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Manuel Domínguez González: “No deberían existir imposibilidades de pactar entre el PP y el PSOE”

En la campaña para las elecciones del 26 de mayo, Domínguez desafió los atascos de tráfico y satirizó, desde un parapente, la agobiante movilidad vial persistente
Manuel Domínguez González. Fran Pallero
Manuel Domínguez González. Fran Pallero
Manuel Domínguez González. Fran Pallero

Hace dieciséis años entró como concejal en el Ayuntamiento de Los Realejos. Dirigió Hacienda en un pacto con Coalición Canaria. En 2011 arrasó al frente de la candidatura del Partido Popular. El cargo de alcalde lo ha revalidado dos veces. Lleva tres mandatos. En julio de 2012 asumió el control del partido en Tenerife (VII congreso insular). El aparato se estabilizó y el proyecto político que lidera ha remontado el vuelo. En la campaña para las elecciones del 26 de mayo, Manuel Domínguez desafió los atascos de tráfico y satirizó, desde un parapente, la agobiante movilidad vial persistente.

-Alcalde de Los Realejos, presidente insular del PP, del grupo Popular en el Parlamento autonómico, exconsejero en el Cabildo… ¿Qué será lo próximo?
“Bueno, no lo sé. Yo siempre he sido un entusiasta de la política municipal y nos encontramos muy lejos de las próximas elecciones. Estoy a la espera de lo que se decida”.

-El tercer mandato ya en el Ayuntamiento…
“Sí, por tercera vez”.

-Siempre, con una mayoría absoluta detrás…
“Once concejales en 2011, catorce en 2015 y quince en 2019”.

-¿Qué tal han sido estos años en la corporación municipal?
“Para mí han sido momentos satisfactorios. Las expectativas que tenía estaban acertadas. Es un lujo, un privilegio. Tomar decisiones que ayuden de forma directa a los vecinos representa lo más interesante que te puede brindar la política. Y cuando el trabajo que has hecho se ve refrendado en términos de apoyo en votos aún más”.

-¿Y en el Cabildo?
“Al ser también una Administración local, es parecido. Lo que pasa es que yo tenía al Cabildo como una entidad diferente, como un objetivo incluso [de presidirla], pero me llevé una enorme decepción en esos cuatro años que estuve de consejero. Sería por la forma de gestionar, el desinterés hacia los municipios… No me llenó, no me sentí realizado. No entendí que ese era el lugar en el que debía estar”.

-Ahí se tanteó un pacto con el PSOE. ¿Por qué no fructificó?
“Fue cuando nuestro candidato era Antonio Alarcó, en 2011. Es cierto que hubo un documento firmado que el Partido Socialista no cumplió por culpa de los pactos en cascada comprometidos con Coalición Canaria”.

-¿En 2015 no hubo ningún intento al respecto?
“Mantuvimos conversaciones, pero el PSOE de entonces decía que con el PP ni un café”.

-Con el tiempo se han percatado de que los pactos en cascada son cataratas en los ojos…
“Ha cambiado y lo celebro. Creo que era un error absoluto. De hecho, nunca lo he cumplido. Ese pacto en cascada que en 2015 existía entre el Partido Socialista y Coalición Canaria en Tenerife se rompió. Nosotros pactamos con Coalición Canaria en el Puerto de la Cruz, en Granadilla, en La Victoria, en Santa Cruz de Tenerife… Al final se trata de proyectos, de programas, de personas. Y, claro, no puedes mezclar el agua y el aceite sin que eso se separe”.

-El PP y el PSOE se han juntado en algunos sitios. Antes y ahora. ¿Por qué ese entendimiento no ha ido más allá?
“Opino que no deberían existir esas imposibilidades de pactar entre el Partido Popular y el Partido Socialista en administraciones como un Ayuntamiento, un Cabildo y, cómo no, en los ámbitos regionales y nacionales, dependiendo de las circunstancias. Siempre y cuando, se conjugue lo mejor para la ciudadanía. En los últimos años ha sucedido que la política está tan unida en todos los niveles que a mí particularmente me ha sorprendido mucho. Toda esta fluctuación electoral a escala nacional ha afectado, y mucho, a la posibilidad de alcanzar acuerdos en otras dimensiones”.

-Desde la cúpula del PP de Tenerife, ¿cómo se ve el proceso para la investidura del presidente del Gobierno de la nación?
“Percibo que es un error lo que ha hecho Pedro Sánchez. Primero, al llegar a un acuerdo con Podemos en 48 horas. No creo que haya nadie en España que sea capaz de pensar que ese abrazo se fraguó en tan poco tiempo. Venía de antes de las elecciones del 10 de noviembre. Y, en segundo lugar, desde mi punto de vista, le ha faltado altura de miras, porque el Partido Socialista tenía que haber ido, solo, en busca del Partido Popular. Ha unido a Podemos para que el PP le diga que no”.

