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Fallece en prisión a los 84 años el empresario Ignacio González

Obligado a trabajar desde niño, Ignacio González Martín tuvo que emigrar y acabó levantando un imperio económico, presidió el PP y la Cámara de Comercio y acabó su vida en prisión

Ayer falleció en el Centro Penitenciario Tenerife II Ignacio González Martín, un hombre que de la nada llegó a construir un imperio económico que incluyó una destacada carrera política, para terminar condenado a cinco años de prisión por su destacada implicación en el llamado caso Las Teresitas. Esta es la historia de un hombre singular al que, desde luego, no se le puede negar su capacidad para destacar por lo bueno y por lo malo.

Ignacio González Martín nació en Santa Cruz de la Palma el 19 de enero de 1935, en el seno de una familia humilde. Segundo de seis hermanos, pronto supo de los sinsabores de la vida, dado que perdió a su padre a una edad muy temprana, lo que le obligó a trabajar desde joven. Por su orfandad tuvo que mudarse a vivir a la casa de sus tíos, donde, tras la escuela, tenía que ayudar en las labores del campo. Después de conseguir un empleo en el Banco Hispano Americano, pudo volver a la vivienda familiar, pero eran tiempos difíciles en Canarias y La Palma no era una excepción.
Uno de los datos biográficos imprescindibles en la vida de González Martín es Antonia Santiago, la mujer de su vida y madre de sus cinco hijos. Como quiera que la joven de la que se había enamorado era de una familia pudiente, entendió que, para poder casarse con ella, debía hacer fortuna, y como tantos isleños de aquella época, emigró a Venezuela en busca de un porvenir mejor que, en realidad, terminó por labrar en las Islas.

En el país hermano, González trabajó en todo tipo de oficios, a cada cual más penoso y peor pagado, hasta que un paisano llamado Jaime le prestó 500 bolívares que, bien invertidos, le cambiaron la vida. Con ese dinero se compró un barco y empezó a trabajar en transporte de mercancías por el río Orinoco. Posteriormente, se inició en los seguros y puso una asesoría, para acabar Economía en Punto Fijo. Tras casarse con Antonia por poderes, su suegro lo reclamó en 1962 para que volviera a Canarias. Al poco se instaló en Tenerife y creó Recauchutados Canarias, matriz de la que luego fue Vultesa, la empresa con la que se acabó haciendo con buena parte del sector de los neumáticos y origen de su fortuna.

Décadas después, Ignacio González Martín era uno de los principales empresarios de Canarias, llegando a tener, entre sus empresas, cerca de 1.400 trabajadores en nómina. Tal preponderancia económica se proyectó hacia otras esferas de la vida isleña, y González Martín acabó cayendo en la tentación de la política, siendo elegido presidente del Partido Popular tinerfeño en 1990. Aunque al principio de su etapa revitalizó un partido que, por aquel entonces, ni de lejos podía competir con ATI/CC y PSOE, ya que se vio expuesto públicamente con el llamado caso Bango, un oscuro affaire al que no eran ajenas las luchas partidistas. Su peor momento hasta entonces fue, sin embargo, su fracasado intento para ser elegido senador, terminando definitivamente su aventura política con la fulgurante irrupción de José Manuel Soria en 1999. Un año antes, González Martín había sido elegido presidente de la Cámara de Comercio, puesto desde el que pudo proyectar mejor su indiscutible influencia económica y social.

Padre de cinco hijos, Ignacio González Martín apoyó desde la sombra la carrera política de su hijo Ignacio González Santiago, mientras que Pedro pasó a ser el hombre fuerte para las finanzas del grupo.
Pocos podían imaginar que con el cambio de siglo se estaba gestando el descenso a los infiernos del palmero. Junto a otro empresario de éxito, Antonio Plasencia, compró el frente y la trasera de la santacrucera playa de Las Teresitas, en una operación que aparentemente les reportó ingentes beneficios, cuando en realidad supuso su caída.

Denunciado ante lo que luego la Fiscalía Anticorrupción clasificó como “pelotazo de libro”, la Justicia fue lenta pero implacable. Entre los condenados figuraría Ignacio González Martín, a cinco años de prisión, por los delitos de prevaricación y malversación.

Aunque la salud de González Martín ya presentaba cierto quebranto durante el juicio, la Audiencia Provincial rechazó el recurso de la familia contra su ingreso en prisión, que se hizo efectivo el pasado mes de abril. Desde entonces, permaneció en la enfermería de Tenerife II, sin que los nuevos intentos de la familia, esta vez ante Vigilancia Penitenciaria, lograsen su encarcelamiento. Un hombre que, desde la nada, logró crear un imperio económico para, finalmente, ser condenado a prisión, falleció ayer en la cárcel a los 84 años.

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