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Un histórico Corpus intramuros en La Orotava

La ausencia de gente en la calle, del arte efímero de las alfombras de flores y del magno tapiz de la Plaza Consistorial, que este año se confeccionó en la iglesia de La Concepción, marcan el día grande de las fiestas
El primer Corpus Christi intramuros de La Orotava
El primer Corpus Christi intramuros de La Orotava
El primer Corpus Christi intramuros de La Orotava

La Villa celebró ayer su primer Corpus Christi intramuros. Un año que dejará una profunda huella en la historia de un municipio acostumbrado a ver desde temprano sus calles repletas de gente el día grande de las fiestas para disfrutar del arte efímero de las alfombras de flores.

Este año la pandemia de Covid-19 impidió que hubiera tapices, corridos y privó a los villeros de la gran alfombra de la plaza del Ayuntamiento confeccionada con tierras de colores del Parque Nacional del Teide.

Pero los villeros, lejos de resignarse, buscaron alternativas para vivir un corpus diferente, confeccionando el Magno tapiz en el altar de la iglesia de La Concepción y cada familia, grupo de amigos o colectivo, en casa, y compartiendo posteriormente las imágenes en un vídeo que el Ayuntamiento colgó en su perfil de Facebook a propuesta de la Asociación de Alfombristas.

Lo mismo sucedió con la Eucaristía, presidida por el obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez, que se compartió a través de las redes sociales y fue transmitida a través de cuatro televisiones locales. Dadas las circunstancias y los protocolos de seguridad, no hubo una iglesia desbordada de gente sino acotada y restringida a unas cien personas, “una fórmula equitativa y equilibrada que buscaba contentar tanto al ámbito parroquial como social”, declaró el párroco Óscar Guerra.

Así, un 40% del aforo fue ocupado por grupos que representan a las entidades que tenían que estar presentes en una celebración de estas características, como la Hermandad del Santísimo Sacramento y el Consejo Pastoral Parroquial. El 60% restante se puso a disposición de los fieles mediante invitación previa. Estos últimos fueron ubicados en el interior por un grupo amplio de voluntarios que se ocuparon también de protocolizar toda la higiene de calzado y de manos y el uso de mascarillas.

Tampoco hubo corales sino un solista que dirigió el canto, un organista y dos instrumentos de viento que acompañaron en una parte de la misa. Los celebrantes se limitaron a los sacerdotes nacidos en la Villa, un mínimo de acólitos y servidores del altar para dignificar la celebración y la procesión fue claustral.

A las 19.55 horas, la custodia del Santísimo pisó la alfombra confeccionada por el colectivo ArteArena y virtualmente las 24 de los particulares a través de un vídeo mientras recorría los pasillos laterales del templo, y terminó en el altar con una lluvia de pétalos, la bendición solemne y finalización del primer y hasta ahora único, Corpus intramuros.

Todavía quedan tres días de fiesta ‘en casa’. El Baile de Magos, cuya programación comienza hoy a las 09.00 horas; mañana la feria de ganado y subida al Santo y el domingo, la romería en honor a San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza.

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