad autónoma aseguró el pasado sábado que los datos sobre ejecución presupuestaria del Ejecutivo de Fernando Clavijo no alcanzaban los 947 millones de euros que publicó el Ministerio de Hacienda el pasado viernes (tal y como desveló DIARIO DE AVISOS), sino que se quedaban en “apenas” 300,6 millones, lo que equivaldría al 0,65% de nuestro Producto Interior Bruto (PIB).
El motivo que esgrimió Dávila fue que Hacienda había incluido los 500 millones del Convenio de Carreteras, que no se han pagado, en el superávit canario, por lo que precisó que el Gobierno de Pedro Sánchez quiere destinar el dinero de carreteras para pagar a los bancos y a compensar a comunidades incumplidoras.
Los números
Sin embargo, insistimos, los números son tozudos. En primer lugar, tal y como refleja la Intervención General de la Comunidad Autónoma de Canarias (o sea, datos oficiales), el grado de inejecución en las partidas del Capítulo I a VII (gasto no financiero) en las cuentas del año pasado fue de 500 millones de euros.
En segundo lugar, de los 295 millones de superávit de 2017 que se podían haber gastado en Inversiones Financieramente Sostenibles en 2018, solo se aplicaron 12,7 millones de euros, es decir, se dejaron de invertir un total 282,3 millones de euros de recursos para este tipo de inversiones que podían haberse destinado a colegios, hospitales, centros de salud, etc. en una Comunidad Autónoma, no lo olvidemos, donde el índice de pobreza se sitúa en un 40,2%. Es decir, que tan destacado porcentaje de la población isleña sufre los rigores de la miseria o está en peligro de caer en la misma.
Volviendo al superávit no gastado, en total el Gobierno de Canarias dejó de utilizar 782,3 millones de euros que tenía disponibles, sin duda un dato más que alarmante, habida cuenta que en ello tiene mucho que ver la alta presión fiscal que sufren los canarios, con un Impuesto General Indirecto Canario (IGIC) que no ha bajado a pesar de que subió cuando sí era necesario, en los primeros años de una crisis en la que hacían falta ingresos extra para atender el súbito aumento de la demanda de los servicios sociales por parte de los más desfavorecidos.
Polémica
Este asunto motivó ayer un rifirrafe entre la propia Dávila y el secretario general del PSOE en Canarias, Ángel Víctor Torres, que tuvo como escenario las recurridas redes sociales.
Así, el socialista lamentó el enésimo ataque de los coalicioneros contra Madrid con el siguiente tuit en su cuenta oficial: “Ante una mala noticia del Gobierno canario, su reacción es atacar a Pedro Sánchez. El Gobierno canario certifica que no gastó 782,3 millones de euros en 2018. El Gobierno de Coalición es el que peor gestiona la dependencia, la sanidad, la educación. No culpen a otros”.
Cuando la consejera Rosa Dávila replicó a Ángel Víctor Torres que se quedaba “sorprendida con esa ignorancia en los conceptos básicos”, Torres respondió, de nuevo a través de su cuenta de Twitter, que “si usted en vez de argumentos utiliza el insulto para desviar su pésima gestión en Hacienda, le respondo: no lo logra. Lo triste es que sean las canarias y canarios quienes paguen su ineptitud e ineficacia”.
Todo ello, cuando resta menos de un mes para la celebración de unas elecciones generales y, a final de mayo, las locales y las autonómicas que, como cada 20 años, coinciden con las europeas.
Hemeroteca
Publicidad
Esquelas