Un total de 1.186 personas fallecieron en Canarias durante los cinco primeros meses del año pendientes de que se les concediera una prestación por dependencia a la que ya tenían derecho (520 casos) o de que se valorara su situación (666).
Lo denuncia la Asociación de Directoras y Gerentes de los Servicios Sociales en un informe que analiza los últimos datos del IMSERSO sobre el Sistema de la Dependencia hasta 31 de mayo.
La crisis generada por el coronavirus ha instalado el sistema de la dependencia “en la UCI”, en el que han muerto 24.554 personas en las listas de espera este año en toda España: 17.139 dependientes que se le había reconocido el derecho a una prestación y no se les atendió, y 7.415 que había pedido entrar en el sistema.
“Todos los indicadores del sistema indican una caída estrepitosa, registrando unos valores muy inferiores a los de comienzos del año”, explica su presidente, José Manuel Ramírez, quien reclama “medidas urgentes para no abandonar a las 404.159 personas dependientes que están a la espera de un procedimiento y para evitar que 164 personas fallezcan cada día en el laberinto burocrático de la ley dependencia”.
Según datos oficiales de la dependencia, las tasas de variación acumulada en lo que va de año son negativas, se han registrado 34.668 solicitudes menos, se han reducido en 25.669 las valoraciones, hay 15.889 beneficiarios menos con derecho a prestación pendientes de recibirla y otros 11.715 beneficiarios con prestación menos.
Solo en dos comunidades autónomas han aumentado el número de solicitudes desde el estado de alarma, Comunidad Valenciana (5.203) y Canarias (2.089) y donde más han decrecido han sido en Castilla-La Mancha (-4.719), La Rioja (-779) y Comunidad de Madrid (-8.929).
Las valoraciones han disminuido en todas las comunidades a excepción de Asturias (775 resoluciones) y la Comunidad Valenciana (710); donde más disminuyeron ha sido en Castilla-La Mancha, La Rioja y Madrid.
Respecto a las personas con derecho a recibir prestaciones, solo aumentaron en Asturias (642), Comunidad Valenciana (639) y Canarias (65); en el resto, disminuyeron, sobre todo en La Rioja (-797), Castilla-La Mancha (-4.076), Cantabria (-897) y Madrid (-6.819).
Desde la última publicación realizada antes del estado de alarma, el número de beneficiarios se incrementó en Canarias (1.262), Baleares (1.126), Comunidad Valenciana (4.680) Extremadura (388), Murcia (174) y Castilla y León (25).
En el resto de comunidades no se mantuvo la tasa de reposición y donde más beneficiarios han disminuido han sido en La Rioja (-659), Cantabria (-1.159) y Madrid (-9.003).
Por tipo de prestación o servicio, la atención residencial es donde más ha disminuido, con 13.740 residentes menos que a principio de año; en la ayuda a domicilio, 6.810 personas usuarias menos que en diciembre de 2019, y en los centros de día la variación ha sido de un -2,2 % con 2.099 prestaciones menos que a principio de año.
Según la asociación, solo estos datos hacen que se pierdan 10.000 puestos de trabajo.
Sobre los fallecidos en la lista de espera, 17.139 personas han muerto este año pendientes de recibir la prestación o servicio a la que tenían derecho (3.243 personas fallecidas más que en el mismo periodo de 2019, lo que supone un aumento del 23,3 %); a estas muertes hay que sumar 7.415 que han fallecido sin que ni siquiera se les valorase.
Desde el inicio de año, fallecieron 83.823 dependientes que recibían alguna prestación o servicio; el 29,5 % (24.698) de los beneficiarios fallecidos estaban en residencias y el porcentaje ha ido aumentando con el transcurso del año, pasando del 24,4 % de enero al 33 % de abril y mayo.
El 24,5 % de los beneficiarios fallecidos tenían una prestación de cuidados familiares, aunque según ha ido transcurriendo este 2020 el porcentaje ha ido bajando del 30,7 % de enero hasta el 20,0 % en mayo.
La misma tendencia han tenido los beneficiarios de una ayuda a domicilio cuya media ha sido del 18,1 %, y donde el porcentaje de abril y mayo ha sido inferior al del resto del año (16,2 % y 15,1 %, respectivamente).