política

Ángel Víctor Torres (PSOE) inicia su mandato sin los líderes de la oposición

La única cabeza de cartel de los partidos de centroderecha del pasado 26-M que continúa en el Parlamento regional es Vidina Espino (Cs); Clavijo (CC) ‘huye’ al Senado para que le juzgue el Supremo
Ángel Víctor Torres pronuncia su discurso de investidura en el Parlamento de Canarias. Sergio Méndez
Ángel Víctor Torres pronuncia su discurso de investidura en el Parlamento de Canarias. Sergio Méndez
Ángel Víctor Torres pronuncia su discurso de investidura en el Parlamento de Canarias. Sergio Méndez

Por Tinerfe Fumero / Moisés Grillo

El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres (PSOE), iniciará la décima legislatura en el Parlamento autonómico sin los principales líderes a los que se enfrentó en las urnas el pasado 26 de mayo. Por distintos motivos, Coalición Canaria (CC) y Partido Popular (PP) han optado por enviar al Senado a sus jefes de filas, Fernando Clavijo y Asier Antona, respectivamente. Se da la circunstancia de que, después de estos movimientos, la única cabeza de cartel del pasado 26-M que seguirá en la Cámara regional en la oposición durante los próximos cuatro años será la diputada de Ciudadanos (Cs) Vidina Espino. En lo que respecta a Fernando Clavijo, y a pesar de que el expresidente nacionalista insistió en repetidas ocasiones en que sería el líder de la oposición a Torres y que su condición de investigado en el caso Grúas no iba a condicionar este hecho tras la aprobación del nuevo Estatuto de Autonomía que suprimía los aforamientos, el hasta ahora máximo exponente de CC se ha autoimpuesto como el candidato al Senado de su formación política para volver a recuperar ese privilegio: ser juzgado por el Tribunal Supremo y no por un juzgado ordinario, a los que están sometidos todos los canarios que no cuentan, claro, con semejante privilegio.

Este cambio de estrategia política está íntimamente vinculado con la situación procesal del lagunero, quien ha visto cómo se ha reactivado en los últimos días el caso Reparos, segundo caso de presunta corrupción en el que se ve implicado por su gestión como alcalde en la Ciudad de los Adelantados.

Aunque desde las filas nacionalistas se insista en que su designación ha sido respaldada por la unanimidad del partido, en los sectores que apostaban por otros candidatos, como el exalcalde chicharrero José Manuel Bermúdez o los expresidentes insulares de Fuerteventura y Lanzarote Lola García y Pedro San Ginés, no se ha entendido este movimiento de última hora del expresidente regional, y más cuando Bermúdez ya había iniciado los trámites internos para ser el elegido.

En cuanto al Partido Popular, las presiones de Génova 13, encarnadas en la figura del secretario general de los populares, Teodoro García Egea, para que Asier Antona abandonara la Presidencia del Partido Popular de las Islas tras la fracasada negociación del pacto de centroderecha, han surtido efecto, dejando a los populares isleños sin el líder que impidió que la brutal pérdida de votos del PP en toda España tuviera la misma incidencia en Canarias. Es obvio que el único pecado de Antona ha sido enfrentarse a Coalición Canaria, ante la que en dos ocasiones se negó a dejarse usar como mera muleta política.

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