Se cumple un año de la puesta en marcha del nuevo sistema para la gestión de la ayuda de alimentos en Santa Cruz, la tarjeta social. Arrancó el 7 de diciembre de 2018, y según los datos del Instituto Municipal de Atención Social (IMAS) de Santa Cruz, entre enero de este año y el 30 de noviembre pasado, se han entregado 6.733 títulos, lo que se traduce en unas 6.100 unidades familiares beneficiarias de esta Prestación Económica de Asistencia Social (PEAS). Según confirmó a DIARIO DE AVISOS la concejal responsable del IMAS, Marta Arocha, estas tarjetas han sido recargadas en 19.267 ocasiones, lo que supone un gasto en ayuda de alimentos de 1,7 millones de euros. Esta cifra supera al importe total de ayudas que se dieron en 2018, año en el que se concedieron 11.721 ayudas por valor de 1,1 millones, según los datos que figuran en la web de transparencia del Ayuntamiento de Santa Cruz.
Este sistema funciona a través de una tarjeta electrónica común, provista de banda magnética, que sirve de título a favor del beneficiario para la adquisición de los productos básicos, y físicamente no tienen ningún tipo de distintivo. Además, los usuarios pueden adquirir productos frescos, algo que, hasta la implantación de este sistema, no era posible.
Las tarjetas básicas de alimentos entregadas tienen una media de cuatro recargas, un número que puede situarse entre 1 y 6. Estas recargas las concede el trabajador social de referencia del caso. Desde el IMAS se recuerda que la materialización de estas ayudas a través de los títulos concedidos por el IMAS es algo complementario a la derivación a las ONG para recibir alimentos, un sistema que se sigue realizando para los casos de urgencia.
Para tener acceso a estas tarjetas, los usuarios de los servicios sociales deben estar empadronados y ser residentes en el municipio de Santa Cruz; no contar con recursos económicos suficientes para afrontar el gasto o cubrir la necesidad objeto de la ayuda solicitada, y tener valorada la situación de necesidad e idoneidad social para la prestación solicitada.
A lo largo de todo el año, el número de tarjetas concedidas ha ido creciendo de manera continua. En abril se habían concedido unas 2.700 tarjetas y en junio ya eran 4.500, casi el doble. La progresión permitirá que el año se termine con casi 8.000 títulos entregados a otras tantas unidades familiares.
Los datos permiten al IMAS concluir que el sistema de tarjetas ha simplificado y facilitado las tareas de los trabajadores sociales. En una sola entrevista planifican la entrega de alimentos durante todo el año a la familia solicitante. Además, el sistema de tarjetas permite dar mayor cobertura a un mayor número de familias a lo largo del año y se ha eliminado la necesidad de que tengan que solicitar varias citas al año para obtener una ayuda de alimentos.
Con el nuevo sistema, la familia beneficiaria de esta ayuda sabe, desde que se le entrega la tarjeta el número de recargas que tiene durante todo el año, lo que le permite planificarse de forma autónoma. Por último, esta nueva gestión, va a reducir el número de citas en las Unidades de Trabajo Social (UTS) ya que un alto porcentaje de solicitud de citas que se estaban recibiendo eran para alimentos.
Este sistema de tarjetas sociales ha servido también para que, esta misma semana, el IMAS haya incorporado una ayuda extra para la compra de juguetes destinada a las familias que ya son usuarias de los servicios sociales. Esta misma semana se inició la entrega de 1.400 tarjetas, valoradas en 30 euros cada una, y canjeables por juguetes en Hiperdino.
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