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“Un Gobierno de izquierdas no puede sino reforzar la sanidad pública”

El presidente del Parlamento defiende una salida europea y progresista a la crisis del coronavirus, mientras aprovecha el confinamiento para ver cine del oeste con sus hijos
Gustavo Matos. Fran Pallero
Gustavo Matos. Fran Pallero

En tiempos de confinamiento, Parlamento telemático. Apenas quedan unos pocos trabajadores por el edificio de Teobaldo Power y las reuniones de la Mesa de la Cámara se hacen a través de videoconferencia. También las de la Diputación Permanente, un órgano más reducido de diputados que estará encargado, durante el estado de alarma, de fiscalizar la labor del Gobierno regional, cuyos miembros empezarán a comparecer la próxima semana para debatir sobre la situación del archipiélago. Al frente del Parlamento , su presidente, Gustavo Matos, que sí asiste a las reuniones de manera presencial, junto al secretario-letrado, Salvador Iglesias. Hace unos días, Matos se dirigió por carta a los miembros de la Conferencia de Asambleas Legislativas Regionales de la Unión Europea (UE), que ahora preside, para apelar al ánimo de cooperación con el que se fundó la UE en la búsqueda de una salida a esta crisis.

-¿Le han contestado algo desde algún parlamento de la CALRE?

“Sí, hemos ido recibiendo respuesta de distintos parlamentos regionales, sobre todo italianos y portugueses, en la línea de que esta es una crisis de la que solo saldremos poniendo en valor los principios de la Unión Europea de solidaridad, convivencia, de un espacio común”.

-¿También le han dicho eso desde en Norte de Europa, donde hay tantas reticencias con los coronabonos?

“Que pertenezcan a la CALRE, solo están los alemanes. Y, de momento, no tenemos respuesta de ningún parlamento de allí, ni a favor ni en contra. Pero cuando se levante el estado de alarma, habrá tiempo de reestructurar las cosas y orientar el funcionamiento de la CALRE en la dirección que le digo”.

-¿Qué margen tienen los parlamentos de la CALRE para presionar y condicionar las políticas de la UE respecto a la crisis del coronavirus?

“Al final, lo más importante es que los parlamentos regionales y autonómicos con capacidad de legislar representan a 200 millones de ciudadanos. Podemos funcionar con el Comité de las Regiones, con el que ya estamos trabajando, para ser un elemento de concienciación en la toma de decisiones. Tenemos capacidad de influencia y la vamos a intentar ejercer”.

-Menos Finlandia, gobernado por los socialdemócratas, el resto de los Gobiernos opuestos a los coronabonos están liderados por partidos conservadores. Detrás de esta acttitud, ¿ve más una perspectiva ideológica o prejuicios culturales respecto al sur de Europa?

“Yo creo que es un tema ideológico. Aunque la posición de la UE está variando. El propio ministro holandés de Finazas, que dijo que España e Italia no habían invertido en Sanidad durante estos años de recuperación económica, ha rectificado su posición. También hay que distinguir a los pueblos de sus gobernantes. Dentros de esos países también hay fuerzas políticas que ven las cosas de otra manera. Y esa posición interna está haciendo cambiar a los gobiernos más reticentes”.

-Ahora que nos planteamos el deterioro de los servicios públicos. ¿no cree que la socialdemocracia europea lleva bastante tiempo bailando al son de la derecha?

“No, la socialdemocracia no ha variado su posición. Lo que pasa es que no ha conseguido marcar el ritmo y meter su discurso después de la crisis financiera de 2008. Lo que ha imperado es la austeridad, que el Estado se retire, menos servicios públicos, cuantos menos impuestos, mejor”.

-Bueno, Martin Schulz, un socialdemócrata alemán, era de los más duros con Tsipras y Varoufakis durante aquellas tensas negociaciones sobre el rescate a Grecia, siendo él presidente del Parlamento Europeo. La socialdemocracia ha pactado muchos presupuestos europeos con los conservadores…

“Pero mire también cómo acabó Tsipras, con Varoufakis fuera del Gobierno y moderando su discurso. Esa crisis pasó y hay que aprender de ella. Ahora se está diciendo que de esta vamos a salir con otros valores, con otro modelo social donde se protejan más los servicios públicos y se dé importancia a profesiones que han sido infravaloradas. Pero eso depende de nosotros, no va a ser automático, y hay un riesgo de que la ultraderecha y el populismo utilicen la difícil situación social y política que se avecina para imponer su discurso antidemocrático. Atentos, no seamos ingenuos”.

-Algunas personas alertaron sobre el riesgo de la pandemia, como el exministro socialista Miguel Sebastián, ¿ha actuado tarde el Gobierno de España?

“Aunque es verdad que no puedo ser objetivo, creo que el Gobierno de España es el que mejor respuesta ha dado en el ámbito occidental. Dentro de las grandes dificultades que supone gestionar una situación como esta”.

-¿Mejor que Alemania?

