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Pedro Sánchez: “Es una guerra al virus, jamás nos doblegaremos, resistiremos y venceremos”

El presidente del Gobierno anuncia un plan contra el coronavirus de 200.000 millones de euros, "el mayor que se ha aprobado en la democracia"
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. DA
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. DA

El coronavirus de Wuhan ya hace tiempo que dejó de ser un problema exclusivamente chino, y vistas las cifras de contagiados en todo el planeta, a nadie le cabe la menor duda de que la denominación de pandemia reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es la que mejor retrata la situación actual. Tampoco quedan en pie muchos detractores del aislamiento de poblaciones, medida a la que se han sumado, incluso, los que en un principio habían sido más críticos, como el primer ministro británico, Boris Johnson. Y parece existir también, dentro de ese debate permanente sobre el lenguaje a emplear, consenso en torno a la idea de que estamos ante un escenario bélico. Una guerra.

Así lo atestiguan líderes europeos como el presidente francés Emmanuel Macron (“estamos en guerra”), con discursos más propios de otros momentos de la historia en los que los militares no salían a la calle para advertir a la población de que permaneciera en el interior de sus hogares, sino con la mirada puesta en el enemigo. Y esta vez, el adversario, el contrincante, el blanco a abatir es microscópico y prácticamente intangible: su nombre es Covid-19.

Ayer Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España, entonó un discurso a la altura de las circunstancias, en el contexto previo a una gran recesión económica que la Comisión Europea compara con la acontecida en 2008. Lanzó un mensaje de firmeza frente a la patología que acapara la actualidad por su alta velocidad de propagación -que no de mortalidad-, e insistió en que “juntos resistiremos y juntos venceremos” al virus, aplicando las restricciones que se ha visto obligado a adoptar el país, que permanece en estado de alarma.

La aparición de la enfermedad causa, y, según previsiones, continuará causando enormes consecuencias de carácter financiero. Por ello, el Ejecutivo español anunció la movilización de 200.000 millones de euros para mitigar los daños directos e indirectos de esta circunstancia del todo excepcional. Un salvavidas que fue bien recibido por la bolsa, que tras semanas en caída libre, hizo un amago de remontar el vuelo (6% en positivo), aunque tímidamente. Al parecer, las discrepancias existentes en Moncloa entre los socialistas y los ministros de Unidas Podemos se han subsanado con éxito, logrando dar luz verde al referido paquete de ayudas.

Mientras las fronteras españolas y europeas echan el cierre, una vez se ratificó ayer la propuesta de la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, de autoaislamiento de la UE, en Canarias aún el sector hotelero no ha terminado de acometer el cierre, dado que los huéspedes deben regresar a sus respectivos países de origen. Una decisión en vigor por tres meses.

Sin embargo, pese al bailoteo de cifras de casos activos del coronavirus de Wuhan, recuperados y fallecidos, la noticia que la comunidad internacional más ansía es la de una cura, una solución a todos las determinaciones sin precedentes que se han tomado para prevenir el contagio mundial.

Y puede que China, el país al que todos miraban con asombro por los -en principio- drásticos protocolos sanitarios aplicados, sea quien tenga la solución, pues ha anunciado el desarrollo de una vacuna que, dice, pondrá a disposición de la humanidad.

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