Tenerife Shipyards, empresa de servicios y asistencia técnica al sector naval que pertenece al Grupo Hidramar, está comprometida con el medio ambiente. Recientemente ha firmado un acuerdo con la Asociación Proyectos Medioambientales Marinos (Promemar) para preservar el medio ambiente, especialmente en los entornos marinos.
Promemar es una asociación “sin ánimo de lucro, dedicada a la defensa, la difusión y la realización de actuaciones que contribuyan a la conservación del medio ambiente marino y su entorno. Sus objetivos se basan en tres puntos fundamentales: desarrollar proyectos de defensa del medio ambiente marino, difundir a través de la educación ambiental y realización de actuaciones de formación, y realizar actuaciones que contribuyan a la conservación del medio ambiente marino y su entorno”, afirmó Sonsoles Díaz, directora creativa de la asociación.
Promemar se fundó en 2013 con la finalidad de poder realizar “todos nuestros proyectos de una forma regulada”, continuó. “Principalmente nos dedicamos a realizar limpiezas submarinas, terrestres y del entorno de costas y barrancos, así como a la educación ambiental, realizando visitas a colegios puesto que pensamos que es fundamental concienciar a los niños, que son el futuro, a través de talleres infantiles”, aseguró Díaz. “Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo” es el lema de Promemar.
La asociación Proyectos Medioambientales Marinos realiza limpiezas en las costa y el litoral de la Isla. “Encontramos todo tipo de residuos, pero los más abundantes suelen ser neumáticos, plásticos, chatarra, artes de pesca, bastoncillos de oídos, coleteros, latas y envases de todo tipo”. Y lo más raro que han encontrado han sido “un traje de novia, urnas funerarias o cajas fuertes” entre otros desechos. “Hace unas semanas recogimos más de 450 kilos de basura en el Barranco de La Alegría, entre los que había bicis, maletas, una caja fuerte, y muchas latas de aluminio en la zona donde hacen botellón los jóvenes. Una pena ya que frente a ellos había contenedores”.
La portavoz de Promemar lamentó que algunos pescadores no respetan el entorno que les da su sustento. “No solo me refiero a redes, nasas, trozos de nailon, plomo y otros aparejos de pesca que podrían perder, sino a que lanzan al mar baterías o envases”, y de los buques que fondean cerca de las costas “hemos encontrado en nuestras limpiezas de las profundidades residuos como ventiladores, calzado, ropa, e incluso un sofá”.
Por su parte, el presidente de Promemar, Conrado Cabeza, indicó que la sociedad no está preparada para abandonar completamente el petróleo y vivir solo usando energías renovables. “Sinceramente todavía no estamos preparados, vamos muy lentos para hacer más por el medio ambiente”, así que apostó por “acondicionar lo que tenemos actualmente y adaptarlo a las nuevas tecnologías”, lo que reconoció, es “complicado”.
Cuestionado por las basuras más dañinas para nuestras costas, afirmó que “todo lo que tiremos al mar contamina. Los vertidos de aguas residuales son un problema muy grave, también lo son las baterías, las colillas y los plásticos, ya que sus productos químicos tóxicos contaminan muchísimo los suelos, costas y aguas”, por lo que reclamó una mayor concienciación social.
El presidente de Promemar recordó que los barcos y cruceros, sobre todo los más antiguos, también contaminan “en mayor medida por sus emisiones de gases a la atmósfera. El combustible que utilizan actualmente es muy contaminante y el primer paso sería mejorar los motores o usar combustibles más limpios”.
Como consejos generales para cuidar nuestro entorno, Conrado Cabeza afirmó que “debemos empezar desde el principio, enseñando educación ambiental y el cuidado de nuestro entorno en los colegios, así como reciclar activamente en nuestras casas. Además, cuando visitemos cualquier lugar no debemos dejar desechos, y si nos encontramos colillas, papeles, plásticos o cualquier tipo de residuos, debemos recogerlos y llevarlos a los contenedores”.
Promemar apostó por mantener un equilibrio entre la actividad humana y su impacto en el medio ambiente. “Nosotros no somos activistas ni ecologistas radicales, sino que creemos que debemos mantener un equilibrio”, afirmó Cabeza.
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