-¿El PP habría dicho que sí?
“Estoy convencido de que el Partido Popular le permitiría la investidura”.

-En la última entrevista, Pedro Sánchez le pidió a Pablo Casado trece abstenciones para gobernar. Con Unidas Podemos…
“Lo hizo a posta, conociendo la respuesta de antemano”.

-¿El abrazo entre Sánchez e Iglesias era para no caerse por la inercia de las urnas?
“Esa es una interpretación válida, la de no dar pie al análisis del fracaso electoral. Pedro Sánchez se ha burlado de la ciudadanía. Ha menospreciado, ninguneado e insultado al candidato de Podemos y luego llega a un acuerdo, al que se habían negado meses antes. El otro propósito era el de disuadir la posibilidad de apoyo del Partido Popular y de Ciudadanos”.

-En septiembre, el Parlamento de Canarias rechazó, con los votos en contra del cuatripartito, una proposición no de ley (PNL) por la que el PP urgía la convocatoria del Consejo de Política Fiscal y Financiera. ¿Qué conclusiones sacaron?
“Como estreno en el Parlamento, me quedo con que fue un debate interesante. Valió para comprender un poco más la situación de la financiación autonómica y de las entregas a cuenta. También se demostró que era una herramienta electoralista del PSOE, cuyo Gobierno asfixió a las comunidades autónomas hasta las, para ellos, ansiadas elecciones. Después abrieron el grifo. Carecía de sentido esperar diez u once meses”.

-¿Se enredaron entonces en un tira y afloja?
“Sánchez aprovechó la coyuntura para eso”.

-El dinero pendiente se ha transferido mediante el sistema de riego por goteo…
“No solo se han transferido fondos a cuentagotas, sino que muchos están en veremos. Ha habido problemas con los quince millones por la quiebra de Thomas Cook, el Convenio de Carreteras no está presupuestado completamente para el ejercicio de 2020 y tampoco están previstas inversiones para la depuración de aguas en el Presupuesto de la comunidad autónoma porque no hay acuerdo… En definitiva, la financiación para Canarias se ha visto mermada porque no hay el mismo nivel de exigencia cuando no gobernaba el Partido Socialista”.

-¿Ciudadanos ha pagado con la fractura la factura de no conceder un crédito a Sánchez tras el 28 de abril? Albert Rivera lo justificaba en que no estaba dispuesto a firmar un cheque en blanco. Inés Arrimadas tiene preparado el bolígrafo, pero el secretario general socialista no le entrega los papeles…
“Le va a resultar complicado resurgir. Cuando los proyectos no se sustentan sobre una base sólida, intentan parecerse a… Las segundas partes nunca fueron buenas. En ese sentido, observo que Ciudadanos se ha equivocado. Le ha pasado factura el haberse convertido en hoja de serrote: por momentos está en el pico y en otros, en el suelo. De repente dice que con el Partido Socialista no hablará nunca y al día siguiente le pide una reunión. Con el Partido Popular sí pactaría y cuando se le llama, que no. Ha tenido muchos vaivenes sobre un mismo asunto, no ha habido un criterio definido, no sabía hacia dónde caminar, iba al son de la música… Arrimadas ya viene como un salmón, nadando a contracorriente”.

-El centro es como las cosas del querer…
“El centro es sumamente exigente. Cuando te equivocas o pronuncias algo contrario a lo que se preveía, sufres las consecuencias al minuto uno”.

-¿Cuál es la estrategia del PP para no quedar atrapado en sus contradicciones?
“El Partido popular ha sufrido un varapalo importante, porque pilló a la nueva dirección nacional en fuera de juego, después de haberse celebrado ese congreso, con una reestructuración interna profunda. Pablo Casado ha demostrado que la senda es la correcta, en la buena dirección. Lo único que le queda es esperar su oportunidad. Somos un partido serio, con una contrastada capacidad de gestión económica”.

-Según Iglesias, Vox es el PP con dos carajillos. ¿En qué se parecen y en qué se diferencian?
“El PP no se parece en nada a Vox, ¡eh! El radicalismo no es bueno, ni siquiera para el deporte. Yo soy de los que piensan que los extremos no convienen. Pueden defender ideas interesantes; pero si colocas en una balanza el cómputo global se inclina hacia lo negativo. Si a mí me colocas la bandera y el Ejército delante, me siento patriota, identificado con los valores y los símbolos. Sin embargo, cuando haces un análisis profundo de lo que hay detrás de ese programa electoral, de esas iniciativas, descubres una radicalidad no coincidente con el Partido Popular”.

-¿Cuánto peor le vaya a España, mejor para los populismos?
“El populismo se caracteriza por hablar sin tapujos de lo que sucede, porque nada pierde con ello. Dicen lo que se quiere escuchar. Distinto es que sean capaces de transformar las promesas en hechos. Cuando rascas, es como los cupones que suelo comprar: nunca llevan premio”.

