empresarios relevantes

“Es emocionante cuando el cliente ve el proyecto de su vivienda y nos dice que es la casa de sus sueños”

Noemí Sánchez y Enrique Gómez son propietarios del estudio ENE Arquitectos, su estudio situado en la calle Castillo, número 41

Enrique y Noemí se conocieron en el primer año de Universidad. Empezaron sus estudios de arquitectura en Las Palmas y continuaron en Segovia. Noemí asegura que la primera persona que conoció nada más llegar a la facultad fue a Enrique, y después de muchos años de amistad, al finalizar la carrera, empezaron a salir. La pasión de ambos por la arquitectura y el diseño se nota nada más entrar en su estudio situado en la calle Castillo, número 41. Luz y grandes espacios en blanco priman en este local donde el cliente “se sentirá como en casa”.

-¿Cómo surgió la idea de abrir el estudio?
Noemí: “Primero empezamos a trabajar en otras empresas para coger un poco de rodaje, pero pronto ganamos un concurso de Muvisa y, a partir de ahí, decidimos instalarnos por nuestra cuenta. Son más de 14 años los que llevamos con el estudio de arquitectura”.
Enrique: “Fue después de ganar el concurso de Muvisa para unas viviendas de VPO en La Laguna cuando decidimos aventurarnos como estudio de arquitectura independiente”.

-¿Qué trabajos han hecho desde entonces?
Noemí: “La verdad es que todo tipo de trabajos, desde pequeños a grandes. Hemos hecho desde urbanización, porque colaboramos en el tranvía, hasta viviendas unifamiliares, prescripciones urbanísticas, informes estructurales… También somos los arquitectos de SúperCor Express y OpenCor de El Corte Inglés. Para el IASS (Instituto Insular de Atención Social y Sociosanitaria de Tenerife) en el Febles Campos, hicimos un ascensor que fue el primero de España de cuatro desembarcos. No cerramos las puertas a nada porque creemos que si das servicio a lo pequeño, realmente creamos confianza. No podemos escoger solo lo bueno o las grandes obras y dejar de lado otras cosas”.

-Ustedes abrieron el estudio en la época buena, en el año 2005, cuando el ‘boom’ de la construcción. ¿Cómo les afecto la crisis posterior?
Noemí: “No se crea, porque la verdad es que empezamos a levantar el vuelo cuando empezó la crisis, pero nos mantuvimos”.
Enrique: “Afortunadamente, no dejamos de trabajar en el sector, pero como sabe la construcción fue muy castigada, y tenemos muchos compañeros que han tenido que diversificarse y abarcar otro tipo de proyectos. Nosotros hemos tenido suerte. Nos hemos mantenido y seguimos en la brecha, unas veces mejor, y otras peor, pero seguimos trabajando como arquitectos, con lo cual, en este sentido no podemos quejarnos y tenemos que estar muy contentos”.

-¿Qué cree que han hecho diferente para, precisamente, mantenerse y no caer como otros compañeros del sector? No creo que sea solo cuestión de suerte ¿no?
Noemí: “Pues, no lo sé, pero sí es cierto que siempre nos ha interesado ir un pasito más allá. Es decir, tenemos la construcción tradicional que es la de hormigón, bloque y demás, que es lo que se lleva ahora, pero desde hace unos tres años estamos investigando y, de hecho, hemos empezado con tres proyectos de Steel Frame que es un sistema constructivo innovador que cambia el sistema estructural de la vivienda que, en lugar de ser de hormigón, es de acero galvanizado. Toda la estructura es portante porque lo que hacemos es programar muy bien la obra en estudio y, después, todo lo que son los paneles de acero galvanizado se montan en la fábrica y, después, se lleva a la obra y se monta lámina sobre lámina. Es construcción seca, menos lo que es la cimentación que es de hormigón, el resto es seco. Y lo más importante es que con este sistema se puede tener una vivienda en cuatro o cinco meses”.
Enrique: “Empezamos a buscar formas de construcción que se diferenciaran un poco de lo que es la construcción tradicional porque, al final, en Canarias tenemos una construcción de sota, caballo y rey,que no esta mal, pero es básica. Entonces, buscamos una alternativa y vimos que hay sistemas que se llevan usando muchos años en el extranjero, que dan mejores resultados, mejores prestaciones y que sirven para aligerar estructuras, ganando en limpieza de obra y en tiempo, que es fundamental para el promotor”.
Noemí: “Tenga en cuenta que, en el caso de una vivienda unifamiliar, la gente está ansiosa por estar en su casa y, claro, el que la casa esté terminada en cuatro o cinco meses es milagroso”.