“Es que la situación no era la misma. Primero, no sabemos cuánto tiempo ha habido personas asintomáticas por España. Y luego, el sistema sanitario español no es el mismo que el de Alemania. Aquí venimos de una época de grandes restricciones, destrucción de empleo público y austericidio. Además, está la forma de contabilizar los datos, los sistemas son distintos… Lo que es objetivo es que España es el país que tomó antes las medidas más drásticas en función del número de infectados y fallecidos que tenía. Y hay institutos británicos muy prestigiosos que han destacado esa actuación. ¿Se han producido errores? Claro. Si un Gobierno comete errores en circunstancias normales, imagine en esta. También hay que valorar la gestión que se está haciendo de la situación social, con unas medidas que están intentando ser un escudo de protección para los sectores más vulnerables, no como en la crisis financiera de 2008”.

-Y del Gobierno canario, ¿qué me dice?

“Canarias está siendo la comunidad con menos riesgo de contagio por cada 100.000 habitantes. Y todo apunta a que podamos ser de las primeras comunidades en poder ir flexibilizando el confinamiento. Creo que las medidas que se han ido tomando, como cerrar el hotel del sur, demuestran, en términos generales, que se ha actuado con una altura impresionante. También tengo que decir que la oposición, en Canarias, se está comportando con una elegancia y una exquisitez que hay que valorar, porque la situación es muy tentadora para atacar al Gobierno”.

-Es curioso, el hotel se pone como ejemplo, pero el propio Gobierno canario llegó a decir que no actuaría de la misma manera…

“Cuando el Gobierno dijo que no volvería a tomar una decisión así, fue porque la crisis estaba en otro punto. De hecho, al final se han cerrado todos los hoteles. Si hubiera sabido cómo iba a acabar todo, probablemente no hubiera hecho esa valoración”.

-¿El porcentaje de personal sanitario contagiado de coronavirus en Canarias, superior a la media nacional, no es una mancha en esa gestión?

“Obviamente, es un mal dato, pero también hemos sido de las primeras comunidades autónomas en autoabastecernos de material. Tendríamos que tener un debate, pasada esta situación, sobre cuál es la situación de la sanidad en Canarias. De dónde partimos”.

-Usted es del PSOE de Tenerife, ¿qué le parece el cese de Teresa Cruz?

“En medio de toda esta crisis, los políticos no nos podemos convertir en protagonistas. Yo creo que hay que agradecerle a Teresa Cruz su labor. Pero al frente de esta lucha está el presidente y, a veces, se toman decisiones duras. Ya luego habrá tiempo de hacer valoraciones, pero ahora hay que centrarse en hacer todo lo posible para acabar con esto cuanto antes”.

-Desde algunos sectores de su partido se ve la destitución como un guiño a la sanidad privada…

“Yo creo que, en un Gobierno donde están el PSOE, Nueva Canarias, Podemos y ASG, no se permitiría algo que no sea el reforzamiento de la sanidad pública. Lo importante serán las decisiones que se tomen después de todo esto. Y el tiempo dará y quitará razones”.

-Así que usted cree que este Gobierno debe reducir el papel de la sanidad privada en el sistema de salud canario, ¿verdad?

“Por supuesto. Si hemos tardado 30 años en tener un Gobierno izquierdas en Canarias, la salida a esta situación durísima hay que pasarla con las coordenadas propias de un Gobierno progresista: educación pública, sanidad pública, no dejar a nadie atrás, políticas de vivienda. Todo eso es todavía más importante ahora que en una situación de crecimiento”.

-La renta de ciudadanía, entonces, es más urgente que nunca, ¿no?

Yo creo que ese debate ya está superado. El estatuto de autonomía nos obliga.

-Bueno, la ley de dependencia se aprobó en 2006 y mire cómo se ha aplicado en Canarias. No sabemos cómo puede afectar una crisis a proyectos de este tipo…

Pero no es una ley recogida en un estatuto. Lo de la renta de ciudadanía es un mandato. Además, ya hay hasta neoliberales confesos defendiendo una cierta renta de ciudadanía, como Luis de Guindos.

-¿Qué hace estos días de confinamiento? ¿Cómo lo lleva?

Pues seguir dirigiendo el parlamento, de manera telemática y presencial, porque tengo que ir todos los días. Y de resto, pues en casa, yendo a la compra… Es difícil verle algo bueno a un confinamiento obligatorio, pero sí es verdad que te hace reflexionar sobre cosas de nuestro día a día y ver lo importante, como el valor de lo colectivo, de ese reencuentro con los vecinos. Espero que esas cosas no se olviden después.

-¿Qué está leyendo?

Pues estoy releyendo ‘El guardián entre el centeno’. Aunque yo soy más cinéfilo. Y me he hecho un ciclo de cine western con mis hijos, un género un poco denostado entre los más jóvenes: ‘Sin perdón’, ‘La diligencia’, ‘Quién mató a Liberty Valance’…

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