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Perros sin control rematan a un hombre que había sido agredido en Geneto

El terrible suceso tuvo lugar de madrugada en un descampado cercano a Geneto; los canes, que se cebaron con una de las manos de la víctima, tuvieron que ser ahuyentados del lugar por un policía local lagunero que llegó a disparar al aire; la víctima, un varón, también presentaba un traumatismo en la cabeza
Agentes de la Policía están en estos momento investigando los hechos en el lugar. | FOTO: Sergio Méndez

Un solar, ubicado en las proximidades de la Urbanización Mayber, cerca de Geneto y dentro del término municipal de La Laguna, fue el escenario de un terrible suceso que tuvo lugar a primera hora de la madrugada de ayer y que, a resultas del mismo, se ha saldado con la muerte de un hombre, al que atacaron brutalmente tres perros que se comportaron con tal fiereza que solo el disparo efectuado por un agente de la Policía Local de La Laguna pudo ahuyentarlos de la zona. Además de las numerosas mordeduras, la víctima, que falleció al poco de hacer acto de presencia los sanitarios, también presentaba lesiones que, en una primera inspección, responden a una agresión con arma blanca, así como de un notable traumatismo en el cráneo. Los perros no tuvieron piedad con esta persona, un varón de unos 40 años de edad que no llevaba la documentación encima, hasta tal punto que los animales se cebaron con una de sus manos, que acabó destrozada por las dentelladas. Son especialistas de la Policía Nacional quienes se han hecho cargo de investigar un suceso que es tratado, lógicamente, como una muerte violenta, sin que se haya descartado hipótesis alguna sobre las posibles causas del mismo.

Los hechos que nos ocupan se iniciaron cuando aún faltaban algunos minutos para la una de la madrugada de ayer. Fueron varios jóvenes quienes alertaron a las autoridades sobre los gritos de auxilio que profería una persona en las inmediaciones de la Urbanización Mayber, así como de los alterados ladridos y gruñidos de perros.

Cuando una dotación de la Policía Local de La Laguna llegó a la zona en cuestión, dichos alertantes les indicaron que esos gritos provenían de un descampado cercano, además de advertirles de que tuvieran cuidado porque suele haber canes sueltos por el lugar. Guiados por la luz de sus linternas, los agentes atravesaron una zona de matorrales hasta llegar a una llanura donde se toparon con tres perros de los que, al menos dos, fueron descritos como de razas potencialmente peligrosas. Al parecer, uno de ellos era un presa canario y otro un boxer, pero lo cierto es que estos animales se mostraron muy agresivos ante la llegada de los policías, quienes estérilmente intentaron espantarlos a gritos para, finalmente, verse obligados a efectuar un disparo al aire y así evitar un ataque que era ya inminente.

Franqueado el obstáculo de los animales, los agentes siguieron internándose en el descampado hasta que lograron oír las débiles llamadas de auxilio de un hombre que yacía en el suelo con gravísimas heridas a cuenta de las numerosas mordeduras que le habían asestado las bestias.

Además de las terribles dentelladas, que prácticamente habían logrado arrancarle la mano izquierda, el moribundo presentaba una herida en el cuello, compatible con una agresión realizada con un arma blanca, si bien será en la autopsia donde finalmente se podrá determinar con certeza si hubo o no apuñalamiento. Sobre lo que apenas hay dudas es acerca del importante golpe que tenía en la cabeza, de tal violencia que incluso se podía apreciar parte del cráneo a simple vista.

A pesar de que pronto hicieron acto de presencia tanto los bomberos del Consorcio como una ambulancia del Servicio de Urgencias Canario, nada pudo hacerse por la víctima, que exhaló su último aliento a los pocos minutos.

Como no podía ser de otra manera, la investigación se realiza bajo la lógica discreción policial, si bien ha trascendido igualmente que el infortunado varón apenas vestía una camiseta y unos calzoncillos cuando fue localizado, además de que, como se ha dicho, no portaba documentación alguna.

Vecinos de la zona mostraron ayer a este periódico su asombro por lo sucedido, si bien confirmaron que es habitual la presencia de perros descontrolados por esta zona, así como que el descampado en cuestión suele ser frecuentado de madrugada por quienes prefieren el amparo de la noche para quehaceres tales como el consumo de estupefacientes o intercambios sexuales.
Resta añadir que, al cierre de esta edición, siguen sin ser localizados los perros que atacaron a la infortunada víctima.

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