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Gabriel Mato: “En estas elecciones pido, más que nunca, un voto útil para Canarias en la Unión Europea”

“Hemos de afrontar los grandes retos como una oportunidad y no como una amenaza”
Gabriel Mato Adrover, candidato del PP al Parlamento Europeo. / DA
Gabriel Mato Adrover, candidato del PP al Parlamento Europeo. / DA

Gabriel Mato Adrover nació en Madrid. Así son los palmeros, isleños de amplias miras con apego al terruño. En el Parlamento Europeo desde 2009, ha pasado por el Congreso de los Diputados y presidió la Cámara legislativa canaria (de 2003 a 2007). También ha ocupado cargos orgánicos en el PP. 

 -¿Qué Europa está por venir?
“Se acercan tiempos difíciles para la Unión Europa, con un brexit que todavía no sabemos cómo va a terminar, una crisis migratoria sin precedentes desde la segunda guerra mundial a la que dar respuesta e incluso un Gobierno ruso que solo pretende debilitarnos y dividirnos. Es una Europa llena de retos y desafíos; una Europa que debe sostenerse en la unidad, porque es desde la unión desde la que se construye nuestro éxito. Necesitamos más Europa”. 

-¿Para qué sirve nuestro voto en estas elecciones?
“El voto de cada ciudadano es importante y puede marcar la diferencia; una diferencia que, en el caso de Canarias, puede significar que este Archipiélago tenga o no un represente que defienda sus intereses y necesidades en el Parlamento Europeo. Para nuestras islas, Europa lo es todo. Yo, que he trabajado en Bruselas durante diez años, se lo puedo asegurar. El voto en estas elecciones, más que nunca, debe ser un voto útil que garantice que Canarias siga teniendo voz en Europa. Sobre todo, ahora, en la que está más en juego que nunca el futuro de nuestra agricultura, pesca, nuestra unidad, el progreso y el desarrollo”. 

-¿La posición de Canarias se ve amenazada?
“Canarias, España y la Unión Europea se enfrentan a grandes retos que, en cualquier caso, debemos interpretar como una oportunidad y no como una amenaza. Desde sus distintas instituciones, Europa habrá de dar respuestas a muchos desafíos aún por solucionar, entre ellos, el brexit, la crisis migratoria, la amenaza del terrorismo, la crisis económica… Y la posición de nuestro Archipiélago no puede verse debilitada. Canarias es una tierra alejada geográficamente al continente, pero muy europeísta. Es imprescindible que siga representada en Europa, porque es en Europa, y esto debe quedarle muy claro a la ciudadanía, donde se juega realmente la partida, donde se resuelven las ayudas que recibimos del POSEI, donde se defienden nuestros intereses en el PAC, se aseguran nuestros fondos y se decide nuestro futuro. Canarias, en esta ocasión más que nunca, no puede permitirse el lujo de quedarse sin sus representantes en Europa”. 

-Diez años ya. ¿Cuál es su balance?
“Muy positivo. Siempre he dicho que los asuntos canarios van bien en Europa. Lo que hay que hacer es no tirar por tierra el trabajo hecho. Han sido diez años enormemente apasionantes. Ha sido una década de trabajo muy duro e intenso, en la que he visitado casi medio centenar de países, he recorrido cientos de miles de kilómetros y he centrado gran parte de actividad, allá donde he ido, en la defensa de las regiones ultraperiféricas en general y de Canarias en particular. Han sido diez años agotadores, muy intensos, en los que hemos pasado por muchísimos y complejos problemas, pero cuyo balance es muy positivo, porque los retos de Europa, se resuelven con más Europa. Es un gran club, que nos ha dado el mayor periodo de paz, estabilidad y crecimiento de nuestra historia. Eso no se nos puede olvidar”.  

-De los asuntos pendientes, ¿hay alguno en particular que esté condicionado al resultado del 26M?
“El resultado electoral del próximo 26M será determinante para el futuro del proyecto europeo. Nos enfrentamos a un momento de máxima incertidumbre con una amenaza real por parte de los nacional-populistas, euroescépticos y eurófobos que solo buscan destruir Europa desde dentro de Europa. Por eso, el resultado de estas elecciones a nivel general, será tan importante. Y a nivel particular, también, ya que de esta legislatura han quedado temas fundamentales pendientes. Entre ellos, uno de los mayores retos será la aprobación del próximo marco financiero plurianual 2021-2027, en el que España y, por supuesto, nuestras islas, se juegan mucho, ya que de él dependen las ayudas de la PAC, los fondos regionales, el programa Erasmus y los de Investigación y Desarrollo, entre las principales partidas. También ha quedado pendiente la aprobación de la PAC, por la que tanto ha trabajo nuestro grupo, el Grupo Popular Europeo y mi colega del partido Esther Herranz”. 

