Un varón del que no se han facilitado más datos sobre su filiación ha sido condenado por la Sección Segunda de la Audiencia de Las Palmas a una pena de tres años de prisión como autor de un delito de homicidio en grado de tentativa que cometió hace cinco años, así como a nueve meses más de cárcel por un atraco a mano armada que consumó en una farmacia horas después.
Se da la circunstancia de que el ahora condenado aceptó su autoría, por lo que la sentencia se dictó por conformidad y, en consecuencia, ya es firme. Ello sirvió al encausado para rebajar la cuantía de las penas, así como el hecho de que se le aplicase la eximente incompleta por su adicción a los psicofármacos, crack y cannabis.
Las Palmas-Arucas
Los hechos que nos ocupan tuvieron lugar a partir de las tres y veinte de la madrugada del 13 de mayo de 2014, cuando el ahora condenado, en compañía de una menor de edad, cogió un taxi en el parque San Telmo de la capital grancanaria y pidió al conductor que lo llevase hasta Arucas. Cuando llegaron a dicha localidad, el encausado simuló no tener dinero encima, por lo que dejó a la niña en el coche hasta su vuelta. Sin embargo, al retornar repitió la operación, esta vez rumbo a la zona de Los Portales.
Fue al llegar allí cuando, tras dejar de nuevo el taxi esperando y volver al mismo, “guiado por una intención de quitarle la vida y utilizando una navaja que portaba al efecto, comenzó a apuñalar insistentemente y con fuerza al taxista a través de la ventanilla del vehículo y en la zona del cuello, en el pecho y en los brazos”. A pesar de las múltiples heridas, el taxista logró salir del coche por sus propios medios y pedir auxilio en la carretera contigua, requiriendo de 257 días para su recuperación, tras la cual sufre una incapacidad permanente revisable para ejercer su profesión.
La sentencia aclara que, si el taxista no hubiera recibido una atención inmediata y a que entró pronto en quirófano, no habría sobrevivido al brutal ataque a puñaladas del ahora condenado.
“Negra y plateada”
Por si fuera poco, el encausado se dirigió, cuando pasaban unos minutos de las ocho de la mañana del citado 13 de mayo de 2014, a una farmacia de Arucas en la que esgrimió “una pistola negra y plateada, cuya autenticidad no consta” y, con la misma, apuntó con ella a una empleada “con el ánimo de amedrentarla y atemorizarla, diciéndole que, si se portaba bien, no le pasaría nada, y que le entregara todo lo que tuviera así como el dinero de la caja y de su cartera”. De la farmacia se marchó con una considerable cantidad de medicamentos y 1.117,94 euros, de los que finalmente se recuperaron cerca de 500 euros, explica la sentencia en el capítulo reservado a los hechos que se consideran probados.
En resumen, el condenado tendrá que ingresar primero en un centro de desintoxicación por un periodo no superior a los tres años, tras lo cual tendrá que cumplir las penas impuestas por la tentativa de homicidio y el robo con violencia, además de tener que indemnizar con 15.300 euros al taxista y con otros 680,36 euros a la farmacia por los efectos no recuperados que robó durante el atraco.
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