Han hecho falta siete meses, dos elecciones generales y una irrupción escandalosa de la ultraderecha española en el Congreso de los Diputados, gracias a los 3,5 millones de personas que los han votado, para que PSOE y Unidas Podemos se pongan de acuerdo. Si finalmente consiguen más síes que noes en el debate de investidura, habrá un Gobierno de coalición de izquierdas. Una opción a la que Pedro Sánchez y una parte importante del PSOE se han resistido de manera persistente durante meses, con breves lapsos de negociación, pero que está asentada en otros lugares, como la Comunidad Valenciana, Baleares, Navarra o Canarias.
El presidente del Gobierno canario, Ángel Víctor Torres, lo llamó “el primer gran paso para evitar el bloqueo” político del país, y afirmó que “los extremismos, los anticonstitucionalistas, los que están escondidos detrás de ropajes demócratas, pero defienden tesis del fascismo, o los que quieren el bloqueo, deben estar en la oposición. España necesita un Gobierno, y con este preacuerdo, se da el primer gran paso firme para ello”.
Para Héctor Gómez, miembro de la Ejecutiva federal del PSOE que se reunió el pasado lunes para analizar la situación política tras las elecciones del domingo, “el acuerdo con Unidas Podemos sienta las bases para que, probablemente, haya un Gobierno muy pronto”. Según Gómez, es importante para España y para Europa. “Con este acuerdo vamos a seguir potenciando la presencia de España en los órganos de decisión de la UE”. Y cree que la coincidencia de dos Ejecutivos de izquierdas, uno en Islas y otro en España, será positivo: “Son dos gobiernos de corte progresista, y eso es muy bueno para la sociedad canaria. El pacto de hoy representa lo que estamos haciendo en Canarias, defender una política de derechos y libertades después de décadas de Gobiernos liderados por CC”.
El diputado de Sí Podemos Canarias, Francisco Déniz, también cree que este pacto servirá para reforzar al nuevo Gobierno regional. “Ya no habrá ninguna excusa y se tendrán que ejecutar las deudas que el Estado tiene con Canarias. Y en las Islas tendremos que desarrollar bien los proyectos que justifiquen esas transferencias”
Sin embargo, Déniz es crítico con la dilación a la hora de conseguir el acuerdo. “Ese pacto tenía que haberse dado en el anterior escenario, que era el óptimo. Se ha sacrificado una fuerza parlamentaria holgada por el ego o el tacticismo de Sánchez y el PSOE”, afirma Déniz. “Ahora estamos en un escenario más complicado para los demócratas, porque el PSOE le ha dado una oportunidad a los fascistas con la repetición electoral”.
Gómez, sin embargo, destaca que finalmente se hayan entendido. “Hoy estamos en otro escenario y no se han producido reproches, se ha partido desde cero, y eso es lo que hay que tener en cuenta. Si no se alcanzó entonces por lo que fuera, eso no ha sido un hándicap para que no se alcanzara esta vez en pocas horas. Hay que ponerlo en valor”, afirma. Y deja entrever que, ahora sí, han entendido de manera inequívoca, lo que les dijeron las urnas. “Las nuevas elecciones han ratificado la voluntad de la ciudadanía de un proyecto de corte progresista en España. Eso ha sido realmente el mensaje, el principal motivo para entender que había que ponerse de acuerdo y cerrarlo así de rápido.
“La única cosa positiva de estas elecciones es tener a Pedro Quevedo representando a nuestra sensibilidad política”, afirmaba ayer el presidente de Nueva Canarias y vicepresidente del Gobierno regional, Román Rodríguez. “ Tiene otro valor adicional, y es que la derecha pasa a un segundo plano, después de que el aumento de Vox el domingo tuviera a todo el mundo hablando de esto”.
Según Rodríguez, la posible fomación de un Gobierno progresista en España es positivo para el Gobierno la izquierda canaria: “El documento que he leído concuerda bastante con el pacto de progreso en la Islas. Ayuda que coincidamos en las preocupaciones y en las políticas que creemos que son fundamentales para la mayoría social”, afirmaba ayer. “Pero Canarias tiene su singularidad, y queremos hablar del REF, de la pobreza, de las carreteras, del Estatuto de Autonomía, de la Agenda Canaria, que ya Sánchez aceptó en su último discurso de investidura pero que lleva un tiempo abandonada”. Según Román Rodríguez, cuyo partido se presentó en las últimas elecciones generales con Coalición Canaria, “nuestra voluntad es favorecer la gobernabilidad y la estabilidad institucional, aunque ahora estamos a la espera de que tomen la iniciativa quienes forman el núcleo de ese posible Gobierno y de que se atiendan las cuestiones que les planteemos”. Rodríguez también afirma que la idea de Nueva Canarias, cuya Ejecutiva Nacional se reunirá este viernes y debatirá estas cuestiones, es consensuar la postura con Coalición Canaria, con quienes se encontrarán hoy miércoles para hablar en la mesa de seguimiento de la coalición formada para la elecciones. No en vano, firmaron un documento de 71 puntos que los compromete mutuamente para el trabajo que van a desarrollar en el Congreso.
Tanto CC como NC forman parte del grupo de regionalistas y nacionalistas no independentistas que el PSOE pretende sumar al acuerdo para intentar que sea viable numéricamente.
La posición oficial de CC es algo más distante que la de NC. Para su secretario general, José Miguel Barragán, “hablar de apoyos sin sentarnos a hablar, sin ver el alcance de lo que proponen y su concreción en tiempos no parece prudente. Vamos a esperar a ese contacto, y después, fijaremos posiciones. Ellos mismos han pedido prudencia, me parece lógico”.
Pero el problema es la relación histórica que Coalición Canaria ha tenido con Podemos, especialmente la de su candidata por la provincia de Santa Cruz de Tenerife, Ana Oramas, que ha recordado reiteradamente los vínculos que numerosos dirigentes de Podemos, entre ellos, Pablo Iglesias, tuvieron con sectores del chavismo venezolano. Un antagonismo muy evidente que le ha llevado a rechazar públicamente, en varias ocasiones, un apoyo a una investidura de Pedro Sánchez que llevara aparejado un Gobierno de coalición con Unidas Podemos. Si finalmente eso ocurriera, Ana Oramas tendría que tragarse un sapo muy gordo.
“Aquí no hay más líneas rojas que las que tiene que haber en el juego democrático”, afirma Marcial Morales, expresidente del Cabildo de Fuerteventura e histórico de Coalición Canaria. “No hay nada que no sea dialogable en un posible pacto. Sobre todo, porque no hay otro acuerdo posible que no pase por el PSOE”.
Morales recuerda cómo ha actuado su partido tradicionalmente: “En situaciones como estas, en CC siempre se han definido dos ejes. Uno es facilitar la gobernabilidad, la estabilidad del Gobierno. Y dos, como contrapartida, poner los asuntos de Agenda Canaria encima de la mesa”. De aquí a diciembre, cuando probablemente se celebre el pleno de investidura, veremos en qué acaba todo.
PSOE y Unidas Podemos replican en España el Pacto de Progreso canario
Los socios autonómicos coinciden en que este acuerdo refuerza al Ejecutivo regional por las coincidencias programáticas y esperan que se concrete pronto la transferencia de recursos a las Islas