En 2016, cuando más de 100 migrantes consiguieron saltar la valla de Melilla, la exalcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, hizo unas declaraciones que le costaron muchos reproches entre la derecha: “Esta mañana, cuando escuchaba la radio, he aplaudido internamente por los que han saltado la valla de Melilla, porque son los mejores, los más valientes”. No estaba ayer Carmena en el pleno del Parlamento canario, pero sí hubo un discurso migratorio de la izquierda que sonaba firme en plena ofensiva ideológica de la ultraderecha voxiana.
Mientras, Partido Popular y Coalición Canaria centraron sus intervenciones en pedir al Gobierno regional que presione al Estado para mejorar el Servicio de Vigilancia Exterior (SIVE) ante el aumento de pateras y cayucos este año, alrededor de un 23% más de personas.
“Son 1.500 personas valientes”, afirmaba el diputado socialista Manuel Martínez en referencia a quienes han llegado a las costas canarias este año, “con el único cobijo del cuerpo de sus compañeros [de patera]. “Blindar las fronteras con muros y concertinas frente a quienes vienen de África es una política completamente ineficaz”, decía Melodie Mendoza, diputada de la Agrupación Socialista Gomera, que recordaba que se prevé que la población africana, que actualmente ronda los 1.250 millones de habitantes, se duplique en 2050. “Ese deseo de prosperar [de las personas que emigran] no lo podemos criminalizar”. “Prefiero los buenismos que los fascismos y los malismos”, decía Francisco Déniz, diputado de Sí Podemos Canarias, que criticaba el relato mediático, “solo centrado en la contar la llegada de pateras y no en las causas”.
Nadie puede asegurar que la diputada Astrid Pérez quisiera ayer criminalizar la inmigración. Lo que sí es constatable es que empezó hablando de la “narcopatera” que llegó el pasado sábado 23 de noviembre a las costas canarias con 840 kilos de hachís a bordo. Luego pasó a hablar del SIVE, tras mencionar la patera que llegó el pasado 6 de noviembre a Lanzarote, donde murieron nueve personas y cuatro fueron rescatadas. “Es surrealista que los territorios más cercanos a África, Lanzarote y Fuerteventura, sean los que tienen más deficiencias dentro del SIVE”, afirmó, mientras urgía al Gobierno regional a que presionara al Ejecutivo español. Según Pérez, el propio ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, ya reconoció que había deficiencias a principios de este año. La también alcaldesa de Arrecife pidió que se instale el radar del Mirador de El Río, que “está empaquetado” en el Cuartel de la Guardia Civil. “La mafia está aprovechando la falta de vigilancia para el tráfico de drogas y de personas”.
“Hablar del SIVE en Lanzarote es hacerlo desde la rabia, la incomprensión y la impotencia”, afirmaba ayer Oswaldo Betancort, parlamentario de Coalición Canaria y alcalde de Teguise, que recordó que el 90% de las pateras y cayucos que llegan a Lanzarote lo hacen a su municipio y glosó los rescates y cuidados a migrantes de sus conciudadanos y fuerzas de seguridad locales. “El SIVE detecta a pateras en travesía y es muy importante, porque la mayor parte de los muertos se producen cerca de la costa, cuando se ponen nervisosos y puede que el cayuco vuelque”.
Betancort pidió más ayudas para acoger a los migrantes y más medios para realizar la pruebas óseas, “porque la mayoría dicen que son menores para quedarse más tiempo en Canarias”, así como para evitar que no se produzcan imágenes como las de los vecinos “custodiando fardos de droga”.
“Aquí hay dos debates, el de usted y el alcalde de Teguise con el SIVE y el del resto de la cámara sobre África y la cuestión general de la inmigración”, respondió el consejero de Administraciones Públicas, Julio Pérez, que es un señor que lee periódicos y lo hace en papel: ayer, enseñaba varios recortes a la cámara sobre las ayudas que Europa da a África y explicaba la necesidad de actuar en origen y devolver parte de esa deuda que los países occidentales tienen con el continente africano por siglos de esclavismo y expolio colonial. “Lo que hace falta es que en África haya gobiernos solventes”, afirmaba en una réplica que tuvo ciertos momentos ásperos. “Más justicia, más sanidad, más democracia”. Pero mientras, hay que solucionar las urgencias, y ayer el consejero planteó la posibilidad de que se abran centros en Canarias para los migrantes que no pueden ser repatriados y se quedan en la calle.