diario del aislamiento

Día 74

Algunas viñetas dicen más que mil palabras. Me llega la del virus observando (desconcertado) a los españoles insultándose o reconvirtiendo en insulto las procedencias, oficios, sexualidades o ideologías -facha, maricón, independentista, rojo, vasco, funcionario, gallego, empresario..-. Con los españoles no debo esforzarme porque se matan ellos -sentencia el virus-. Trasteo, bastante. La juez advierte a Interior de que la Guardia Civil solo debe informarle a ella sobre el 8-M (recuerda Pablo Ordaz que Pérez de los Cobos destacó en la lucha contra ETA). Conocí a Pablo hace años, compartimos días de periodismo (truenos, y relámpagos) cuando fui corresponsal de El País; aprendí con él -y nos reímos, mucho-. El poder nubla, y el poder absoluto (el estado de alarma lo concede) nubla absolutamente -de ahí algunos tics, algunas resacas parlamentarias mal llevadas por presidente y ministros-. Dejo Madrid, vuelo de regreso a las Islas (aviones, vocablo del castellano antiguo). La consejera de Educación empezó a dimitir cuando accedió al cargo, ayer se limitó a terminar de dimitir. Una buena profesora que no supo gobernar a los profesores. Se fue desde que llegó. Fracasó (otro caso de fracaso escolar). Ayer escribí que el Gobierno regional pide a gritos una remodelación amplia -en según qué casos más allá de Educación o Sanidad-. También dije que los cambios llegarán en junio o julio -me equivoqué con julio; será en junio, incluso algunos sin acabar mayo-. El Borussia Monchengladbach ha llenado su estadio con fotos a tamaño real de sus aficionados (los gobiernos no pueden permitirse gestores de cartón, tampoco aficionados; hay que hilar fino, corren malos tiempos para la lírica territorial u orgánica). Podemos y PP han compartido moción de censura, en Fuerteventura -quién dijo que agua y aceite no se dejan mezclar-. Retornos, de Manuel Sánchez. Me operé el día 54, inicié la recuperación el 72, y si va bien el 102 habré finalizado mi convalecencia -nos escribimos justo antes de entrar en antena, en COPE-. Coincido con Manuel (buen amigo) en muchas cosas -también en que seguimos confinados, aunque a ratos no lo parezca-. Acabo. Antonio (Salazar) sugiere playas de pago. Antonio y yo siempre coincidimos en absolutamente nada, pero nos llevamos de cine (en eso somos malos españoles, lo sé). Salazar es de lo mejorcito de nuestro periodismo -no me quedo sin escribirlo-. Han puesto semáforos de playa -no aclaran si de madrugada informarán sobre el aforo del aparcamiento de Las Teresitas; ahí lo dejo-.

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