tribuna

En el Día Mundial del Jazz

Así fue como los negros, de una manera casi inconsciente crearon una nueva música; así fue como nació el jazz, o sea, una música orquestal resultante de la adaptación de la música puramente vocal y rítmica de los negros esclavos al campo instrumental.

Durante la Conferencia General de la Unesco celebrada en noviembre de 2011 la comunidad internacional proclamó el día 30 de abril como el Día Internacional del Jazz. La cuna del jazz fue a finales del siglo XIX la ciudad de Nueva Orleans. Ciudad por entonces muy animada y exuberante. Poseía muchas orquestas que participaban en los festejos populares. Los habitantes negros participaban de manera espectacular con sus orquestas y bandas de música por las calles para anunciar un baile, un espectáculo o simplemente para hacer la propaganda de uno cualquiera de los innumerables clubs, y asociaciones que tanto abundaban en Nueva Orleans.

Así fue como los negros, de una manera casi inconsciente crearon una nueva música; así fue como nació el jazz, o sea, una música orquestal resultante de la adaptación de la música puramente vocal y rítmica de los negros esclavos al campo instrumental. He aquí la razón por la cual el jazz no podía haber nacido en África y sí, en cambio, en un país en el que los instrumentos musicales de los blancos se hallaban a la disposición de los negros. He ahí lo que de auténticamente americano tiene el jazz, el que los blancos facilitaran a los negros los instrumentos que precisaban y, a la vez, temas en gran cantidad. Pero sea cual fuere la importancia de esta aportación, el jazz será siempre una “creación” de los negros, puesto que ellos adaptaron instrumentos y temas a su específico temperamento musical.

Existe abundantísima literatura sobre el origen y posterior desarrollo y evolución de esta música universal. Desde mi punto de vista La Historia del verdadero Jazz, escrita por el crítico parisino Hugues Panassie (27.02.1912- Montauban 8.12.1974) publicada en español en 1961 por la Editorial Seix y Barral la considero un estudio muy riguroso del jazz desde sus orígenes hasta la controvertida situación actual, defendiendo con encendido entusiasmo a la vieja escuela de Nueva Orleans. Este día tiene un objetivo importante: sensibilizar al mundo sobre las virtudes de esta música como herramienta educativa y como motor para la paz, la unidad, el diálogo y la necesidad de conseguir la cooperación entre los pueblos. Como cualquier otro tipo de música es un lenguaje universal de paz, sosiego y disfrute. El jazz de forma incuestionable forma parte de la música clásica del siglo XX. Transcribo literalmente unos fragmentos del mensaje de la Sra. Audrey Azoulay, directora general de la Unesco con motivo de este Día Internacional del Jazz. “El jazz es un estallido de la belleza nacido de la opresión, la música de la improvisación y la creación colectiva. El jazz da voz a las luchas y aspiraciones de millones de personas, erigido en un portentoso símbolo de la libertad de expresión y la dignidad humana”. Y finaliza “En estos momentos de creciente discordia y división, esta música representa el lenguaje universal de la paz”. Tomen nota.

El miércoles pasado estuvimos Victoria Eugenia y yo en Tahíche (Lanzarote) participando en la multitudinaria fiesta de celebración del centenario del nacimiento de César Manrique, el amigo que me propuso como miembro fundador del Consejo Asesor de su Fundación. Más de ochocientas personas acudieron a ese acontecimiento. Después de una emotivas palabras de Fernando Gómez Aguilera y José Juan Ramírez se inició una sesión musical junto con una larga serie de imágenes de la vida de César iniciada con la pieza You go to my head,, cantada por la inimitable Billie Holiday. César amaba el jazz.

El viernes pasado en la Universidad de La Laguna organizado por el Vicerrectorado de Relaciones de la Sociedad y la cátedra de la Universidad César Manrique que dirige el profesor Francisco Galante tuvo lugar un acto íntimo, en homenaje a César al que acudimos unas 20 personas. Tras las intervenciones del profesor Galante y el Presidente de la Fundación Cesar Manrique, José Juan Ramírez desplazado al efecto desde Lanzarote y del vicerrector profesor Francisco García Rodríguez, Kike Perdomo con su saxo y acompañado por un excelente contrabajista ejecutaron unas piezas de jazz y finalizaron el acto interpretando a petición Blue Moon escrita en 1934 por Richard Rogers y Lorentz Hart. Una de las cientos de interpretaciones de esta melodía es la de Billie Holiday, para continuar con el homenaje a este gran artista les animo a que escuchen esta versión.

TE PUEDE INTERESAR