-El nacionalismo también toca las fibras sensibles, ¿no?
“Utiliza el corazón: ‘Lo mío, lo nuestro, lo propio’. Enaltece las diferencias con lo de afuera. De una manera distinta, toca la fibra sensible para arrastrar a esa gente que se siente de un lugar concreto más que del conjunto. Como el populismo, el nacionalismo recurre al sentimiento para obtener réditos electorales”.

-A raíz de la pretendida delimitación de la frontera marítima, el canario pesca en el caladero de las aparentes ansias expansionistas de Marruecos…
“Las relaciones internacionales no son un juego de mesa; fundamentalmente, con un territorio que está a tiro de piedra. Hay que andar con pies de plomo. El alarmismo y el escándalo no ayudan. Apelo a la prudencia. No olvidemos el incidente del islote de Perejil [la ocupación marroquí y el posterior desalojo por las tropas españolas, en julio de 2002]. Lo primero, dialogar y, si no hubiese una solución al problema, todos a una”.

-Se ha iniciado el cierre del anillo insular. ¿De qué intensidad es la luz al final del túnel?
“Por fin comienza a ejecutarse el proyecto del túnel de Erjos, que para mí es deficiente. Habrá dos carriles de ida y venida, Norte-Sur, dentro y en sus exteriores solo habrá uno”.

-¿Por qué?
“Este es un proyecto del año 99 [el 11 de junio se resolvió la aprobación definitiva del informe sobre el tramo de Icod de Los Vinos a Santiago del Teide]. Estaba Álvaro Dávila [exalcalde de Tacoronte] como viceconsejero de Infraestructuras y Planificación del Gobierno de Canarias. Como se vencía el estudio del impacto ambiental, corrieron a la velocidad del relámpago y sacaron lo que tenían en la gaveta. Actualizaron los precios y fuera, listo… Mi deseo es que los responsables se replanteen la ampliación a dos carriles”.

-¿Las retenciones viarias reflejan los atascos en los despachos?
“No se ponen de acuerdo. Por ejemplo, si nos referimos a la TF5, desconozco lo que quieren hacer realmente. Lo pregunté el otro día en el Parlamento y me respondió Carolina Darias, la consejera que sustituía a Sebastián Franquis, con lo de ‘un grupo de acciones conjuntas que beneficiarán a quienes transitan por la TF-5’. No definió ninguna. Deberíamos aunar esfuerzos en torno a lo que los técnicos, que son los que entienden, digan. A día de hoy, no hay una propuesta firme para solventar los colapsos en la isla de Tenerife”.

-Obras son amores…
“Eso fue lo que me contestó la consejera. Y que por el anillo insular se iban a desviar 20.000 vehículos al día. No imagino a nadie de La Victoria o de La Matanza dando la vuelta para desplazarse a Adeje. Esa testarudez impide que se pongan soluciones sobre la mesa”.

-Los Presupuestos autonómicos de 2020 han salido del horno. El PSOE, Nueva Canarias, Podemos y ASG se frotan las manos. A juicio de la oposición, queman en los bolsillos…
“Estoy absolutamente decepcionado. No pensé que esto iba a ser así. Un día sí y el otro también, una demagogia permanente. La acción de gastos ha precedido a la de ingresos, al revés que en casa. Eso ha provocado una subida impositiva por la que apenas uno de cada diez euros repercutirá a los que ellos llaman ricos. Por lo tanto, creo que son unos Presupuestos abusivos; irreales, porque no contemplan la desaceleración económica que se pronostica para 2020, y con el objetivo de quitar dinero a los ciudadanos de sus bolsillos para devolvérselo en forma de ayudas sociales”.

-¿Qué nota le otorga el PP al Ejecutivo de Ángel Víctor Torres?
“Lógicamente, un suspenso. No veo que esté planteando alternativas prácticas a los problemas de esta tierra, ni estructurales ni de empleo y sin una estratégia específica en cada una de las áreas. Necesita mejorar para conseguir el aprobado”.

En la rampa de salida hacia mayores cotas

Está en la rampa de salida hacia mayores cotas de poder de decisión en el Partido Popular. No hay señales de ansiedad. Manuel Domínguez González transmite serenidad, sin menoscabo de la contundencia argumentaria. De sus palabras, y del tono, se desprende que antepone la responsabilidad pública a la necesidad de promoción personal. Mientras algunos políticos se dejan llevar por el ascensor, el líder del PP de Tenerife, alcalde de Los Realejos, presidente del grupo parlamentario, exconsejero del Cabildo y exdiputado en el Congreso se inclina por estirar las piernas y, de paso, examinar el terreno que pisa. Licenciado en Dirección y Administración de Empresas, cursó un Máster MBA por la insigne Universidad de Wyoming. No es broma. Va en serio.

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