tribuna

El curso que más va a enseñarnos

Mi pasión y mi vocación siempre ha sido la Educación. Creo firmemente que la primordial importancia de la escuela estriba en que no solo es el lugar donde aprender, sino donde aprender a vivir

Mi pasión y mi vocación siempre ha sido la Educación. Creo firmemente que la primordial importancia de la escuela estriba en que no solo es el lugar donde aprender, sino donde aprender a vivir. Por eso, la suspensión de las clases en marzo me produjo una singular amargura.

Con la vuelta presencial a los centros, afrontamos un nuevo curso distinto de cualquier otro que hayamos vivido. Sin embargo, no conozco un solo profesional de la Educación que no tenga como objetivo prioritario hacer de su centro un lugar acogedor y seguro para el alumnado. Gracias al trabajo que se ha hecho desde los centros, hemos visto de nuevo a nuestros hijos e hijas cruzar la puerta del colegio. De la mano de la perplejidad, con unas cifras de la pandemia que no daban tregua ni espacio al optimismo, y un contexto normativo cambiante e incierto, nuestros equipos educativos han bregado para abrir las aulas en las mejores condiciones posibles.

Sé el esfuerzo desplegado por docentes, no docentes y equipos directivos, especialmente intenso en los últimos 20 días, para tener a punto las aulas y adaptarlas a esta extraña realidad. Los números de la pandemia aconsejaban prudencia, pero no inacción. Desde marzo se evidenció la necesidad de planificar con tiempo y cabeza este curso escolar; se le hubieran ahorrado prisas, nervios y ansiedad a un personal que en circunstancias normales ya tiene una labor extraordinariamente compleja y cargada de responsabilidad. Los Ayuntamientos, a través de la Fecam, hemos ofrecido desde el principio aportar lo que se necesitara, por responsabilidad y por la convicción de que la educación es un pilar del bienestar de nuestros vecinos y un derecho fundamental de niños y niñas. Los municipios seguimos a disposición de la Consejería, que puede contar con nosotros siempre que quiera.

Se ha recalcado mucho que los centros son espacios seguros, pero que el riesgo cero no existe. Por eso apelo a la responsabilidad de todos en la adopción y el respeto de las medidas sanitarias precisas para minimizar la posibilidad de contagio. En San Juan de la Rambla hemos vivido ya incidencias por positivos, y esto pasará en otros municipios. Por eso quiero hacer un llamamiento a la tranquilidad. Los protocolos de detección funcionan, y la colaboración de todos va a permitir controlar mejor y más rápido cualquier brote, poniendo a salvo la salud de nuestros hijos e hijas, del personal de los centros educativos, y del entorno familiar y social. Los niños, créanme, tienen muy claro que existe un motivo poderoso para cumplir las normas y los adultos tenemos que ser el ejemplo a seguir.

Confíen en los profesionales de la Educación. Se han preparado a conciencia para este curso anómalo. Nuestros hijos están en las mejores manos. Y, por favor, para responder a cualquier pregunta, acudan a fuentes oficiales. La desinformación también se contagia y nos enferma la mente de miedo y paranoia. Nuestro sentido como comunidad depende de que tengamos la información correcta.

Este curso nos enseñará mucho más que lo que viene en los libros, porque la Educación siempre se abre paso. Son muchos profesionales desbrozando, incansables, el camino para nuestros niños y niñas. Honrémosles como se merecen y estemos a la altura de su esfuerzo.

*Alcaldesa de San Juan de la Rambla

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