-¿El proyecto comunitario navega en un mar de confusión?
“El proyecto europeo es muy claro. En el sesenta aniversario de los Tratados de Roma, tras el voto del brexit, todos los jefes de Gobierno de la Unión Europea se comprometieron a trabajar para lograr una Europa segura y protegida; una Europa próspera y sostenible; una Europa social y una Europa más fuerte en el plano internacional. Europa debe velar por preservar un proyecto claro y firme. Ese es el único camino no para salir, sino para evitar la confusión. Pese a las amenazas constantes que han intentado menguar el sueño europeo a lo largo de su Historia desde posturas muy egoístas y radicales, siempre se ha impuesto una Europa que ha sabido resurgido aún más reforzada. Como dijo Winston Churchill, las cometas se levantan más alto contra el viento, no con él”. 

-¿Los euroescépticos o eurófobos han dinamitado el ecosistema comunitario para pescar en río revuelto?
“La intención de los partidos que rechazan, odian todo lo que sea europeo o de Europa (eurófobos) y de quienes rechazan total o parcialmente la UE, el proceso de integración europeo (euroescépticos) es idéntica: acabar con Europa y todo lo que ello implica. No creo que haya una intención más egoísta, reduccionista y demagoga que la de aquellos que quieren entrar en Europa para erradicarla desde dentro. Todos los que somos europeístas convencidos y trabajamos desde la seriedad y la responsabilidad por un proyecto europeo sólido, coherente y próspero vivimos con gran preocupación el posible auge que estos partidos pueden conseguir el 26 de mayo. Pero son los ciudadanos quienes eligen. Son los ciudadanos quienes tienen en su mano decidir quiénes quieren que los representen, si prefieren dar un cheque en blanco a estos líderes populistas y extremistas para que hagan lo que quieran dentro de la Unión, aunque eso signifique romperla e intentar aniquilarla con las graves y nefastas consecuencias que eso tendría para España, y para nuestras islas, o si prefieren dar su confianza a un partido como el Partido Popular que es un valor seguro”.  

-En septiembre de 2018 fue uno de los eurodiputados que se opusieron a la retirada del derecho de voto en la Unión Europea a Hungría. Lo hizo en contra del criterio de la mayoría de parlamentarios del Partido Popular Europeo (a favor) y se desmarcó de la abstención predominante en la delegación española. ¿Por qué?
“Hay un dato importante que habría que añadir a esta pregunta: el grupo del PPE dio voto libre a todos sus diputados. Mi postura en contra de que se abriera el procedimiento contra Hungría se debió a dos motivos que ya expliqué en su momento. El primero de ellos, porque considero que el Parlamento Europeo no puede convertirse en un tribunal político donde se juzgue a los gobiernos elegidos democráticamente en función de su color político o ideología. ¿Por qué? Porque esa sí que es una senda muy peligrosa que además no sabemos adónde nos puede llevar ni siquiera, qué país podría ser el siguiente. Y el segundo motivo, porque si Europa se rebela, habría de rebelarse contra todas las dictaduras, no solo contra algunas, como hace la izquierda, que acostumbra a ir claramente en contra de algunas y favorecer y apoyar a otras. Me niego a entrar en el juego del doble rasero. Y pongo un ejemplo claro: ¿por qué no se pidió también en su momento que se aplicara el mismo artículo 7 a Italia, donde Salvini tiene también una política de rechazo clara y contundente contra la inmigración, como demostró desde antes incluso de su llegada al poder? ¿Tiene que ver algo el hecho de que Salvini lidere el tercer país más grande de la zona del euro?”.  

-¿El brexit es una variante del escondite inglés?
“El brexit es el mejor ejemplo de cómo un país próspero puede meterse en un callejón sin salida por dejarse manipular y caer en las redes de las ideas de los nacionalistas. El brexit es un fracaso y para Canarias, si finalmente la salida es precipitada y sin acuerdo, podría llegar a ser una catástrofe. En este Archipiélago, gran parte de las exportaciones de pepino y tomate se dirigen al Reino Unido, y la salida de ese país de la UE también repercutiría en las ayudas al transporte, al convertirse en un país tercero. Yo siempre me he mostrado en contra de la salida del Reino Unido de la Unión. Pero, si finalmente es inevitable, confío al menos en que se haga de forma gradual, sobre todo, por el bien de nuestras islas, cuyo 33% de visitantes además son británicos”. 

-¿Venezuela es una pesadilla en el sueño de la democracia?
“Me duele especialmente la situación que vive Venezuela, país que he visitado en numerosas ocasiones. Las dos últimas, con especial intensidad y por varios motivos, ya que se me negó el acceso al país por el régimen de Nicolás Maduro. Pero volví y lo hice a la frontera de Colombia para participar en la entrega de la ayuda humanitaria en Cúcuta. La situación en Venezuela es dramática. Es la lucha por la democracia, la libertad e incluso la comida. La tiranía sin escrúpulos del régimen de Maduro parece no conocer límites. Lo está demostrando él a todo el mundo con sus acciones y con su negativa a convocar elecciones democráticas, transparentes y con carácter plural. Son muchas las resoluciones que el PPE ha conseguido sacar adelante condenando la situación de falta de derechos humanos que padece la población venezolana; algunas de ellas, con la oposición de los socialistas. Venezuela se merece de una vez vivir en un verdadero estado de derecho”. 

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