-¿Entonces es como si fueran casas prefabricadas?
Enrique: “No, no. No es prefabricado”.

-¿Qué diferencia hay entre este sistema ‘Steel Frame’ y las viviendas prefabricadas?
Noemí: “Los prefabricados son bienes muebles y los que no son prefabricados bienes inmuebles . Es decir, lo que este sistema hace es hacer la estructura en taller y después se lleva y se monta en la obra. Todo lo demás , se hace directamente en obra”

-¿Y cuáles son las ventajas, además de la reducción del tiempo?
Noemí: “Pues a parte de lo que usted dice, también la eficiencia energética es mayor porque lo que estamos haciendo es panelar y nunca las juntas coinciden por lo que se protege más el edificio. En Canarias hay un ambiente salino porque tenemos el mar por todas partes y, precisamente por ello, el hormigón está teniendo muchas patologías como por ejemplo la carbonatación. Con el sistema Steel Frame, esto no ocurre porque el acero está galvanizado y al hacerle un escudo térmico a toda la estructura, los ambientes no están penetrando dentro de lo que es el acero. Y lo bueno de este sistema, además, es que no tiene capilaridad, es decir, todos los problemas de humedad que hay en Canarias que son brutales, desaparecen porque se aísla la cimentación de todo lo que es la estructura”.
Enrique: “Todo esto que estamos hablando es de obra nueva. Imagínese cuando hablamos de reformas con casas que tienen, a lo mejor, dos alturas y quieren hacer una más… porque, en este caso, la estructura existente no sufre porque la estructura que va a tener encima es mucho más ligera. Este es un sistema que es muy utilizado por los hoteles cuando quieren ampliar una planta, porque es rápido, con lo que ahorran mucho en tiempo; es limpio y no hace ruido, por lo que tampoco se molesta a los clientes. Pero eso no significa que no trabajemos con hormigón”.

-¿Son más eficientes energéticamente?
Enrique: “En el caso de la eficiencia energética tiene que haber una simbiosis. Los arquitectos tenemos que hacer un esfuerzo por diseñar y proyectar cómo se tiene que comportar un edificio energéticamente. Y, por otro lado, el cliente también tiene que ser consciente de que conseguir esa eficiencia energética le va a suponer una inversión inicial que, después la verá recompensada, pero que en un principio será más cara”.

-¿Es complicado diseñar la casa de otro y, sobre todo, plasmar en un plano lo que quiere el cliente?
Noemí: “Los clientes cuando entran por la puerta piensan que saben lo que quieren, pero después se dan cuenta de que no es así. A nosotros nos gusta mucho saber sus hobbys y costumbres porque, en función de eso, podemos hacer el diseño de la vivienda a su gusto. No nos limitamos solo a que el cliente venga y nos diga: queremos una casa con 2 ó 3 habitaciones, una cocina, dos baños… Además de eso, queremos saber del cliente porque, mire, no es igual el diseño de una casa para una familia con hijos que para una sin hijos; o para una persona que le guste leer, que para otra que le gusten los videojuegos. Los espacios varían mucho en función de lo que le guste hacer al cliente. Por eso, cuando viene alguien y le empezamos a preguntar por su vida privada, nos damos cuenta de que, en realidad, no han pensado en sus costumbres. Por eso es muy emocionante cuando después de presentarle el proyecto nos dicen que les encanta que es exactamente lo que querían. La casa de sus sueños”.

TE PUEDE INTERESAR