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Levantar las alfombras

Lo primero que hacen todos los que que llegan nuevo a los gobiernos municipales es anunciar auditorías y aumentarse los sueldos; nadie toma el ejemplo de Escolástico Gil, que cobra 20.000 euros anuales menos de los que le corresponderían

Allí donde entra un nuevo partido (o partidos) a gobernar, por mucho que traten de disimularlo, lo primero que hacen, es levantar alfombras. En ese proceso están casi todos los ayuntamientos que han cambiado de siglas en sus regidores. Unas alfombras llenas de facturas sin informes, de sentencias sin pagar o de servicios sin contrato. Eso, al menos, es lo que denuncian en Arico, pese a tener ingresos suficientes para atender a ocho mil habitantes, o en Güímar, donde el levantamiento de reparos de Luisa Castro fue una constante, utilizando modificaciones de crédito ante un presupuesto irreal. Una situación, la de Arico y Güímar, no obstante, que no debería sorprender a los que ahora gobiernan, porque ellos ya lo denunciaron desde la oposición, aunque en el caso güimarero, CC, ahora cogobernando con el PSOE, calló cuando lo hacía con la alcaldesa popular.

Escolástico no tiene imitadores

Casi al mismo tiempo que los recién llegados a los gobiernos municipales levantan alfombras y anuncian auditorías, también se designan los sueldos, casi todos con aumentos, aunque alguno lo disimule con “dedicación parcial al 95%”, que pudiera ser ilegal. Es normal que lo primero que haga en un nuevo mandato sea asignar las retribuciones, porque ya nadie trabaja gratis por el prójimo. Y lamento que nadie atienda el ejemplo de Escolástico Gil en El Rosario, que ganará 20.000 euros menos al año de lo que le correspondería, además sin dietas, comidas o gasolina.

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